Poemas Grito de Mujer 2019-Chihuahua-México
Alma Delia Cuevas Cabrera
El grito y el otro grito
“A las más de 23,800 mujeres asesinadas en una década”
El país 8 de marzo 2018
Se desintegra el infinito en el escalofrío de aullido que escapa
sin conocer la voz estrangulada, el grito y otro grito es desconocido
Lo morado de tu cuerpo pinta el mío en la asfixia de tu vida
se extiende un manto negro en este día te encuentro
con el rostro perdido y tus manos sueltas.
Has volado al universo hace horas, no estuve aquí para ayudarte
para que no te fueras de mí y todavía me sonrieras.
Mañana irías de compras y planearíamos la navidad siguiente
cuatro velas se encienden y el incienso se abre
para conocer la ausencia de mujer, se va sin decir adiós.
Sin tener presente, floto entre flores blancas, rojas y amarillas
coronas floridas se despiden de ti dentro de ese cuadro
aún no entiendo lo helado de tu cuerpo.
Retuerzo los minutos que faltan para llenar la tumba
una mujer es asesinada cada cierto tiempo
en la brutalidad de los hombres.
Los instantes golpean mi mente solo para recordar tu voz
tu temple rodea mi ser¡soy fuerte! y te dejo ir en el grito
y el otro grito de mujeres que han muerto como tú.
Aranza Sánchez González.
Fénix
Nos han hecho sentir vergüenza
de un cuerpo que aunque sea nuestro, les pertenece a ellos.
Nos han obligado a ver a la feminidad
como si se tratara de un pecado y no del mejor de los milagros.
Nos han quemado por brujas.
Nos han alabado por vírgenes.
Nos han señalado por putas.
Nos han hecho creer que nuestro propio valor
reside en sus manos.
Nos
han
mancillado,
despedazado,
mutilado,
despellejado,
hasta volvernos cenizas.
Y entonces nosotras resurgimos como ave fénix.
Galia Mirsha
Camila
A la memoria de Seyni Camila Cobos Medina,
asesinada a sus 7 años por un violador
en la ciudad de Chihuahua en 2018
Era tu hija.
Tu niña que cuando llega llorando a casa
porque un hombre en la calle
le agarró las nalgas,
tu le dices que es su culpa
por usar falda corta.
Era tu hija.
La adolescente desnuda de la foto
que obsequias a tus amigos
en los grupos de watsapp.
O la que baila en la mesa del bar
y es la más cara
por ser la mas chiquita.
Era tu hija de virginal pureza
con perfume de gardenias en su boca
a quien de regalo por sus quince años
le pagaste un tratamiento de laser
para que su pubis sea siempre de niña
y no le vaya a poner gesto de asco
su príncipe azul en la noche de bodas.
Era tu hija
la que tiene un marido
que le dobla la edad y un día
la dejará
por otra mujer más joven
pues un hombre de éxito
no puede rebajarse
a follar el cuerpo "fofo"
de una vieja.
Si vas a ir a reclamarle al gobierno
por no dar seguridad a la niñez,
¿aprovecharás para exigirle
que "legalicen a las de dieciséis"?
Esa niña era tu hija,
a quien el poder del Estado
“secuestrado por las feministas”
no te permite visitar
solo por los golpes
con los que casi matas
a su madre.
Era tu hija, a quien su padrastro
ha estado manoseando desde los seis años
pero no estarás ahí para cuidarla
porque al romper con su madre
desapareciste
para no pagarle pensión a una puta
que te dejó por otro.
Era tu hija
la que llevaste más allá de la frontera
para sacarle lo que le dejó en el vientre
tu hermano, tu primo, o el cura
antes de que alguien se entere
y ponga en entredicho la honra familiar.
Porque en esta sociedad ya no hay valores
“las mujeres no se dan a respetar”
se atreven a salir solas a la calle
y todavía se andan quejando
de que las violan y las tiran en la presa.
Era tu hijita que,
mañana cuando desaparezca
y pongas la queja en la policía,
el agente del ministerio público
pedirá que no te preocupes
pues de seguro "se fue con el novio".
Era tu hija de dieciséis años
a quien más de quinientas veces han hallado
mutilada, violada, asesinada,
pero como ya tiene edad y pobreza
para ir a trabajar en la maquila
la moral de los buenos ciudadanos
escupe sobre su cadáver
que "de seguro ella se lo buscó".
Era tu hija.
Si vas a ir a linchar al asesino
mira que vas a necesitar refuerzos.
Camila era tu hija
y el hombre que la mató
también.
José Iván Cervantes Ibarra
Tan fácil
Cuesta más encarcelar que volver a matar, violar, ultrajar.
Cuesta más para la justicia llevar a cabo la investigación
que dejar en libertad a quien comete atrocidades,
a quien hurta de ellas las flores.
Cuesta más la indiferencia que la concientización:
Han robado de tu huerto
tu voz y tu sueño,
te han callado de tajada,
sin darte oportunidad de extender tus alas,
te han arrebatado el
pulso y la libertad sin pregunta,
sin tacto, sin respeto.
Ahora yaces en el
abandono y en la incertidumbre,
bajo la sombra de todos y
la impotencia de tus semejantes.
Te han cortado la flor que llevas dentro,
destrozando tu nombre,
malbaratando tu piel.
Tienes nombre y apellido,
te cuentas por docenas y
por regiones,
tienes las manos atadas
y las ilusiones altas,
tienes el llanto a brotar por montones,
el temor se escurre de tu piel,
y nadie puede salvarte,
nadie sabe dónde estás,
dónde te han dejado.
Lo que saben lo callan y no ayudan,
los que saben te han hurtado tu inocencia,
tu risa,
los que saben,
quizá ya te tengan sin vida en un sepultura
sin cruz,
sin localización
y sólo con tu memoria.
Luis Arnulfo Medina Lira
Soneto neto
Nuestra sangre, el sudor y la sonrisa
se van de nuestra humilde calavera,
y aquí seguimos, formados en la hilera,
sin quejas, aguantando la madriza.
Ni fuego ni carbón, tal vez ceniza,
tenemos alma de pobre pordiosera,
alma chica que, cuando mucho, espera
que la salven o admiren por sumisa.
Y andamos resignados a esta suerte,
murmurando de atrás para adelante
quejas flacas como la misma muerte
sin que algo nos altere o nos espante…
Y es por esto por lo que se hace fuerte
este vil y corrupto gobernante.
Marcela Yanine Zamudio Escobedo
Mukí
La RAE me jugó una broma cuando le pregunté
la definición de mujer y se limitó a responder:
Persona del sexo femenino,
a mí cuatro palabras
no me sirven ni para Haikú.
Porque yo como mujer provengo de la caverna,
soy la superviviente, la recolectora.
La Mesopotámica, la escriba.
La Griega, Pandora del reflejo de Afrodita y las prendas de Atenea,
la tejedora, la madre, la cocinera, la poetisa y la Antígona.
La Romana, la vetada, la condenada, la que recitaba poemas, la costurera, la comerciante, la mercancía, la perpetuadora del linaje, la alianza.
La Egipcia, la frívola, la calculadora, la caprichosa, la dueña de la tierra, de la herencia, de la casa.
La medieval, la campesina, agricultora,
partera, nodriza, sembradora, hiladora,
la expulsada, la bruja, la hechicera.
La mestiza, la que se reconquista.
La renacida, la recluida, la bordadora, la industrial, la explotada, la institutriz, la dama de compañía, la enfermera.
La contemporánea, la obrera, la asalariada, la guardería, la oficinista, la sindicalista, la productiva, la cosecha, la guerrillera.
La Amazónica y su naturaleza. La Celta, aventurera, compañera, emancipada, profesional. La Vikinga, la jefa, la escandinava, la divorciada.
Soy Macuilxochitzin, soy todas las Marías, Moliner, Telo, Izquierdo, Felix, Pilar Roldán, Soy Sor Juana Inés, Josefa Ortiz, Elvia Carrillo, La monja Roja, Clara Campoamor, Lola Álvarez, Leona Vicario, Eleanor Rooselvet y Elena Poniatowska.
Soy la vulva, inmoral, la libre, transgresora, la Diosa, apocalíptica, la oscura, lunática.
Soy el enjambre de las mujeres que me antecedieron, seré la miel para las que llegarán. He visto la construcción de mujeres que no nacen con sexo femenino.
Y no me basta, no me basta querida R.A.E. que la definición de mujer quepa en cuatro palabras jamás.
María del Carmen Perera Morales
Idiosincrasia de mujer
Este es uno de los tantos poemas atorados en gargantas de mujer.
es hora de sacarlos al mundo y que ardan, truenen, muerdan.
Ser mujer no es un castigo, es una bendición.
La voz femenina le grita a la sociedad que la lleva cocida al llamado
del hombre,
a criar los hijos y los hijos de los hijos con delantal de rutina,
hastío y desilusión...
Asfixian nuestro amor propio y nos apagan poco a poco,
nos quitan la voz, los gestos, las decisiones y hasta el nombre,
nos invitan a la rabia, a la decepción, al suicidio.
La voz femenina le grita al hombre con la fiebre fatal del poderoso,
al “macho”, “varón”, “masculino” que ignora, esclaviza y humilla…
Retrógrado binomio este que nos devora, hombre y sociedad,
aprendices de un mismo curso que nos miran desde arriba con indiferencia
como a flores raras de absoluta vulnerabilidad,
nos etiquetan como adornos obsoletos, marionetas de estación,
fábricas de hacer hijos y dar placer.
¿Quién dice que somos diferentes a los hombres?
¿Acaso el sexo nos define frágiles, inseguras y tontas?
La vagina no es una frontera para la vida.
Mujer es madre, hija, abuela, hermana, tía, nana, esposa, amante,
trabajadora, ama de casa, guerrillera, obrera, policía, negociante,
ejecutiva, artista, religiosa, atea, cartomántica, santera, lesbiana,
prostituta, trans, chiflada, demente, juiciosa, convicta, adicta, infiel,
leal, apasionada, vehemente, visceral, pacífica, frívola, inconsecuente,
altanera, coqueta, tierna, inteligente, grandiosa, magnífica, feminista ¡sí!
Mujer con defectos y virtudes pero mujer con mayúscula,
hospitalaria, sencilla, sincera, amorosa, necesaria, imprescindible.
Mujer que acoraza el corazón a flor y fuego.
Somos guerreras y arañamos la vida para seguir la marcha
aún cuando nos arrinconan, nos limitan y nos cierran el paso,
y cada día la mujer demuestra que todo lo puede si se le toma en cuenta
y eso es lo que hay que defender el respeto a la mujer,
mujer sin razas, sin barreras, sin límites, sin fronteras…solo mujer
No somos de Marte, vivimos en este planeta Tierra, pisamos firme,
asumimos los mismos riesgos, los mismos miedos, las mismas deudas,
los mismos cambios, los avatares, las alegrías, las tristezas y hasta la muerte…
Atravesamos las mismas crisis, las mismas catástrofes, las mismas miserias,
las mismas injusticias, las mismas diferencias, las mismas guerras,
tratamos de sobrevivir en esta misma jungla de mundo que vivimos hoy,
defendiendo nuestro espacio, la prole y el amor como leonas.
No queremos el protagónico, ni la primera página en Playboy,
concédannos tan solo el respeto a la voz, a la esencia, a la vida,
a nuestra idiosincrasia de mujer.
Mayevi Hadith Galindo
Caperucita
Yo fui nínfula, doce años
me calculaban quince
pero estaba en sexto.
Viajamos a la escuela de mi hermana
iba a graduarse en la universidad.
Allí me conoció.
Jugaba en un jardín
con mi hermana de nueve.
Se acercó.
En la cena, el chico rozó mi hombro con sus dedos
con disimulo
olió mi cabello.
Yo no hice nada. Me dejé, pensaría
¿Qué iba a hacer? No dije nada
no haría un escándalo
debía portarme bien
me sonreí para disimular
no volteé nunca a verlo.
Me siguió.
Fui señalada por el lobo.
El jardinero escogió una rosa.
Yo no sabía si jugar o maquillarme.
Un chico de universidad
un joven de clase media
un estudiante promedio
una niña de sexto.
Sagrario Melina Loya
Conciencia
Ella me pide buscar al monstruo debajo de la cama
Le digo: no es sólo uno, son legión
Y no están debajo de la cama habitan en mí
al límite de los recuerdos
como síndrome-trastorno-enfermedad
(mi vida es una tríada --- no un acorde)
Unos escriben poemas para justificar su existencia
y en mi discapacidad lectora
-lo juro, sus elementos no comunican-
yo creo en Baudelaire
y encuentro en sus flores el rezo del novenario
Otros vuelan
o lo suponen
porque me ven desde arriba
"El tres es el número más perfecto", interrumpo
"y el olvido, dijo Borges, es una forma de perdón"
Pero esta memoria mía...
Ella insiste: busca
Ahora el absurdo me invade para esperar a Godot
"Mis demonios tienen nombres germánicos o judíos
Lo sé, yo los he bautizado"
Y el verdadero horror no son ellos
soy yo en el reflejo de sus ojos
Me es imposible ser atea
porque a un enemigo no se le niega, se le indaga.
Lo contrario es ridículo: no se puede odiar lo que no se conoce.
Y yo lo conocí, un tres de un mes tres…
Si antes la vida era la asíntota de una sonrisa
y luego se tornó un hueco en la curvatura del adiós
Si ahora soy un ser mitad Cupido y mitad buey
y aún puedo enamorarme como cuando tuve diecisiete
¿qué más daría saber que mi piel de niña también fue piel de mujer?
Quien busca, encuentra.
Y ella me aniquila
poniendo entre mi vista y el universo
un espejo.
Susana Argueta
A diario
Es a diario.
Camino sola
Y el eco de mis pasos se pierde en el frío de la oscura mañana.
la calle vacía se agranda, más
y más.
La piel se eriza.
El corazón palpita más fuerte.
Las piernas se aflojan
La respiración se agita.
Creo ver sombras avanzando detrás de mí.
No hay nadie.
Aprieto el paso,
Debo llegar pronto,
Debo llegar.
A lo lejos, alguien pasa y me observa.
¿Me mira a mí o a la casualidad?
No hay respuesta.
Mañana volveré a tener miedo.
De cualquier manera.
Verónica Leyes Castro
Más allá de la ventana
La agitación merma y el corazón va en picada.
Una vez más
Me entrego al silbido en mi cabeza.
Ese que ensordece los oídos
Y enmudece el alma.
Los recuerdos, complotados en el aire
Para castigarme de nuevo.
Alrededor, el jolgorio interminable de los idiotas.
Y no vaya mi alama a mirar
Más allá de la ventana.
¡Pecadora!
No se empañen los ojos con el pesar
De la herida.
¡Mal agradecida!
Que no se agriete la voz con la queja
Que no se seque la piel, si el deseo no viene.
Que no tiemble el pulso
Si llega la desdicha
Para golpearme la cara.
¡Calla!
No te atrevas a decir que esta vida
No es, si no, lo que debe.
No te irrites con el ruido de la casa
Ni los niños que no duermen
Ni la luz de la cocina
Que nunca nadie apaga.
No veas pasar los días
Para que no los cuentes,
Desde tu pequeña jaula.
Mientras el verdugo toma nota
De sus tantas fanfarronerías.
No quieras desear siquiera
Olvida tus sueños
Tus manos son hechas para fregar
No más que los paños
Y no otros cuerpos.
Guarda las ganas
En los bolsillos.
No quieras volar, ni el viento.
No busques en los cajones
La droga para el desvelo.
No seas mala
Seria
Honesta.
No ardas, no rías sin miedo.
Resignarse a morir es la meta
Y eso es todo.
Solo eso.
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