Otros Libros y Publicaciones Virtuales

Aquí puedes leer gratis las compilaciones que nos envían los eventos

Textos Grito de Mujer 2020-Durango-México




“No nacemos como mujer, sino que nos convertimos en una”. Simone de Beauvoir (París, 1908-1986) Pensadora y novelista francesa, representante del movimiento existencialista ateo y figura importante en la reivindicación de los derechos de la mujer. Se graduó en filosofía y hasta 1943 se dedicó a la docencia en los liceos de Marsella, Ruan y París.)



La historia de la lucha por la igualdad de los derechos de las mujeres sufrió en sus inicios la inconformidad de muchos hombres, al grado de recibir discriminación y agresiones que, incluso, llegó a costar muchas vidas. Gracias a todas estas guerreras, hoy en día, hay mujeres ocupando cargos a los que antes no accedían por el simple hecho de ser mujeres. Sin embargo, aun en estos tiempos, las mujeres siguen sufriendo violencia de todo tipo, situación que se ha ido agravando con el paso del tiempo y que, a raíz de esto, se han creado grupos de apoyo para concientizar a la sociedad y lo más importante: hacerles ver que la situación ha empeorado. ¿A qué me refiero al decir que la situación se ha agravado? Me refiero a los feminicidios, delito que les arrebata a las mujeres sus sueños de vivir una vida plena. Y no solo a ellas les despojan la felicidad, también a sus familiares, amigos, y gente cercana, pero, sobre todo, a los más afectados: los hijos (para las que fueron madres).

El Colectivo de Artistas En Voz Alta, A.C., a partir del año 2019, se ha sumado a “Grito de Mujer”, evento de concientización sobre la situación de los diversos tipos de violencia que han sufrido las mujeres en el mundo, todo esto a través de la poesía, música, monólogos, pintura, danza, cuento y cualquier expresión artística.

En este año, a razón de salvaguardar la salud de todos y atendiendo a las indicaciones de la Secretaría de Salud, el grito del Colectivo de Artistas En Voz Alta, A.C., junto con los Planteles del Colegio de Bachilleres que se sumaron a esta noble causa, fue llevado a cabo desde nuestros hogares. Cada participante, con amor y reflexión de la cruda realidad que hoy enfrentan los huérfanos del feminicidio y la sociedad hicieron su aportación; los alumnos, docentes y artistas del Colectivo, unieron su talento para llevar a cabo este grito solidario.

Lucero Mercado, presidenta del Colectivo de Artistas En Voz Alta, A.C. y los socios del Colectivo de Artistas En Voz Alta, A.C., agradecen a todos los que se sumaron este año con su arte para apoyar este acto de concientización dedicado a la no violencia contra la mujer.



Lucero Mercado.
Presidenta Fundadora del Colectivo de Artistas En Voz Alta, A.C.
Marzo 2020.













Phillip Brubeck Gamboa.

«En la oscuridad (Inconcluso)»

No temerás el terror de la noche,
ni la saeta que de día vuela,
(Salmo 91)


En la oscuridad de la noche, un ligero ruido la despertó, abrió los ojos con los sentidos totalmente atentos. La luna llena penetraba sigilosa por las rendijas de las cortinas. El oído agudizado escudriñaba todos los rincones, la respiración acompasada del sueño tranquilo de sus tres hijas era lo único que percibía.

Escuchó pasos en la azotea, rápidos, ágiles, luego unos golpes, el miedo comenzó a apoderarse de ella al recordar aquella madrugada no muy lejana, cuando su marido llegó borracho, no era la primera vez que sucedía, por eso se había ido a dormir sin esperarlo, la jornada había sido agotadora, no tenía razón alguna para  desvelarse ante el retraso de su esposo, ya se imaginaba que llegaría embriagado, por eso no escuchó cuando llegó a casa. Fue hasta el momento en que empezó a golpearla cuando notó su presencia. Se hizo un ovillo para proteger su cara y algo de su cuerpo. Los golpes le caían sin cesar, gritaba pidiendo misericordia, gritaba por el dolor de cada puñetazo que la martirizaba.

No comprendía lo que había pasado con él, cuando eran novios siempre fue muy cariñoso, su sonrisa y detalles caballerosos la conquistaron, los ramos de flores con cualquier pretexto, la satisfacción de sus mínimos deseos. Ella le correspondía con una gran ternura.

Los primeros años de matrimonio fueron maravillosos, siempre iban juntos a todos lados; normalmente convivían con las familias de ambos, así como con los amigos de él o de ella, y más, al año, cuando nació la primera hija. En pocas palabras, era la envidia de sus amigas.

En el momento que su segunda hija tenía poco más de un año de edad, la conducta de él empezó a variar, el trato empezó a ser más frío, más exigente y en ocasiones la insultaba. Cierta noche, después de uno de esos pleitos, para lograr la reconciliación, con sus artes seductoras ella propició la unión íntima, a la que él respondió con un ímpetu casi bestial, por lo que lo sintió como si hubiera abusado de ella, y así fue como concibieron a la más pequeña.

La pelea de los gatos en la azotea de la casa terminó. Los ruidos cesaron, el cansancio la obligó a cerrar los ojos, poco a poco el sopor se fue adueñando de ella.

*****

Esa tarde las cuatro descansaban acostadas en la cama king size, platicaban animadamente después de una comida apacible. Aún faltaba una hora para salir a la fiesta de cumpleaños de una de las amigas de su segunda hija, cuando se acordó que le faltaba comprar el regalo.

– Mis chiquitas, voy al supermercado a comprar el regalo, no tardo, mientras tanto terminen de arreglarse.

Caminó las tres cuadras que la separaban del centro comercial, como ya tenía idea de lo que necesitaba, hizo rápido la compra y emprendió el regreso. Al haber avanzado dos cuadras, se dio cuenta que no iba en la dirección correcta. “Vaya, con la preocupación de las prisas ya ni me fijé para dónde caminaba” –pensó– “ahorita corrijo el rumbo”. En la siguiente esquina dio vuelta a la izquierda tratando de reorientarse, sin embargo, las calles no la llevaban por donde quería, no tenían la traza urbana que conocía, las casas eran muy diferentes a las de la colonia, quiso volver, pero en realidad el rodeo era muy largo.

Al llegar a una avenida ancha dirigió la mirada hacia donde su sentido de la orientación le indicó que estaba su casa. Hacia el fondo una nube negra cubría el cielo, de pronto cayó levantando una cortina blanca que fue congelando cuanto alcanzaba. La gente corría hacia donde ella estaba huyendo de la helada, buscando lugares donde guarecerse. Su instinto de madre le hizo correr hacia adelante para buscar a sus hijas, no podía dejarlas solas en esas circunstancias. Trepó en la parte trasera de una camioneta que iba para allá, sin embargo, en menos de cinco minutos el chofer se congeló. Desesperada bajó del vehículo y siguió su ruta corriendo con la mayor velocidad posible, empujando a la gente que se le atravesaba.

Vio como unas personas se metían a una casa, las siguió, logró meterse a un cuarto, subió en la parte alta de una litera, cuando levantó la cobija para protegerse, se dio cuenta que ahí estaban sus tres hijas. Las cuatro se abrazaron y cubrieron con la cobija, tenían mucho miedo de morir congeladas, pero el estar reunidas les infundía nuevas fuerzas y confianza. La gente se fue acumulando, ya no cabía nadie más en la recámara, la litera no soportó el sobrepeso y se derrumbó sobre los que estaban en la parte baja. La turba enfurecida estaba destruyendo todo, un hombre arrancó la herrería de la ventana y rompió el vidrio, se le veía furioso, fue cuando identificó a su marido intentando penetrar en la habitación, el pánico las invadió...

– ¡Te voy a matar, perra! –le gritó mientras la jalaba por el brazo arrastrándola– pobre de ti si se te ocurre ir con el chisme a algún lado, te voy a quitar a las niñas y te meto a la cárcel.

Cuando entraron a la cocina, con un fuerte empujón la hizo caer al suelo.  Se hizo un ovillo para protegerse lo más posible, pues de inmediato le llovieron las patadas.

– Ya deja de estar ahí acurrucada chillando, vieja inútil.

La furia de él la tenía paralizada.

– ¡Ándale!, levántate y dame de comer, que me estoy muriendo de hambre.

Sumisa se levantó, calentó la comida en la estufa. Cuando estuvo en su punto, puso el plato con sopa en la mesa, frente al hombre, y se quedó mirando.

– ¡Aaagggh! –exclamó el individuo– ¡Maldita bruja!, me quieres quemar el gaznate –le dijo mientras le aventaba el plato– esto está hirviendo, así no la puedo comer...

La sopa le cayó en el pecho, una parte del líquido caliente le escoció el cuello.

– ¡Aaaaaahh! –despertó con la sensación de la sopa quemándole la piel. La respiración agitada, el sudor le escurría por el rostro. Se dio cuenta que todo había sido una pesadilla. Por suerte no había despertado a sus hijas.

Levantó la cortina y se asomó por la ventana, una línea roja atisbó en el horizonte, poco a poco fue creciendo, se expandió por todos lados, como la hemorragia que brotaba de su alma.

Había transcurrido poco más de un mes desde la última vez que su marido la golpeó. Aquella mañana, como de costumbre, llevó temprano a sus hijas a la escuela. Al regresar a su casa de inmediato le sirvió el desayuno. Todo transcurría en la normalidad de la rutina cotidiana, hasta que él terminó de arreglarse para ir a su trabajo, al no ver las llaves del automóvil en donde acostumbraba dejarlas se puso furioso y le empezó a gritar, culpándola de que las había escondido, a los insultos unió los golpes, primero a la cara y luego en todas partes del cuerpo, hasta que terminó de descargar toda su furia, tras lo cual vio en la mesa de centro de la sala las llaves, las tomó y se fue. Como pudo, ella fue hasta el sofá donde estuvo un buen rato llorando. No distinguía qué le dolía más, si los golpes en el rostro, o la herida en su alma por el fracaso de su matrimonio.

Fue entonces cuando la idea se forjó en su mente.

Al mediodía, cuando las niñas regresaron de la escuela, ni siquiera les permitió quitarse de sus espaldas las mochilas con los útiles escolares, arrastró las maletas que ya tenía preparadas con un poco de ropa de las cuatro, lo más esencial, y con su bolso colgando del hombro, salieron a la calle. Asustadas, las hijas obedecieron en silencio sin alcanzar a comprender por completo lo que estaba sucediendo. Instintivamente fueron a casa de su madre, quien les dio de comer y la consoló un poco.

No tardó en sonar su teléfono, en la pantalla vio que era él quien le estaba llamando, el pánico la empezó a invadir, pero no contestó, el ruido siguió insistente, una y otra vez, hasta que mejor lo apagó.

– Lo siento mamá, nos vamos a tener que ir, no quiero que te venga a hacer escándalos aquí. Tú no sabes nada de mí.

La señora les dio su bendición a las nietas y a su hija. Esta vez buscó refugio en casa de una amiga, ella vivía sola. En cuanto abrió la puerta, sin esperar, empujó a sus hijas adentro, y cuando cerró, las amigas se abrazaron en silencio. Poco a poco la fue consolando.

– Mira nomás cómo te dejó el desgraciado, esto no se puede quedar así –comentó su amiga, tras instalarlas en una recámara que tenía disponible–, tenemos que hacer algo...

– No, no te metas en esto –le interrumpió-, me da miedo que te quiera hacer algo, no lo conoces, es un monstruo.

– No te preocupes, él solo sabe actuar a gritos y golpes, nosotras debemos ser más inteligentes. Niñas, por favor mantengan apagados sus celulares, aquí se van a quedar solitas un rato, espero que no tardemos mucho en regresar. ¡Vámonos! –le ordenó mientras le ponía el bolso en la mano y la jalaba del brazo.

Batallaron para encontrar un espacio de estacionamiento a dos cuadras de la Fiscalía.

En el mostrador, una mujer de gesto duro le pidió sus datos para anotarla en el libro de registro y secamente les dijo que esperaran su turno. Sentadas en las sillas metálicas de la sala de espera. Sus ojos se fijaban en todas las personas que pasaban frente a ella, estaba inquieta, temerosa, mientras su compañera, en susurros le hablaba para ayudarla a mantener la calma. Al fin, después de un tiempo que le pareció una eternidad, la pasaron con el agente del ministerio público, a quien le narró todo lo que le había hecho su marido ese día. El funcionario le hizo muchas preguntas en busca de detalles que iba transcribiendo en la computadora; todo revivía en su mente y seguido el llanto le entorpecía su declaración. Al fin concluyó, la hizo firmar muchas hojas.

– Mire, señora, con este papelito vaya con el médico legista, saliendo, en el edificio de enfrente está, le va a hacer una revisión de las lesiones que tiene, y cuando tenga el diagnóstico, regresa para integrarlo al expediente.

Una vez más, tuvieron que esperar su turno. Volvió a repetir la historia de la mañana. El médico la auscultó y anotó en la computadora lo que vio.

– Señora, va a tener que sacarse estas radiografías, cuando las tenga regresa conmigo para lo que sigue.

– Híjole, no sé cómo le voy a hacer –le dijo a su amiga en cuanto salieron del consultorio–, no traigo mucho dinero para pagar las radiografías.

– No te preocupes por eso, sé de un lugar donde las sacan baratas.

Cuando llegaron al laboratorio, faltaba poco para que cerraran, motivo por el cual le dijeron que pasara al día siguiente a recoger las placas.

Así empezó todo el proceso, en la mañana se quedó encerrada en la casa con sus hijas, no las dejó ir a la escuela, había oído muchas historias de que los maridos recogían a los niños a la salida y luego ya nunca las dejaban verlos, no estaba dispuesta a perderlas. Cuando su amiga regresó del trabajo ya traía las radiografías, así que en cuanto terminaron de comer salieron nuevamente a la Fiscalía. Tras la espera de rigor, el doctor revisó las radiografías, escribió en la computadora y les dio un papel, el cual llevaron al agente del ministerio público, quien a su vez les dio otro papel. […]










Everardo Antonio Torres González.



«Si pudiera volver»


Hoy, si pudiera volver el tiempo,
volvería al instante en que mis manos
dibujaban la luna en tu mirada.
Y cubriría tu ausencia
con jirones de mar y de violetas.

Volvería, eso lo sé, a beber ese vino
que brotaba de la tarde
en el portal de tus labios diminutos,
-anegados de sombra y de ternura-.

Si pudiera volver…
Desandaría los linderos de tu cuerpo
acompañando el azul de los relámpagos
y bebería de ti.

Y de ti partiría por el destiempo
a buscar en los sueños tu silueta
para volver a surgir en la penumbra
que anida entre las hojas el otoño.








«Andenes»


 
No sé por qué siempre me han gustado los andenes,
punto de llegada, de fuga silenciosa… de santuario
para los labios que guardan una lágrima y en la noche
de estrellas se humedecen.

A veces tan lejanos, como sueño en vigilia,
como vuelo de pájaro que ronda el horizonte
y se viste de negro.

Desde siempre he vivido en cada esquina de su alma,
en el silbar de trenes que se llena de espera,
en esa multitud que no mira a los ojos;
en las hojas del diario con noticias caducas.

No sé por qué de siempre me han gustado sus bancas,
con perfume de amantes en prefacio de entrega,
con un toque de cómplice hurtando despedidas…
con un dejo de otoño.

No sé por qué de siempre te esperado en silencio
mientras el corazón se agita a la luz de un relámpago.


«En la quietud de la lluvia»
En la quietud de la lluvia se esconde un tiempo de cábala
deslizado en los aretes de luna y tremor de labios.
Deslizado en el otoño que dormita en los trigales,
voz de viento que murmura su nostalgia entre las rocas.

Y las gotas de silencio se sumergen bajo el húmedo
tremolar de los recuerdos, bajo el canto de la brisa,
bajo sombras enclaustradas en las ramas del olvido.

Quietud que grita tus ojos,
que grita como corriente atemperada en un sueño,
como corceles que vuelan sobre maduras espigas.


Esa lluvia que te tiembla,
que se agita como nube,
que se llena de tus pechos antes de besar tu vientre.
Lluvia que calla y te mira
en el perfume de sándalo que delinea la desnuda
pasión que muerde el espejo.


En la quietud de la lluvia...
vuelvo a recordar tus ojos.










Juan Carlos García Herrera  


«A Amelia Earhart y su vuelo en solitario»


Y para todas las jóvenes con un plan de vida.
Sé libre, muchachita
Huye de cadenas y mazmorras
De jaulas y silencios
Rie, corre, juega
Baila, baila, baila
Sin ataduras ni contratiempos
Disfruta del viento
Y sé como el viento
Siente el Sol y envuélvete con él
Amigos y amigas te esperan
Es un goce convivir con ellos
Es la definición de la felicidad
Si alguien te dice:
“Sólo debes estar conmigo”
Piensas: “Es muy pronto,
No debo aislarme
No puedo entrar a esa placentera
E indudable cárcel
Todavía.”
Sales, viajas, conoces
Disfrutas, ejercitas todos tus sentidos
La libertad cobra forma, significado
Quieres vivir sola, independiente
Conocedora de lo profundo
Y de las lecciones purificadoras
De esa soledad buscada y requerida
Que te ayuda a encontrar luego
La compañía valiosa, nutriente, constructiva
Te enteras, conoces, estudias
Creces por dentro
Abandonas la superficie y te enteras
De las capas interiores
Conceptos fundamentales
Te espiritualizas
Eres más compasiva
Comprendes más y juzgas menos
Eres independiente
Solventas tus egresos
Nadie te ayuda
No lo necesitas
Eres capaz de ayudar y acompañar
Te preparas para esos vuelos futuros
Encuentras la compleción
Navegas, expandes tu mundo
Sales de la cueva
Dejas de adorar el ídolo del pueblo
Es el momento de dejarse encontrar
De tener ese amor pleno
Correspondido, de igual a igual
Que se vive como potenciación del uno
Lo gozas, lo recorres
Lo conoces de la alfa a la omega
No son la mitad de uno, sino más que dos
Saben de aciertos y fallas
Sobre ellos construyen
Al encontrar la solución del binomio
Pueden hacer llegar a alguien más a sus vidas
Es el momento que un nuevo ser los acompañe
Disfruten con creces de su presencia
Y quizá de otro más
El vuelo grupal se da
Por los años y años que basten
Hasta volver al vuelo en solitario
Cumplido
Satisfactorio
Sin final


















Diana Brubeck
 
«LAS PAREDES SE LIMPIAN»

"Las paredes se limpian, las mujeres no vuelven”.
El 9 de marzo de 2019 me topé con muchas opiniones respecto a esto que pasó en Zacatecas y también ha pasado en otros sitios alrededor del mundo, y mucha gente se molesta porque ¿cómo van a cometer tal acto de violencia? Qué bandalidad. Poner pintura en una pared, como si muchas otras tantas no tuvieran mensajes obscenos, o si fuera el peor problema urbano.
"Es que no es la forma", veo que muchos y muchas dicen, entiendo su punto de vista, pero entonces me pregunto, ¿cuál es la forma? Si después de décadas todavía tenemos que salir a las calles a pedir un trato humanitario y equitativo. ¿Cuál es la forma para que por fin se nos haga caso y se nos escuche, cuando no escuchan a las mujeres que secuestran, violan y asesinan cada día? ¿Cuál es la forma correcta? Si ya se ha intentado pedir la legalización del aborto de forma "adecuada", y seguimos sin tener la opción de decidir sobre nuestros cuerpos de una forma digna. Llevamos siglos viviendo con sus reglas y todavía hay muchas cosas que no han cambiado.
Vi el video de una chica pintando en una ventana esa frase: "Las paredes se limpian, las mujeres no vuelven", y cuánta razón. Increíble que se indignen tanto por un grafiti, pero si en lugar de aerosol morado en una pared, hubiese aparecido el cuerpo golpeado, maltratado y violado de una mujer o una niña asesinada, ¿qué? ¿La indignación hubiera sido la misma? Para muchos sería otro nombre en la lista de feminicidios, otra muerte, otro número, otro encabezado de la prensa amarillista. Y muchos de los que se quejan por este grafiti, no se hubieran quejado. "Es que es patrimonio de la humanidad". ¿Y? ¿Me están diciendo que es más importante un bonito edificio porque lleva ahí unos cuantos siglos, que una mujer? Un ser humano que es víctima de violencia y acoso sólo por su género. ¿Acaso sintieron que su ciudad, su hermoso patrimonio ha sido violentado? ¿Sienten que su centro histórico fue violado? ¿Dónde están cuando a la mujeres nos violentan y violan a diario? No importa si salimos al mediodía, con un pantalón holgado y una blusa sin escote, si no bebimos ni estamos drogadas, si no salimos de un antro, porque de todos modos nos pasa. TODOS LOS DÍAS.
Y esto es sólo una cosita, porque entonces está la petición del aborto legal, que me daría mucho para hablar. Está la brecha salarial, el acoso, la violencia de género, las oportunidades de empleo que favorecen a un género, tantas cosas que todavía deben mejorarse y no, no se trata de hacer menos a los hombres, de denigrarlos como hacen con nosotras; no se trata de una lucha entre hembrismo y machismo, si buscan, no sé, en WIkipedia la definición de feminismo les saldrá que "tiene como objetivo la búsqueda de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y eliminar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres y de los roles sociales según el género", yo no tengo nada en contra de todos y cada uno de los hombres del planeta, pero estoy cansada de salir con miedo. De que no haya un día donde no vea en redes sociales sobre POR LO MENOS una o dos mujeres y niñas desaparecidas, o asesinadas y tiradas como una cosa cualquiera en una zanja. Las paredes se limpian, las mujeres no vuelven. Y si vuelven, ya están muertas.


 






Rafael Ortiz Erzeños

«ANA»


Desde el primer año de estudiante
eras la mujer de mi futuro
bella y misteriosa
te he deseado desde siempre.
Hoy te siento enteramente mía
y comprendo como amarte
aunque no te conozco todavía.
Por eso te amo,
es tu nombre tan pequeño
que te hablo ente renglones
Diariamente te miro tan hermosa
te exploro, te ausculto cada noche
y cada noche me esperas deseosa.
Ana
eres, la Lolita de Nabokov
y la Dulcinea madura, la mujer perfecta
Hasta te he mostrado
para que los hombres te conozcan desnuda,
por dentro y por fuera.
Y te puedan amar
de todos los modos y maneras,
y seas la mujer de todos.
Ana
eres modelo de la humanidad entera
génesis de las disciplinas médicas.
Amiga, amante, compañera
Mi adorada Ana
ANATOMÍA NORMAL HUMANA.











Laura Lucero Mercado Rodríguez.




«Danza inmortal»



I


Un verso suspira
 acordes
nacidos entre vientos y mares,
esparcidos
conjuran danza, y con nostalgia,
ensombrecen la memoria.
Pupila enraizada,
punto de ebullición.
Manos frías,
enredadas en otras manos
Que no son otras, ni son manos,
Rígido:
pasado presente,
siempre siendo,
sin ser.


II

Manos que crean la oscuridad:
púrpura agonizante.
Música fúnebre,
    asfixia.
Nueve años de respirar a pausas.
Días taciturnos,
noches en casa: el averno,
morada cerrada
Rostro inmóvil,
sin brillo, sin luz.


III

Máscaras amorfas:
los ojos de papá
perdidos en la oscuridad,
inflamados.
Oídos atrapados en la vehemencia.
Crujen los huesos
ante nada.
Aquí y allá.
Imagen fantasmal,
voces sordas…
ríes…
sin risa, ríes.


IV

Un día más sin aire,
caricias espinadas.
Pies sin pasos, sin piel.
Árida lengua
pegada a la garganta.
Soledad.
Nueve instantes,
nueve suspiros amordazados.
Con el pecho abierto:
Una niña.
¿Dónde estás papá?
¿De quién son esos trozos de piel?


V

Manos enlazadas al cuello,
besos asfixiantes,
rincón oculto: paraíso en fuga.
Transeúntes deambulando en la nada.
glorifican el olvido:
«Bienvenido infierno»


VI

Abismo escrito en las venas,
célula a célula,
Carcajada lunar
enterrada en las manos.
Gritos errantes
en el suelo…
corazones a punto de colapsar.
Apesadumbrado himno …
dagas enterradas en las mejillas.








«Cantos noctámbulos»



I

El reloj camina hacia atrás,
segundos extraviados
preguntan por la luna.
Serpiente devoradora,
 Alimañas, piedras, espinas,
ciénagas y escombros:
.Noche,
utópica fortaleza.
.Ángel Caído.
¿A qué he venido a este mundo?
Respóndeme mamá.


II

Ocho cantos nocturnos
desnudan el tiempo.
El reloj se diluye,
laberinto de alcohol y drogas:
la vida de papá.
Espectros homicidas
cantan lamentos
media noche infinita:
la vida de mamá.


III

Siete dagas en el alma
sangran estrellas sin luz,
rostros deformes
hurgan la agonía.
Mirada maternal
ahogada,
miedo imperioso,
fatal.
Levanta tu cabeza, mamá.
Aún estoy aquí…


IV

Cantos noctámbulos
lluvia intangible,
retorno al vertedero,
tempestad de seis cantos sin cantar.


V

Entreveradas
cinco serpientes.
Cicatriz en la garganta.
¿Cuándo hablarás ante el mundo?



VI

Cuatro caricias al viento,
días llagados
desnudan los huesos.
Tapiz de cabellos muertos.
Uñas negras… fragmentos,
piel desgarrada.
Canto al miedo.



VII

Tres gritos al vacío,
el reloj a punto de fallecer,
lamentos, cantos
y delirios alcoholizados.
Aliento devastador de vidas.
Ángel
anfitrión del abismo.



VIII


Dos palabras: ¡quiérete, mamá!
Quiéreme.
Abre los ojos y la luz llegará.
Respira y vivirás.
Levanta tu rostro
¡levántate!
Vive.



IX

Mujer:
eres fuerte,
defiéndeme,
eres mi madre,
Libérate de los sueños muertos,
arrebatados,
hundidos en el fango.
Escucha los segundos:
siéntelos,
tienen latidos,
respiran,
caminan en el mar,
flotan en la tierra,
destruyen el dolor…
¿Qué quieres mujer?
Dos lunas procreaste,
dos lunas que mueren poco a poco.
Sonríen y destilan agonía,
signos maléficos
carne extirpada,
cuencas subyugadas.







«Flor decadente»



I

Color desvanecido,
La enfermedad detrás de la puerta.,
cabellos que asilan alimañas.
Frío perpetuo,
cosecha de demonios:
suicidio seductor.


II

Días de lunas, noches imprecisas,
sueños extintos.
¿Dónde quedó la esperanza?
Trampa, exilio.
Miedo al abismo.


III

Laberinto enmudecido,
Gritos a la nada,
Hijos encaminados
al valle de los muertos.
¿Dónde quedó la vida?


IV

Muñeca de papel rota,
lágrima a lágrima.
Muñeca de papel frágil,
pequeña, indefensa…
manchada de indeleble tinta roja.
Muñeca de papel
que implora una niñez migrante
Entre el humo del tabaco y el rio de alcohol,


V

Flor
entre escombros,
.Levántate mujer.
¡Amate!
 












Rafael G Aguirre


«Soy»



No, no soy menos que tú
Y tampoco más que tú
No, no soy igual que tú
Y si soy tu complemento

Soy un botón de rosa
Pero también tengo espinas
puedo perfumar tu vida
Si me dañas, te lastimas

Soy adorno en tu jardín
Soy quien Alegra, tu vida
Soy aroma, soy amor
Soy color, luz y alegría


Alimento cuando naces
Tu cobijo y protección
soy quien te dio a ti la vida
¿Por qué lastimas la mía?

Soy hija, madre y esposa
Y te acompaño en tus penas
¡Dame, cariño y amor!
¿Por qué me abres las venas?

No me puedes acabar
Mírame bien soy la fuerza
Soy dolor, soy entereza
Estoy de pie, estoy aquí

... soy la vida














Karla Joselin Alaniz Guerrero (10 años)

«¡Te quiero!»





¡Te quiero!
Cada día
doy todo por ti,
intento
hacerte feliz.

Por ser cómo eres,
por ofrecerme
todos los placeres,
recuerda:
¡Soy más que tu amiga!
Por ti daría la vida.

Tus ojos brillan
más que reluciente oro,
sin ti dejaría de crecer,
no quiero intentarlo
si no estás tú.

Nuestros corazones
nacieron el mismo día,
es inútil buscar
la felicidad
si a mi lado no estás,
si muero,
regresaría a ti.

Que nada nos separe,
que nadie nos impida
sentir la dulzura del cariño,
si eres feliz
contagias tu felicidad
y, si estás triste
intentare devolverte
la alegría,
entiendes mis palabras,
me compartes
tu intensidad
somos dos almas
sedientas de felicidad.

Por qué te adoro,
te cuido,
te protejo,
por qué estando
juntos,
el mundo
tiene remedio:
¡Te quiero!




 





Quethzaly Serrano Jiménez  (10 años)


«Realidad»



El tiempo
no es verdad,
solo el amor
en tranquilidad,
la paz
es tierna
mentira,
la tristeza
horrible
realidad,
tierna paz,
tranquilidad,
realidad
horrible,
tierna
tristeza,
amor,
tiempo,
nostalgia,
nada
es verdad,
solo
el tiempo
y,
mi realidad.




 



 
Quethzaly Serrano Jiménez (10 años)


«Sueños»


Tu vida en el futuro
tus sueños de chocolate,
tu tranquilidad y la curiosidad,
serán confianza en tranquilidad,
tu sinceridad será tierna realidad,
tu cariño en las fresas
es tu sueño hecho realidad,
sin embargo me preocupa
morir sola y sin compañía,
deseo que las pesadillas
fueran sueños ligeros
después sueños tranquilos
recuperarme del mal sueño,
pero los sueños
llegan a ser tan hermosos
como la vida real,
que tengas dulces sueños.










Adriel Alejandro de La Torre Arellano (8 años)


«Sé fuerte»


La mente,
te mantiene de pie
con viento y aliento.

Hay gente buena y mala,
te apoya, te odia,
si eres fuerte en tu mente
nunca te lastima.

La música brota del corazón,
suena en tus oídos
y te permite cantar
lo más bello,
lo más hermoso.

Recuerda, el mejor amigo
es un perro,
aun cuando muerde
es siempre agradable.

La familia
está a tu lado
te apoya sin condiciones,
contrario a lo que pensamos,
están siempre a nuestro lado.

Sé que el dinero,
no es bueno ni malo,
viene y se va
por eso, lo mejor es ahorrar.

Mantente de pie,
canta,
sé buen amigo,
ama a tu familia,
ahorra,
sé fuerte
en tu mente.




 








Adriel Alejandro de La Torre Arellano (8 años)


«Pregunta»



Un signo de pregunta
corre sobre
hojas cuadradas,
le pregunte
qué se preguntaba
y me respondió:
me gusta cabalgar
sobre renglones,
recorrer
cada hoja ante mí
de principio a fin,
no te preguntes
no me cuestiones,
sigue mi ejemplo,
deja de preguntar
comienza a actuar,
jamás dudes
que triunfante
siempre llegaré.



 






Ángel Leonardo Cavazos Gamero (14 años)



«Ángel»


Soy diferente
soy aquél que vive
dentro de mí,
sé qué hay algo
que debo realizar,
por eso escucho
lo que sucede
a mí alrededor,
en realidad
soy feliz,
disfruto
ser quién soy,
al conocerme
sabré
lo que anhelo hacer,
intento
mejorar en todo,
ignoro muchas cosas
pero sé
que lo bueno termina,
me preocupa
gastar mi tiempo
en cosas innecesarias,
conozco la frustración,
la impotencia, la tristeza,
y, por qué nada es para siempre
me esfuerzo en disfrutar la vida,
busco el lado luminoso
que habita en mi interior,
disfruto al cien,
apoyo a quienes me necesitan,
entre todas las diferencias
me encuentro,
dejaré una huella
aun cuando ya no esté aquí,
soy mis disfrutes
y mis sueños:
¡Soy Ángel!



 






Ángel Leonardo Cavazos Gamero (14 años)


«Máscara»


Contemplo;
un pedazo de mi ser
caer
sobre mis manos,
grita,
llora,
¡Que por favor!
Vuelva a pegarlo.

Las serpientes,
añoran ser libres,
volar,
escapar,
de aquello
que las arrastra,
es tanta su ignorancia
que pregonan
ser las más venenosas,
las más hermosas.

Un búho,
oscuro como mi poesía,
las observa
en silencio.



 






Hera Aislinn Villalobos Ávila (15 años)


«Jardinero»


Dedicado al Tallerista de Semilleros Creativos: Francisco Márquez Razo



Los que un día fuimos semillas y ahora pequeños brotes, agradecemos a nuestro jardinero,
por su apoyo sincero qué nos ayudó a observar el cielo.


Todos admiran la belleza de la rosa;
la primorosa simpleza,
su complicada forma de ser,
pero, no todos logran ver
lo que en el fondo se ha de esconder.

Justo ahí, desde el inicio,
estuvo presente,
el jardinero y sus cuidados,
con palabras persistentes
arrancando la mala hierba,
regando poco a poco,
enderezando los tallos
para que crezcan fuertes.

En calidez crecen las semillas,
rodeándolas de afecto,
señalando la dulzura del sol
y la belleza de las cosas sencillas.

Pero, la labor del jardinero,
se queda en el olvido,
deseo que eso no suceda,
pienso, digo, escribo;
antes de admirar la rosa,
piensa en el jardinero,
es él, quién con esmero:
¡Logra que crezca la semilla perezosa!













Hera Aislinn Villalobos Ávila (15 años)


«Inspiración»


Veo libros de calidad,
escucho música clásica,
el aroma del fresco pasto
recién cortado
hace cosquillas en mi olfato,
saboreo crujientes taquitos
llenos de amor, cariño y lealtad,
con tolerancia dibujo esponjas
para lubricar las neuronas,
sé qué el tiempo es invaluable,
escribo con habilidad
contra la hipocresía y la mentira,
puedo, en libertad leer:
Donde me lleva el corazón.

En casa, cultivo la poesía,
la cultura,
es una historia de suspenso,
en ocasiones me produce terror,
intento ayudar a mitigar el dolor,
me siento plena y llena de amor,
de Vicente Guerrero soy,
mi nombre es: Hera,
en el ojo de la poesía,
en su mirada
siempre estoy.




 



Rebeca Saucedo Rodríguez (15 años)


«Las moscas son libres»


¡Que alguien me explique! ¿Somos reales, o, solo un sueño del cual no hemos despertado? ¿Por qué actuamos así los humanos, decir que somos felices, y sentir que se suicidan nuestros sentimientos?
¿Quién te enseña más, la vida o la tristeza? Bueno, tal vez es solo una historia más, pero hay personas que se preguntan: ¿Quién dijo eso? Y, entre ellas, me incluyo.
Y, me cuestiono: ¿Acaso le damos la importancia necesaria, a nuestras emociones?
¿Es cierto que algunas personas ven la vida con intensos colores alegres?
En un momento, simplemente pensé que los perros o cualquier otra cosa como una canción puede cambiar en un segundo, en un instante, tu forma de ser, o más que nada tus sentimientos, porque en ocasiones los sentimientos pueden ser tan fuertes como una bestia, y con solo un verso, un poema, o unas simples y dulces palabras se puede controlar.
Cada quien debe hacerse la pregunta, si quiere demostrar ser fuerte, o simplemente rendirse, y ser para siempre débil y frágil como un objeto que no puede hacer nada para detener los acontecimientos.
Pero lo más extraño que observo: ¿Por qué las personas están buscando la felicidad en otras cosas que no tienen y desean?
No deberían ser felices con los objetos y personas que están a su lado, son el milagro que les da la vida, pero después de eso les da miedo quedarse solos, ellos están buscando quedarse con el monstruo de la soledad, con la intención siempre vana de querer tener cosas que no pueden obtener.
Es mejor ser felices con lo que tenemos, así podemos ser mejores y exitosos en todos los aspectos.
Porque lo único que tenemos seguro es la muerte, pero no sabemos si el día de mañana después de morir podemos renacer como una araña u otra cosa.
Pienso que es mejor aprovechar los bellos momentos, porque no tenemos demasiado tiempo, también debemos hacer a un lado los demonios que por alguna razón hacemos llamar problemas y preocupaciones de la vida, pues al final o en los últimos días u horas eso no importara porque vamos a querer hacer cosas que debimos hacer antes, pero ya será demasiado tarde.
O díganme: ¿Sufre más el que es feliz o el que tiene miedo?
Y, quien dijo que se llamaría felicidad y no sueño. Pero de una u otra forma que les expliquen, los humanos no entenderemos que debemos aprovechar la vida y sus buenos momentos, creen saber todo, pero al parecer es lo contrario, aun así los momentos, se digan buenos o malos no son así,  los malos son obstáculos que nos pone la vida, puede parecer un sueño pero en realidad puede ser que la vida nos está enseñando a vivir, y también puede que no, es que la vida suele ser tan confusa, pero cada persona decide para su beneficio ser libre y no esclavo, y al mismo tiempo si ellos no quieren ver que son libres, se están haciendo esclavos de sí mismos, pero ¿quién dijo?, sigo insistiendo.
Cuando piensas que ya sabes todo, te das cuenta que nace en tu pensamiento y te encuentra una nueva duda, puede que esa duda no tenga que ver nada con lo anterior, por ejemplo: ¿Por qué no puede existir una mariposa con manos o una mosca idéntica a otra?
¿Por qué no simplemente eres feliz con lo que tienes, para que esa mosca que puedes ser tú u otra persona sea única, y puedas ser una bella y hermosa mosca segura, volando en libertad?


 






Ángel Isaac Uribe Piña (17 años)



«Círculo»


“Sendero que se bifurca borgeana y geométricamente para retornar siempre al principio”

¿La razón de la existencia del hombre?
¿Vagar eternamente por el espacio?
Avanzar, retroceder.
Vivir en conflicto.
Desconocer la paz.
Aceptar la agonía.
Buscar la felicidad.

Preguntas se acumulan,
respuestas faltan,
tanto como aire puro,
como luz y esperanza.

La farsa
y su amiga la mentira,
acometen
y confunden
el camino a seguir:
¿La razón de la existencia del hombre?
“Sendero que se bifurca borgeana y geométricamente para retornar siempre al principio.”


 






Ángel Isaac Uribe Piña (17 años)


«Los seis movimientos de la pluma»


1
Volar entre paredes
es lo mejor,
tanto como saborear
enchiladas verdes,
o planear en bicicleta
bajo el rojo mirar
de tu sonrisa.

2
Soñar en un mundo lejano
es aprender
de manera racional
que la sensación más cordial
es estrechar la mano de un amigo.

3
Deslizarse en libertad,
bajo el agua, o sobre ella,
a salvo de las garras
del dragón policéfalo,
del cri, cri, ribbit, ribbit,
tic, tic, a salvo del viento.

4
Caminar juntos
por aquí, por allá,
por calles y plazas
y detener el tiempo
para saborear una nieve.

5
Lejos de nubes negras
o rojas,
de la propia razón o de la locura,
lejos, lejos.

6
Soñar un mundo,
deslizarse en libertad,
caminar juntos,
lejos de nubes,
los movimientos de la pluma,







Juan Carlos Víctor Reyes (15 años)


«Así soy»


Veo los paisajes a mí alrededor,
escucho historias que me atrapan
huelo el aroma de la comida casera
y saboreo el intenso picor,
disfruto tocar texturas
que llevan sensaciones a mis dedos,
escribo mis sueños
narraciones que imagino,
mis sentimientos
son sinceros
y quizás frágiles,
intento descubrir mis habilidades,
mientras trabajo mis defectos,
necesito de alguien
que me guie y aconseje,
me hacen feliz
las buenas noticias
sobre todo hacia mi persona,
mi refugio es la casa
la batalla la escuela,
con lectura y escritura
enfrento mis problemas
y sobre todo,
los no se puede,
mi nombre es Víctor,
y soy un ganador.









 


Yeimy Andrea De La Torre Arellano (15 años)

«Ciervo de cenizas»





¿Te has preguntado a donde vamos al morir?

¿Te has preguntado si los animales tienen el mismo temor?

Sin duda ellos van al mismo sitio.

Presencie, no la vida de un ciervo sino su muerte, fallecía en suave almohada, blanca y helada, justo debajo de la sombra del árbol que nace y con amorosas raíces se aferraba al rígido cuerpo.

El viento entonaba agradable melodía, semejaba una oración en lento susurro,
entonces el ciervo se incorporó, aquellos murmullos lo atraían hacia la luz que muere,
en el atardecer rojo carmesí, con patas temblorosas camino hacia el ocaso, aquella sensación le resultaba agradable, pues en el transcurso de su muerte el tiempo fue un constante frio goteando en su lomo, era consciente que su desnudez cubría todo.

Llegó a su lado una criatura humanoide, semitransparente, su cola de hiena era un dechado de ternura, con firmeza le dijo: ¡Pobre ciervo, ciervo mío, ellos lo hicieron de nuevo!

Su dulce voz atraía al ciervo hacia sus brazos, continúo hablando:
¡Otra muerte alterada, un disparo, y el robo de tu piel!

El ciervo inclino mansamente la cabeza en total desconcierto.

Con intenso pesar exclamó: ¿No entiendo a los humanos, si ellos ya tienen piel, por qué se la quitan a los demás?

La criatura acaricio al ciervo, el cual ahora era hueso en su totalidad.
Lo lamento le explicó: ¡Así no podrás cruzar hacia el otro lado!

El esqueleto del ciervo bajo la cabeza señalando profunda decepción, pero rápidamente se irguió al escuchar las palabras de una figura multiforme decir: ¡Irás a un lugar especial!

Sígueme con la fuerza de un fuego fatuo, pues avanzaremos en sentido contrario al sol.
La criatura era luminosamente rápida y el ciervo hacia su mejor esfuerzo por mantenerse detrás de ella, al fin se detuvo y colocándose en el lomo del ciervo se sujetó de sus blancos cuernos y amablemente le prometió: No te sientas solo, permaneceré contigo.

Llegaron a un lugar inimaginable: Un bosque inmenso dónde la nieve caía y al tocar el suelo se convertía en ceniza de color negro, al tocarla quemaba como el fuego.

El sol no penetraba ese lugar, solamente la luz de luna en una permanente capa de penumbra, un lago vertical señalaba el centro de aquel oscuro espacio, el ciervo se colocó de frente y observó su reflejo, logró ver su triste final.
Tres estrellas negativas aparecieron y su luz abrió el portal que indicaba el final de su camino, un mundo de eternas cenizas, de lunas oscuras y criaturas transparentes, el ciervo sin titubear penetró a su hogar.

Y, en ese preciso instante la casa de un leñador que cazaba ciervos por diversión se quemaba bajo la luz de una luna nueva.




 






Yeimy Andrea De La Torre Arellano (15 años)

«Se me acaba el tiempo»


Para decir lo que quiero decir,
escuchar lo que deseo expresar,
sentir lo que siento en realidad
lograr alcanzar lo que no puedo tocar.

Se me acaba el tiempo

De llegar a mí meta soñada
inalcanzable y lejana,
hacer todo lo que quiero hacer
y, en cada milésima de segundo crecer.

Se me acaba el tiempo

De sacar provecho de mí,
intentar acercarme a los demás,
dejar huella de mi existencia
y contagiar a la humanidad.

Se me acaba el tiempo

De apreciar mi mundo y mejorarlo,
no intentar tocar el cielo,
en lugar de pedir intercambio lejano
debo hacer algo desde el suelo.

Si, se me acaba el tiempo

Y a ti también, todo corre, corre no se detiene,
no te quedes quieto en el mismo lugar
la vida es un constante movimiento
debes ahora mismo actuar.

Desperdicio mis segundos,
todos lo hacemos en alguna hora,
pero si no estás consciente de tus minutos,
entonces qué pena será cuando se te acabe el tiempo.

Si, se me acaba el tiempo.


Itzel Armida Matar Ferrales (16 años)
«Difícil»

Es difícil expresarlo,
tu estomago se revuelve,
todo el día sueñas,
piensas, te preguntas,
te sientes satisfecha,
encuentras mil respuestas,
por vez primera
descubres el azul del cielo,
crees en los encantamientos,
entiendes la definición de: ¡Especial!

El corazón te habla
te envía dulces mensajes,
la generosidad brota de tus manos
el mundo se vuelve diferente,
el agua tiene otro color,
el aire un dulce sabor,
el universo te abre los brazos,
así se siente: ¡El amor!



Itzel Armida Matar Ferrales (16 años)
«Decidida»

Tímidamente
no demuestra nada,
seriamente
llora, en soledad,
calladamente
se permite sentir,
sufre
al observar
que no quiere vivir,
nada siente,
sola observa,
callada escucha,
sufre por no hablar,
seriamente
es un ventilador
que no deja de girar
entre el callar y decir,
calladamente
saluda a su cobija
de tigres blancos,
y, decididamente:
¡Se expresa!

                                                                                  

Claudia Gamero Quiñones
«¿Me pregunto?»


Soy aire, soy materia, soy amor,
una estrella brillando en noche oscura,
cantará la lluvia,
los árboles llevaran en su murmullo
mi mensaje.

Soy reflejo en el silencio,
mi sombra me persigue
en tu ausencia.

Soy ave, con plumas
de luminosos colores
dibujando tus sueños.

Soy, flor en primavera,
vestida de alegrías,
delicadas caricias,
sutiles espinas
y espontaneas tristezas:
¡Soy mujer!

Quiero cambiar tu mundo,
guiar tus pasos
definir el rumbo,
aspirar tu aliento.

Evito la apatía,
me alejo de la ignorancia,
niego la violencia,
si debo llorar
que sea de alegría
no de recuerdos muertos.

Siempre humana,
fuerte, o débil,
seré para ti
lo que siento,
lo que pienso:
¡Soy aire, soy materia, soy amor!



Claudia Gamero Quiñones
«Tus ojos»


Dos radiantes luceros
se reflejan en los míos,
brillo luminoso
que alumbra el alma,
la pureza de tu ser.

Me pierdo en tu mirada,
más allá del tiempo,
detengo el aliento
al sentir los latidos
de tu corazón.

Agradezco al universo,
qué entre mundos,
galaxias, almas,
las nuestras coincidieron,
se entregan vida,
alegría y motivos para seguir.

Son mi guía,
mi pasión intensa
el anhelo de vivir:
¡Tus ojos!



Elvira Martínez Galindo
«Canción»


Las notas de mi canción
giran,
me elevan
hacia el infinito
son luces en el cielo,
balada,
melodía
que entona
el ritmo del amor,
corazón
que gira y gira
al compás de mi canción,
sonidos indefinibles
relajan mi ser,
ríos de silencio
corriendo sin parar,
este amor que guardo
en mi interior,
es el sueño de un adiós
que jamás llega
pues te amo,
con sublime pasión,
mi canción
es el sonido
de tu amorosa voz
cuando anuncia
que me ama
tanto,
o más que yo,
giran,
luces,
notas,
escucho,
entiendo,
amo,
el ritmo del amor.



Elvira Martínez Galindo
«La niña»


Una tarde;
lluvia cálida y silenciosa
en la orilla de la ciudad,
acompaña a la niña
que aborda el tren,
la niña solloza,
su madre la dejo partir
sin abrigo y paraguas,
la niña al bajar del tren,
en la banca se quedó sentada
espera que pase la lluvia,
lluvia del cielo,
lluvia de sus ojos,
lodo que acumula el tiempo,
agua que se encharca,
abrigos rotos,
como detener la lluvia
que ahoga el alma,
que marchita los ojos
que agrieta la piel,
como detener el dolor
de una estación vacía,
de ver el tren
nuevamente partir,
a pesar de la lluvia,
que brota del cielo,
que inunda las calles,
que ahoga la esperanza,
agua convertida en reflejo,
dolor,
vacío,
lluvia que nace
en el silencio
de tu mirada,
que pronuncia tu nombre
y grita en el viento:
¡Yo soy esa niña!


Mary de la Rosa
«En silencio»

Fue casualidad encontrarnos.
llegas de la nada esa tarde de verano.
tu mirada busco la mía y al encontrarse
nuestras almas se saludan en silencio.

Amaste mi libertad y mis ocurrencias
me ayudaste a crecer y a creer
me quisiste cada día de estos años
y en silencio me acompañaste en mí andar…

Me tendiste la mano cuando me viste caída,
me acogiste en tus brazos cuando me sentí insegura,
me ofreciste tu hombro cuando ya no aguante más el llanto
y en silencio, me ofreciste tu calor cuando tuve frio.

Me amaste cada uno de esos días,
incluso esos, en los que ni yo misma me aguantaba.
apoyaste mis locuras, metas y ambiciones
y en silencio me diste alas, me enseñaste a volar.

Amaste mis arrugas, mis estrías y mis defectos.
cada detalle me hacía más perfecta.
disfrutamos juntos ver caer la lluvia,
y en silencio, caminar tomados de la mano.

Me invitaste a seguir soñando, a olvidarme de los miedos,
a entregarte mi alma si tengo el corazón roto
me invitaste a ser amiga, compañera, confidente
y en silencio, seguir complicándonos la vida.


Mary de la Rosa
«El que te enseño a amar»

De repente llega alguien a tu vida con quien no tienes que fingir, con quien no temes soltarte, a quien le muestras tus heridas y no te asusta ser lastimado.

Llegas a amarlo porque te enseña a querer de mil maneras y cada día encuentra una nueva.

Esa persona que a pesar de no estar siempre juntos te acelera el corazón, te enseña a soñar despierta, a cerrar los ojos y sentirlo cerca.

Entiendes que él también tiene heridas de su pasad y las haces tuyas. En los pocos momentos juntos se pierden en abrazos, en caricias sin fin y es así que sus pies empiezan a echar raíces.

Aprenden a besarse sin rozar sus labios, a sentirse sin tocarse, a hacer el amor sin caricias. Te llena el alma escuchar su voz, esa voz que tanto amas.

Te enseña a respirar su ausencia y a tocarse con suspiros. Te enseña a amar su alma, no su cuerpo, a cantar su canción como si fuera tuya, a escuchar sus palabras sin hablar… a no tener miedo al mañana.

Te enseña que el amor es eso, aprender, enseñar, escuchar, aceptar, compartir, ver las cosas con los ojos del otro, disfrutar las tormentas porque sabes que vendrán días soleados. Te enseña a extrañar para después disfrutar…

Llega alguien que no esperabas y se convierte en algo que necesitas cada día por una razón diferente. Te hace volar a donde la patria empieza para disfrutar juntos una puesta de sol. Y te promete una felicidad eterna al compás de las olas.

Impregna su esencia en tu piel, graba su imagen en tu memoria y su voz sigue arrullándote como el sonido de la lluvia. Cierras los ojos y lo sientes junto a ti. Y es entonces cuando ruegas a Dios te permita abrazarlo otra vez, porque sabes que lo extrañas, lo amas, vives de su recuerdo. Porque él es quien te enseñó a amar…









Laura Isabel González Ibarra (17 años)
«Infausto»


Desde que tengo uso de razón, mi abuela Cata hacía limpias, dizque para alejar los malos espíritus; yo digo que los malos espíritus estaban en ella, porque siempre vivió encerrada en el cuartito de al lado del zaguán, ese que no tenía luz, ni ventanas, ni nada.  Decía mi papá que era bruja, yo la verdad no quiero creer en eso, porque si creyera, entonces no sería lo que soy y pensaría que todavía puede estar encerrada en ese cuarto haciendo sus mezclas para empacho que tanto le gustaba hacer.  Marica, la que le traía las yerbas, también contaba muchas cosas de la abuela, entre ellas, cómo es que duraba tantas y tantas horas sin dormir ni comer.   Ella también aseguraba que era bruja.
Cuando la abuela enfermó lo supimos de inmediato, porque ya no quiso levantarse y no dejaba de hablar sola, se la pasaba alegando no sé cuántas cosas, cosas que solo ella entendía y que parecía que se las decía a alguien más que nadie vimos, yo la verdad pienso que se volvió loca y si no era eso, poco le faltó. 
Cuando cayó enferma, hace tres semanas, llovió como nunca y ella se encerró para no escuchar tremendos truenos y relámpagos que alumbraban todo el rancho, ya no quiso saber nada de nada, ni de sus hierbas, ni de sus gallinas ponedoras, ni de la  recién levantada de su nidal con sus 11 pollos negros; ya ni siquiera volvió a echarles su maíz, las pobres ni un huevo más han querido dar desde entonces.  Y mi abuela, pos también desde entonces pareciera que se volvió otra.
Días después vino Doña Santiaga, la amiga que la visitaba muy temprano cada mañana, con la que rezaba y bailaba.  Movilizó toda la casa, tanto que mi mamá dejó la masa en el metate y las tortillas chamuscarse en el comal para poder hacer todo lo que ella dijo. A mí me ordenó ir por la gallina negra, esa de los once pollitos, cuando llegué con ella en los brazos, todavía alborotada por el correteo, doña Santiaga ya tenía el cuchillo en la mano y con un ademán me indicó que me retirara.  Pasó mucho tiempo y por fin cuando salieron ella y mi mamá con la gallina colgando de las patas, es que pude darme cuenta de que la habían matado. 
No sé para que la mataban, si de cualquier manera mi abuela siguió igual o peor que antes.
Ya el viernes que siguió, con mi abuela más enferma, no me despertó su bullicio, no escuché el murmullo que se oía de muchas voces juntas, igual como cuando enterraron el otro día al “angelito” que se murió, a pesar de que mi abuela antes le había sobado la panza.  Así igual se oía cuando lo llevaban al panteón a reza y reza, ese murmullo interminable de voces me recordó cada viernes con doña Santiaga y mi abuela Cata.  Lo que sí me despertó fue el grito de la abuela, creo que todos nos asustamos, no porque gritara, sino porque la noche anterior, parecía como muerta. 
Corrimos todos a verla, hasta mi papá que casi no cruzaba palabra con la abuela corrió también.  Mi mamá solo sentada en la cama de mi abuela a su lado, le agarraba la mano y con la otra le abría un ojo; solo escuche que le decía a mi papá que ya tenía la muerte encima, yo no sé cómo mi mamá sabe eso, pero pues si era porque los ojos de la abuela estaban secos como los buitres, pues entonces ya estaba muerta desde hace mucho.
Ahora sí que ni mi mamá, ni Doña Santiaga, ni yo mismo le atinamos, porque la abuela seguía ahí en su cama, sin moverse, pero viva.  Todos pesamos que el grito aquel eran figuraciones nuestras.  Y yo creo que sí, porque desde entonces no volvimos a escuchar nada.  Nada proveniente del cuarto de la abuela, pero sí del techo, porque desde que enfermó se oían aleteos y dicen en el pueblo que dos pájaros extraños volaban nuestra casa, para mí eso  no es novedad, siempre que mi abuela se encerraba la visitaban esos tremendos pajarotes.
Tres días después Doña Santiaga  vino nuevamente, trajo hartos huevos, yo pensé que nos haría de almorzar a mis hermanos y a mí, pero no; se metió al cuarto de mi abuela, mi mamá no quiso que nos acercáramos, en lugar de eso me pidió que me subiera al tapial para divisar si mi papá llegaba, yo creo que mi mamá tiene miedo de que mi papá supiera que Doña Santiaga vino, porque el  día que se enteró, por poco y casi mata a golpes a mi mamá, si no hubiera sido por los vecinos que le quitan el machete a tiempo.  No sé si lo que mi papá sentía era coraje, yo digo que era miedo, tenía miedo de que mi mamá aprendiera de mi abuela.  Lo que él nunca supo es que sí aprendió, porque ese mismo día que por poco la mata, vinieron dos personas y le trajeron una gallina negra, se metió al cuartito aquel que usaba mi abuela cuando la visitaban y al poco rato salieron.  A mi me gustó que vinieran, porque después que se fueron  mi mamá me mandó a la tienda a traerle una coca chiquita, disque porque le dolía la cabeza, igualito que mi abuela cuando terminaba de hacer sus limpias, pero lo curioso es que tenía dinero para comprársela.
Don Roque, el de la tienda, me preguntó por mi abuela, quizá pensó que la coca era para ella, cuando le dije que era para mi mamá se santiguó, no sé por qué lo hizo, tal vez porque le pagué con un billete.  Aunque pensándolo bien, muchos se persignaban cuando oían hablar de mi abuela, ¿será que se estaban dando cuenta, como yo, de que mi mamá estaba aprendiendo? Total eso a mí no me interesó mucho, lo único que quería es que ella pudiera darme dinero para poder apostar en las canicas con mis amigos..
Cuando regresé mi abuela ya estaba bien dura. No supe ni en qué momento se murió pues yo la había dejado bien viva. La enterramos al día siguiente, no hubo tiempo de ponerle el vestido de organza que quería, porque la costurera no quiso hacérselo, es más creo que ni siquiera la cambiaron, no, pues cómo iba a ser, si nadie se arrimó ni siquiera para dar el pésame, mucho menos para ayudar a la pobre de mi mamá con mi abuela ya muerta.
La enterramos en el corral de las gallinas, junto al manantial, porque el cura del pueblo no dejó que la sepultáramos en el panteón, que porque ella estaba maldita.  Solo mi madre visitaba su tumba todos los días y le ponía un vaso con agua que tomaba del manantial.  Igual que la tumba, mi mamá se  consumió poco a poco y más cuando mi padre nos abandonó alegando no aguantar sus tristezas.
Desde entonces ya nadie visita la casa, los animales se han muerto poco a poco, el manantial está lleno de sapos y la dos tumbas desaparecen a ratos bajo la hierba.  Ahora que yo he vuelto al pueblo la gente me mira extraño, pues llevo puesta mi sotana negra.











Elihú Alejandro Orona García (17 años)
«Esta noche»
(Canción)


Con que palabras yo te explico,
este dolor que siento,
te fuiste,
me dejaste, me olvidaste
y mi corazón acabaste.

Ahora por las noches
pienso en ti mujer
que daría yo, que daría yo,
por de nuevo poder abrazarte
que daría yo, que daría yo,
por de nuevo poder abrazarte.

Intenté olvidarte,
perdóname mi amor te fallé,
pero esta noche me la robo
y verás cómo te vuelves a enamorar de mí,
pero esta noche me la robo
y verás cómo te vuelves a enamorar de mí.

Concédeme esta noche
junto a ti en mi mente,
dame esta noche a tu lado mi amor,
pues quiero renacer
nuestro amor con la luna
y cuando yo despierte
tú te irás para siempre.



SIGALA SARMIENTO HANNY LILIANA
GRUPO: 205V
PLANTEL COBAED 09 LOMAS

¿Cómo mejorar las relaciones interpersonales en el trabajo y el estudio?


Las relaciones interpersonales se refieren a la interacción a una asociación entre dos o más personas; estas pueden basarse en emociones y sentimientos como el amor, gusto artístico, interés por los negocios y por las actividades sociales.
En lo personal creo que las relaciones interpersonales son reguladas por ley, costumbre o acuerdo mutuo; son una base o un entromodo fundamental en los grupos sociales. Juegan un papel fundamental en el desarrollo integral de las personas. A través de ellas el individuo obtiene importantes refuerzos sociales, lo que favorece su adaptación e integración.
Gracias al hecho de comenzar a trabajar a una temprana edad he aprendido a socializar con diversos tipos de personas también el afrontar diversas circunstancias y situaciones, la experiencia que me ha dejado mi trabajo, es el aprender a convivir con diversas personas de diferentes edades ya sea mayores o menores a mi edad.
En el ámbito del estudio he aprendido a interactuar entre los docentes y personal educativo de la institución donde estudio, también el intercambiar y sabernos identificarnos con estos he establecido lazos de afecto que nos permite unirnos y desarrollar un tipo de comunicación diferente al de nuestra familia o entorno laboral.
Todo esto me ha dejado el aprender a expresarme en cualquier lugar y ante cualquier situación que se presente, también a lograr intercambiar ideas, experiencias, valores, trasmitir sentimientos, actividades y sobre todo conocer un poco al individuo con el que trato, al mismo tiempo que conozco mis capacidades como ser humano.
En mi punto de vista estas son algunas sugerencias que me han servido para mejorar las relaciones interpersonales:
Comprender a mi compañero de trabajo o escuela
Prestar atención a los pequeños detalles
Mantener los compromisos
Aclarar expectativas
Ser una persona integra
Disculparme de forma sincera
Dar afecto
Realizar mis metas a corto y largo plazo.




M.E. Sandra Verónica Díaz Aguirre
Informática
PLANTEL COBAED 09 LOMAS
El poder de la disciplina en tu vida.



Generar el hábito de la disciplina en nuestra vida diaria, es una tarea que puede resultar difícil para muchos. Sin embargo, la disciplina puede traer muchas más ventajas que desventajas, de hecho te puedo decir con certeza que no encuentro una desventaja en ser disciplinado. La disciplina es un hábito que se genera en base al compromiso, es autocontrol, pero sobre todo podría decir que la disciplina es tener en claro tus objetivos, tener la mirada fija en estos, a tal grado que no eres capaz de sucumbir a ningún camino que te desvié de ellos.
La disciplina es la clave del éxito.
 Para poder tener éxito en tu vida, es fundamental contar con disciplina. Podría mencionar otros como, creatividad, constancia, esfuerzo, talento, inteligencia. Pero la disciplina es la pieza clave para lograr tus objetivos. Sin disciplina, cualquier cosa que hagas, que incluye el ámbito laboral, hasta el ámbito personal, como el ejercicio, vicios, comer saludable, serían imposibles de lograr. Es más que necesario empezar a trabajar en tu disciplina, si quieres ser una persona exitosa y que cumple sus metas. La definición más certera de disciplina podría ser: La disciplina como la coordinación de actitudes que busca conseguir orden para desarrollar actividades específicas y/o conseguir resultados positivos lo más pronto posible. Como mencionaba arriba, la disciplina requiere autocontrol, poner normas, objetivos, reglas, que se deben de cumplir para lograr lo que te propongas. Adentrándonos al tema de las normas, son normas autoimpuestas, necesarias para poder tener éxito. Supongamos, un ejemplo podría ser, que tú te pongas la norma de levantarte todos los días temprano, para aprovechar más tú tiempo y ser más productivo en tu trabajo. Este tipo de normas, son necesarias para poder lograr objetivos, tal vez si fallas, nadie te dirá nada, pero te estarás fallando a ti mismo, y mucho tiene que ver con la conciencia, el hecho de que cumpliendo las normas auto impuestas, te sientas mejor. Tal vez otra norma, podría ser el dejar de fumar, porque sabes que no le hace bien a tu cuerpo, entonces estableces el objetivo y pasos necesarios para lograrlo. Bajar la cantidad de cigarrillos al día, o dejar de fumar por completo, etc. Establecer un compromiso con uno mismo, es parte de la disciplina, es realmente comprometernos y tener una visión clara y a futuro, de lo que queremos para nosotros, y es tanto el deseo que nada te parará para que lo logres. El orden, también es parte primordial de la disciplina, ser ordenado y comprometido es básico para no fracasar. Exigirte más de la cuenta, dar ese extra, debe de ser necesario al momento de practicar la disciplina. ¿Por qué?, porque al momento que establecemos un compromiso con nosotros mismos, debemos saber que somos capaces de eso y más, una persona en busca de la excelencia, no le gusta estar en su zona de confort. Ser disciplinado debe de ser un hábito, algo que debes de cultivar día a día. Aunque a veces no quieras o sientas que no puedes, DEBES DE, eso es parte de la disciplina. Muchas veces sentirás que ya no quieres seguir, que ya no puedes. Querrás renunciar a tus objetivos y dar por perdida la batalla. Ahí es cuando la disciplina debe de entrar, cuando ya no quieras, te debes de forzar a hacerlo, porque sabes que la recompensa es grande y que todo es por tu bien. La disciplina, es parte primordial para tener éxito, y no, no es difícil de adquirir, solo debes de estar dispuesto a comprometerte contigo mismo, tan en serio, y con tus objetivos, que seguirás adelante, no importa si el panorama, en alguna o varias ocasiones, no sea el más alentador.Existen estudios que demuestran que las personas con autodisciplina son más felices. Pero, puede ser difícil de creer si tienes la opción de dormir en lugar de ir al gimnasio. Las personas con un mayor grado de autocontrol pasan menos tiempo considerando si deben o no satisfacer las conductas que perjudican su salud, y son capaces de tomar decisiones positivas con mayor facilidad. No dejan que los impulsos o los sentimientos dispongan de sus elecciones. En su lugar, toman decisiones equilibradas, y, como resultado, tienden a sentirse más satisfechos con sus vidas. Existen cosas que te servirán para aprender a ser disciplinado y que te ayudarán a ganar la fuerza de voluntad que necesitas para tener una vida más feliz. Si estás en busca de tomar el control de tus hábitos y decisiones, aquí te damos las diez cosas más eficientes que puede hacer para dominar el arte del autocontrol.

1.    CONSIDERA TUS DEBILIDADES
Todos tenemos debilidades que tienen efectos particulares en nosotros. Pueden ir desde pensar en la comida chatarra como papas fritas o galletas de chocolate, hasta la tecnología con el uso de Facebook o la última aplicación de juegos que causan adicción.
Reconoce tus defectos sin importar cuáles son. A menudo,  muchas personas intentan pretender que no son vulnerables a algo o tratan de esconderlas. Ten claros tus defectos, de lo contrario no podrás vencerlos hasta que los visualices.

2. ALEJATE DE LAS TENTACIONES
Como dice el refrán, "fuera de la vista, fuera de la mente". Puede parecerte tonto, pero esta frase tiene un poderoso consejo. Es simple, aléjate de las tentaciones más grandes de tu entorno, y tu disciplina mejorará en gran medida.
Si quieres comer más saludable, tira la comida chatarra a la basura. Si deseas mejorar tu productividad en el trabajo, bloquea las notificaciones de redes sociales y pon en silencio tu teléfono celular. Cuantas menos distracciones tengas, más enfocado estarás en lograr tus metas. Prepárate para el éxito alejándote de las malas influencias.

3. ESTABLECE METAS MAS CLARAS Y TEN UN PLAN DE ACCION
Si quieres alcanzar el autocontrol, debes tener una visión clara de lo que esperas lograr. También debes tener una idea clara de lo que el éxito significa para ti. Después de todo, si no sabes hacia dónde vas, es fácil perderte o desviarte del camino. Tener un plan claro marcará cada paso que debes dar para alcanzar tus metas. Averigua quién eres en realidad y de qué estas hecho. Crea un mantra para mantenerte enfocado. Las personas exitosas para mantenerse en el camino y establecer una meta clara utilizan esta técnica.

4. DESARROLLA AUTODISCIPLINA
No nacemos con disciplina, este es un comportamiento que se va aprendiendo. Y, de la misma forma que con cualquier otra habilidad que quieras dominar, requiere de una práctica diaria y de repetitiva. Igual que ir al gimnasio, la fuerza de voluntad y la autodisciplina requieren de mucho trabajo. A medida que el tiempo pasa, puede ser cada vez más difícil mantener tu fuerza de voluntad en jaque. Mientras más grande sea la tentación o la decisión, más difícil será hacerle frente a otras tareas que también requieren del autocontrol. Por eso, trabaja diario en la construcción de tu autodisciplina.

5. CREA HABITOS SIMPLES
Ser disciplinado y trabajar para crear un nuevo hábito puede ser desalentador al principio, especialmente si te enfocas en todo lo que tienes que hacer. Para que esta situación no te haga sentir intimidado, no te compliques. Alcanza tu meta a través de pequeños pasos en lugar de intentar cambiar todo al mismo tiempo, piensa en hacer una cosa de manera consistente y con esa meta en la mente te dominarás.
Si estás tratando de ponerte en forma, empieza por trabajar 10 o 15 minutos al día. Si estás intentando dormir mejor, empieza por irte a la cama 15 minutos antes cada noche. Si quieres comer más saludable, comienza por preparar por las noches tu almuerzo del día siguiente. Puedes agregar más objetivos a tu lista conforme te sientas listo.

6. COME SANO Y DE MANERA REGULAR
Esa sensación de irritabilidad que sientes cuando tienes hambre, es real y puede causar un impacto importante en tu fuerza de voluntad. Se ha demostrado que a menudo la baja de azúcar en la sangre, debilita la visión de las personas, y los transforma en alguien gruñón y pesimista.
Cuando tienes hambre, la capacidad para poder concentrarte se daña y tu cerebro no tiene un buen desempeño. Es probable que tu autocontrol se debilite en todos los aspectos, incluyendo la dieta, el ejercicio, el trabajo y hasta tus relaciones. Así que para mantenerte en orden, aliméntate sano y regularmente.


7. CAMBIA TU PERCEPCION ACERCA DE TU FUERZA DE VOLUNTAD
Según un estudio de la Universidad de Stanford, la cantidad de fuerza de voluntad que tiene una persona está predeterminada por lo que concibe. Si crees que tienes poca fuerza de voluntad, es probable que no superes esos límites. Si no te limitas, es probable que alcances tus metas. Es probable que nuestras ideas sobre la fuerza de voluntad y el autocontrol nos determinen. Si logras eliminar esos obstáculos subconscientes y crees que puedes conseguir lo que te propones, entonces te estarás dando el impulso adicional de motivación que necesitas para cumplir tus metas.

8. TEN UN PLAN B
Los psicólogos usan una técnica llamada "intención de implementación" para elevar la fuerza de voluntad. Por un momento, imagina que intentas comer más sano, pero te diriges a una fiesta en donde se servirá mucha comida. Es ahí cuando sabes que tienes que lidiar con una situación difícil pero que resolverás.
Antes de partir, dile a tu mente que en lugar de bucear en un plato de queso y galletas, vas a beber un vaso de agua y te enfocaras en socializar. Llegar con un plan te ayudará a prepararte mentalmente y a tener el control necesario para la situación. Ahorrarás energía al no tener que tomar una decisión repentina basada en tus emociones.

9. RECOMPENSATE
Piensa en algo que te emocione y recompénsate cuando logres tus metas. Justo como cuando eras un pequeño y conseguías un premio por portarte bien. Pensar en algo que te guste puede ser la motivación que necesitas para tener éxito. Anticiparte tiene sus beneficios, te da un motivo por el cual obsesionarte y concentrarte, ahora no estarás pensando nada más en lo que debes cambiar. Y cuando alcances tu meta, encuentra una nueva recompensa para continuar avanzando.

10. PERDONATE Y AVANZA
Incluso con todas nuestras mejores intenciones y nuestros planes bien definidos, a veces nos quedamos cerca de alcanzar nuestras metas. Esto suele pasar. Puedes tener altibajos, grandes éxitos y fracasos lamentables. La clave es seguir avanzando. Si tropiezas, reconoce lo que lo causó y sigue adelante. No te dejes envolver por la culpa, la ira o la frustración, porque estas emociones solo te arrastrarán y van a impedir tu progreso. Aprende de tus errores y perdónate. Retoma el juego y vuelve a enfocarte en tus metas.





Comentarios

Populares