Poemas Grito de Mujer 2019-Caracas-Venezuela

SI TAN SOLO…
Por Merchi Silkva







Si tan solo, una gota de rocío bastara para olvidar el dolor de una herida abierta…
Si tan solo, el perfume de una flor cortada bastara para entender el sacrificio de una vida olvidada…
Si tan solo, mi memoria inconsciente no supiera, ni viera nada…
Si tan solo, el perdón brotara como agua de una fuente en el desierto de la soledad vejada…
Si tan solo, pudiera no sentir este vacío de saber quién eres y en lo que te has convertido desde hace nada…
Si tan solo, mis lágrimas sanaran la herida abierta que me desgarra…
Si tan solo…, jamás hubiera sabido que las heridas de mi infancia, tenían tu sello en mi carne y en mi Alma: Papá…




 




LOS MANDAMIENTOS
Por Dairo Piñeres





No respires, no respires,
No mires cuando te llaman
No te arrepientas de ti
No te acerques a mi olor
No tomes mi sudor en cuenta
No te agotes, no te canses
No cierres la vigilancia
No camines igual, ni pienses
No creas, no obedezcas

No respires, No respires
La muerte es azul y verde
El negro no es un color, es un abismo
No niegues este poema
No comas, tan solo bebe
No entiendas a tu manera
O simplemente no entiendas
No corrijas, no me beses
No dejes de masturbarme
No congeles ya tu sangre
No pidas hombres ajenos
No codicies a mi amante
No acabes, acabo yo
No te rías, no contestes
No llores, ni te entristezcas
O simplemente, no sientas
No duermas, no sueñes nada
No ames si es que es tu vida
No me acaricies la espalda
No me limpies a los oídos
No dejes tu vientre solo
No escondas ningún objeto
No bailes, no toques vellos
No construyas otro cielo
No dispares con cigarros
No orines, no ir al baño
No amar la pareja ajena
No creas en ningún hombre
No beses a una mujer
No actúes, no actúes nunca
Solo quémame la piel
 






PRISIÓN
Por Elizabeth Blandín



Desnudas sobre la tierra
con el rostro pegado a las piedras
los ojos cerrados
espalda contra el sol
las manos inmóviles
la lengua inmóvil
vacíos y espejos
dentro de ti
sacúdete
su ego te carcome
te pudre
te aprieta
te aísla
te envicia
¡Déjalo ir!
antes que te alcance
y te bese el crepúsculo
 







OBJETO
Por Dairo Piñeres



Arrastrarte hasta mi cuerpo
Humillarte
Desangrarte
Estrujarte
Acabarte
Violarte
Revolcarte
Entregarte
Maltratarte

Amarte, amarte, amarte

Ahorcarte
Orinarte
Flagelarte
Congelarte
Masturbarte
Silenciarte
Decorarte

Palparte, palparte, palparte

Sentirte
Penetrarte
Enjabonarte
Rascarte
Eyacularte

Insinuarte, insinuarte, insinuarte
Luego dejarte… dejarte sola. 
FÉNIX
Por Elizabeth Blandín

Caí
regresé a la tierra
cenizas a los huesos
en un grito

Estaciones circulares
anidan en los ojos
negándose el alma arrinconarse
—¡Arrinconarse nunca más!—

Silencios derrumbándose
germinan ante la tempestad
¿Hay alguien más?
Una mirada
—Soy yo—
 







NATURALMENTE TEÑIDA
Por Dairo Piñeres




Naturalmente teñida, cosida, torcida
Abrazada a tus recuerdos
El amor en un abrazo y el abrazo en un beso
Naturalmente teñida, con pantaletas y opio
Corrugada y atrevida
Mordida por mis poemas
Cansada por sus pecados
Violada y como desnuda, desnuda
Desnuda de tarde y noche
Desnuda de vino y senos
Naturalmente besada por mis labios de cemento
Las niñas y la cocina, los relojes y rosarios
Tu virginidad perdida
Tu cigarro que se apaga
Entonces, entonces toses, consternada
Las Diosas y Las Casandras
Las Rosas y Las Barandas
Naturalmente teñida, de lisos bucles. Cortos, los pelos y los cabellos
Actriz de mis cuatro vientos
Soñada, semidormida
Narices de terciopelo, conmovida, conmovida
Cortada y semicortada
Que estás cosiendo conmigo;
Teñida naturalmente de falos adormecidos
De tríos, de orquestas de hombres
De tipos de otros países
La sangre que te brotaba
La sangre de mis amores
La sangre que se te encoge
La sangre que ahora lloro…
Naturalmente desnuda, teñida
Alucinada, con un par de Orzuelos de Oro
Como flor empobrecida
Te rebelas por los ojos y te quedas
Y te quedas, y te vas, y no te quedas
Siempre, siempre amada mía
Naturalmente teñida.
 






HAMBRIENTOS
Por Elizabeth Blandín




Días con sus horas
semanas, segundos
meses sin minutos
años
la nada

Sacos de huesos
canturrean a los oídos
susurran
gritan
cantan

Hieden a saliva
a cal
a inmundicia
a corrupción
a excremento

Gruñen desde el ombligo los caídos
retorcidos
asfixiados
quebrados
iluminados

—Faroles y vientos, nos guían, nos pierden—

Caída libre
bajo el agua
arriba del fuego
zapatos colgando
sobre las cabezas

Hay una luz
una sacudida
a punto de caer
nos traga la tierra

Banderas de sangre
botas en el fango
fúsiles retumbando en el desierto
apilados, casi muertos
los hombres sin nombres

—Nuestros nombres…—

Ignorados
sepultados
olvidados
sin memorias
suspendidos en el aire

—Sin gloria—

Lloremos
Sí, lloremos
 





LAS AGUAS DE OFELIA…
Por Dairo Piñeres


De las musas hoy solo tengo una… Una que llueve nostalgias… Una que amanece en las aguas de Ofelia… Una que mira a mis ojos sin mirar… Una que ve mi alma sin saber… Una que siente lo que escribo y se niega a leer… Si es gris la noche más gris es la lágrima que vierto en este poema… Lágrima extraña tan libre como mis palabras… Tan beligerante como mi corriente sanguínea que se acelera cuando deseo sus poros… Musa que me pide silencio… Y tonto que lo haré… Aunque no acostumbro a seguir órdenes… Lo haré… Sin explicación lo haré… Este unicornio que se despliega a veces en bestia y a veces en libélula tiene en su alma la palabra desnuda para ella… La palabra sin vías para ella… La palabra abierta para ella… La palabra a punto para sus labios… Para su espalda… Para su vientre… Para su cuello… La palabra que siempre querré decir en su oído… cerca… Tan cerca que encienda su invierno y desate sus miedos… Rompa sus tormentas… Caigan sus hechizos en la galaxia de mis sueños… Bajen sus puertas y queden abiertas sin temor a cerrarlas… Como hoy… Como nunca… Como muerte que viene en su corcel dorado a impedir que los incautos sientan y suenen… De mis musas sólo tengo una… Que levanto a naranjas tu olor que estaciono en mi recuerdo… Y aunque no haya estragos… Ni fraudes con tu cabello… Volar sin sentido entonces volar sin destino…





 
EXPECTACIÓN
Por Elizabeth Blandín




Falsas epifanías
ser rastros de arena
óxido de cruz en los labios
salivando a tierra mojada

Distantes los puentes
naufragios por las ventanas
cabeceamos en el abismo
enaguas despojadas

Pintor que traspasa los dedos
carbón extraviado en el hielo
correr, velar al silencio
mortaja húmeda en la cara

Madriguera astrales
se miran sin verse
oráculos purpúreos
al roce de la oreja

Correr el velo
marchito
perverso
—Tu final—

Desnudas
en la ciénaga
sin bautismo
germinan

—Ver debajo del agua—

Mueren y vives
Viven y mueres
en el fango
abrirás las piernas

—Nacerás virgen—

 






VENGANZA…
Por Merchi Silkva





Disfruto infinitamente el conquistarte una y otra vez en cada rostro diferente que derrama su amor por mí…
Disfruto sus sueños cada día con el placer de planear lo que viene y no imaginan…
Dejo que su ESTUPIDO AMOR CREZCA Y CREZCA, lo nutro y lo aliento con la satisfacción anticipada de quien planea el crimen perfecto…
No doy descanso a mi carne y a mi Alma hasta que cada uno esta absoluta y totalmente enamorado
Y entonces, grito el ASCO de besar sus bocas y su piel, GRITO el amor fingido porque ¡ME DA LA GANA!
Disfruto cada una de sus lágrimas, CASTIGO SU HOMBRIA HASTA QUE NO QUEDA NADA…
TE CASTIGO SI, UNA Y OTRA VEZ, por cada vejación recibida, por la flor robada, por la piel herida, por mi virginidad A LA FUERZA TOMADA, sin caricia alguna…
TE CASTIGO una y otra vez y, aun así NO BASTA…
 








PIEL A POROS…
Por Dairo Piñeres





Piel a secas
Piel a rosas
Piel tostada
Piel pelada
Piel salpicas, piel tornada
Piel de llanto
Embustera piel
Piel cansada por mis uñas
Piel helada
Piel solícita
Piel ceñida a mi culo
Piel transitada por todas
Puta piel de esa mujer
Piel teñida y desteñida
Piel tentáculos de mar
Piel a secas
Piel a poros
Piel ternura
Piel de pieles
Que dueles
Piel enterrada en mis ojos, uñas y codos
Piel que estalla
Piel desnuda
Que señala
Piel de besos
De techos, de sombras
Piel vendida
Piel a poros




 






EL CAMINO…
Por Merchi Silkva



Algunos tienen por cárcel una habitación rodeada de barrotes,
Custodiada por uniformados,
Con su baño incluido,
Espacio solitario donde purgar sus culpas…
OTROS, tenemos una habitación compartida con hermanas más chicas,
Con muñecas que te miran, ríen y lloran contigo,
Una prisión de fiestas de apariencia,
Sonrisas falsas para hacer creer que todo es perfecto,
Que tienes una familia normal,
Con padres normales,
Con reglas normales,
Un disfraz de alegrías llenas de tristeza…
Risas de dolor, risas de ojos tristes y atrapados,
Risas que no cambian y que muchos ven sin mirar más allá,
Risas que desean que la fiesta no termine, porque cuando todo acaba el terror llega,
PASE TANTOS AÑOS ASI, tanto tiempo… ¡Sí!
Aprendí que eso es lo que tocaba…
Que algo había más atrás…
Y llegado el momento rompí las cadenas,
Y descubrí que ¡NO SERIA LA MUJER QUE SOY SI NO HUBIERA PASADO POR TANTAS COSAS!
Entendí que para encontrar la LUZ uno tiene que enfrentar la Oscuridad…
Que para desarrollar Temple y Coraje has de vivir una guerra dentro y fuera de tu Alma…
Que si deseas que tu VIDA, Si VIDA con mayúsculas y subrayada, has de alejarte y con respeto hacer distinto el Camino de TU MAÑANA…
Que si te quedas mirando atrás solo la Muerte hayas…pero si decides mirar adelante un UNIVERSO de oportunidades aguarda…
Gracias por tu Oscuridad,
Gracias porque por ella encontré lo que mi ALMA anhelaba…
Gracias por que la MUJER que SOY, NADA ni NADIE más amarran…
 






NI UNA MÁS
Por Elizabeth Blandín




Devorada por la bestia
yace desnuda sobre las hebras de su vestido
convertida en cenizas, en llagas
manto ensangrentado sin ser Cristo
tiranía con rostro de cordero
ahogada
degollada
silenciada
tapeada por las piedras
—¡Ni una más!—
gritan
—¡Ni una más!—
callan
—¡Ni una más!—
duele
bajo tierra
las lobas danzan rabiosas
bajo el cielo
cantan sin lluvia en las cuevas
mujeres, brutal cinismo del silencio
—¡Tu silencio!—
piel y huesos
 







MUJER
Por Elizabeth Blandín



Cuando las rosas ya no traen espinas
dejan de arrodillarse las Marías
los clavos en las puertas
hierros que esclavizan, lo forjan en sueños

—Lapidamos al miedo que nos sepulta hasta el cuello—

Abriendo puertas, saltando por las ventanas
flores en el desierto
nietas que la humanidad quemó
fuego renace del polvo
Abandonan ser orugas para ser mariposas amarillas

—Lo que hay detrás de la tormenta—

Enraízan su país en las pestañas
cordón umbilical
lotos en el fango
alquimia y belleza
—Mujer—
blanco dragón alado
espejos sin más rostros empañados
campanas suenan y dejan eco detrás de ti
¿cómo son?

—¿Los ecos que resuenan en la piel de las lobas?—