Poemas Grito de Mujer 2019- Barcelona
Poemas del IX Festival de Poesía y Arte GRITO
DE MUJER- BARCELONA
Marlene Denis
Fridas de Barcelona y el mundo e invitados.
Autora:
Isabel Llanos, España
DECONSTRUCCIÓN
Cuando
aceptar es rendirse
buscando
que deje de doler.
Cuando
aceptar es asumir
que ya
no habrá oportunidades.
Cuando
aceptar es una renuncia
a las
expectativas y al adelante,
y
pretender un refugio
donde
las arrugas
no
sean más que surcos
en los
que aún es posible
plantar
semillas
y ya
no quede nada
en lo
que apoyarse
más
que en una misma.
Sólo y
tanto
que en
una misma,
tanto
tanto
tanto
que
rugen los peces de colores
al
final de la bañera,
que
las rodillas
se
hacen costra de tanto rozar
contra
el suelo
y la
frente se marchita
de
tanto peso en los párpados
y ya
no quedan porqués
ni
razones
ni
justificaciones
ni una
excusa más siquiera
y, por
fin,
se
rompe la cáscara
que no
era más que lodo seco
horadando
tus esperanzas
y
escuchas,
como
por primera vez,
tu voz
primigenia y tribal
y la
alzas por ti,
esta
vez sólo por ti
cantando
libre y liberada:
mejor
morir viva
que
vivir muerta.
NIDO
VACÍO
Caminar
por las calles
volviéndose
invisible.
Jugar
al no me ves.
Desaparecer
entre el gentío,
ser
una más entre la multitud.
Entrar
y salir
como
la bocanada del moribundo,
negarse
en cada espejo.
Estoy,
no
estoy.
Quiero,
no
quiero.
Soy,
no
soy.
Dicotómica
siempre.
Herencia
del yo fui,
del yo
soñé,
del yo
aspiré
pero…
tan
sólo llegué a esto.
A
olvidarme de mí misma
para
ser
tan
sólo
en la
mirada del otro,
del
hijo,
del
marido,
del
amante,
del
jefe,
del
conductor del bus,
del
tendero,
del
ginecólogo,
y
ahora
en
estas tempestades
que
aúllan a la soledad
reconocerme
en el vacío
en el
sinsentido,
que es
más coherente
que lo
pensado
lo
masticado
lo
reflexionado
lo
premeditado,
la
libertad sabrosa
de
estar sin peso
sin
cadenas
sin
esperar nada
para,
por
fin,
tenerlo
todo.
Autora:
Rosy Suñé, México
AULLIDO
VAGINAL
Aúllo
al brotar de tu vagina asustada.
Aúllo
al nacer de expectativas tatuada.
Aúllo
al oír susurrar herencias mitológicas.
Aúllo
por sus lecturas astrológicas.
Aúllo
al cagar ideas adultas de mi destino.
¡Cólicos
en mi intestino!
Aúllo
hambrienta de tu pecho hinchado de dolor
que
ofende a los puritanos y les cambia el color.
Aúllo
por tu oro blanco que desesperada succiono,
mamando
dolores de un origen que ignoro.
Aúllo
al presentir tu prisión patriarcal.
Aúllo
por tus lágrimas de sal.
Aúllo
por esa soga que ahorca mis preguntas incómodas
dejando
mudos a los tozudos. ¡No jodas!
Aúllo
por el paso de ser la mariposa con ventanas abiertas
a una
mosca con mierdas y vendettas.
Aúllo
harta de ser la arcilla que se moldea
soportando
olores rancios que marean.
Pero
ahora, ahora aúllo de risa gozosa al romper cadenas
de
generaciones añejas con oxidadas verjas.
Aúllo
por la pasión de mis locuras y por los sueños mojados.
¡Tontos
atolondrados!
Aúllo
abriendo mis piernas sin culpas, vomitando letras sin dudas,
desnudando
ideas salvajes sin puertas todas despiertas.
¡Aúlla
jugosa y gozosa vagina!
¡Barre
las mentes machistas
que
amanecen generaciones activistas!
LOS
GRITOS DE MIS SIGNOS
Miedoso
te alejas de mi sonrisa
mi
aliento se confunde con la brisa.
Ignorante
te burlas de mis signos
que
llevan mensajes como ríos,
violento
golpeas lo diferente
ante
mi respiración te muestras ausente,
neófito
niegas mis necesidades,
hierves
en un mundo de banalidades,
hipócrita
me abrazas en público
secretas
intensiones en un juego lúdico,
interesado
disfrazas tu discurso
la
vida sigue su espinoso curso,
selectivo
me apartas como en un gueto
pero
te escupen mis gestos.
Mis
ojos te gritan
a las
nubes invitan,
mis
manos vuelan
a las
asesinadas velan,
mi
cuerpo arrasa
a los
signos abraza.
Soy
sorda pero grito mi existencia
a toda
la audiencia exijo conciencia,
apartada
del patio del cole
como
descendencia de una rara prole,
¡Mi
grito no es sordo! ¡Mi grito no es mudo!
Mis
signos son poesía que brota de mi desnudo.
(Dedicado
a la comunidad de personas sordas)
Autora:
Cinthya Maldonado, Honduras
FORTALEZA
Y EMPATÍA
Que
las marcas en tu cuerpo, no te detengan. Solo hablan de lo que nunca debió ser.
De lo que ninguna hemos de callar. De ese grito de auxilio lanzado.
Del
inicio de esa liberación que tanto añoramos. Tus golpes marcaron su cuerpo, su
mente y su corazón. Pero jamás, intelecto que procuró y protegió.
Así
fue como supo que no era ni tuya, ni de nadie. Era dueña de su propia existencia.
Comprendió que amor, celos y maltrato no están en la misma liga.
Y
así te quedaste: vacío, solo, experimentando la misma soledad que sintió ella cuando
los convencionalismos, los patrones de siempre se rompieron.
Y
tuvo que luchar y cargar con ser señalada por los que aún viven con prejuicios.
Ninguno de los que vertieron su crítica hacia ella, estuvo allí.
Nadie
sabía de las noches en que su almohada se empapó de las lágrimas de dolor que
sus ojos derramaron, a causa de golpes, gritos, desprecio e indiferencia.
¿Tú
qué sabes de las veces que se prometió: nunca más? Y luego tambaleaba su decisión
cuando se miraba, y se sabía desprotegida.
Aún
se nos pone en tela de juicio cuando las marcas no son visibles.
Las
cicatrices del alma son difíciles de observar.
ME
MATAS Y NO ME CALLO
No
pudiste callarme y me mataste
Ignorante,
no pensaste que mi semilla germinara
Y
ahora soy millones.
Tu
represión no pudo con mi persistencia,
Con
mi amor al río, con el amor a mi pueblo
Y
me asesinaste a sangre fría.
Mi
honestidad no te gustó,
Por
qué no pudiste comprar mi silencio
Por
qué no hubo soborno que apagara mi lucha.
La
lucha de un pueblo entero, unido
Que
pide dignidad, respeto, oportunidad
Y
reconocimiento como diverso y ancestral.
Una
muchedumbre que no se avergüenza de sus antepasados
Que
vive sus costumbres y valores
Que
ama como nadie su idiosincrasia.
No
tengo miedo a tus patrones patriarcales,
A
tu impunidad, injusticia y campañas misóginas.
Nada
me hará perder la esperanza para defender la tierra y sus espíritus.
A
la a opresión y la esclavitud de exterminio no le temo.
Tampoco
a la bala que muere al detonarse.
Tú,
sí, ten miedo a la palabra que vive al replicarse.
No
pido caridad ni migajas, quiero derechos.
Despertemos
porque el tiempo es poco,
La
autodestrucción se abre camino en forma de racismo.
Autora:
Maisa Sally-Anna Perk, Holanda
AQUELLAS
HIJAS (Versión corta)
¿Qué
pasa con aquellas hijas
que
se despiertan de madrugada en madrugada
cubiertas
por una mancha blanca incrustada.
¿Qué
pasa con aquellas hijas,
de
las que sus madres se quedan congeladas
poniendo
un candado en la puerta de la pequeña
para
que duerma tranquila?
¿Qué
pasa con aquellas hijas que, desde pequeñas,
son
tan buenas en borrar,
que
ni recuerdan lo que pasó,
como
único agarrador un presentimiento del pasado,
un
rompecabezas que se transforma de repente en una imagen tan cruel
con
la colocación de la última pieza.
Y
el mundo pide pruebas analísticas, lógica
o
por lo menos una cicatriz o una memoria tangible.
Porque
ningún progenitor lo haría a su propia sangre,
¿verdad?
¿Qué
pasa con aquellas hijas cuando crecen
y
la vida reproduce lo vivido?
Sexo
en gran cantidad sin sentido, sin cariño
o
incluso sin consentido,
de
madrugada en madrugada.
¿Qué
pasa con aquellas hijas
en
el momento de amar y confiar
cuando
fue el propio mar sanguíneo
que
les amedrentó
cuando
fue el propio mar sanguíneo
que
les asfixió?
O
dime ¿qué pasa cuando aquellas hijas
simplemente
tienen que ir al ginecólogo?
Un(a)
desconocido(a) que las tiene que tocar,
que
tiene que explorar
donde
ellas no quieren ser exploradas,
año
tras año, tras año.
Qué
pasa con aquellas hijas
que
fueron dejadas en las manos
del
hermano jugando al médico,
del
tío que solamente era muy cariñoso y generoso
del
abuelo que le encantaba contar cuentos a puertas cerradas
y
qué cuentos les contaba...
¿Qué
pasó con aquellas hijas,
de
las que muchas son amigas y familiares mías?
Atravesaron
el mar para encontrar arenas movedizas que, progresivamente,
se
transformaron en tierras firmas donde cultivar.
A
pesar de sentir de vez en cuando
temblores
de magnitud 2.0 incluso hasta 10.
Esto
es lo que pasó a aquellas hijas,
que
no solo son amigas y familiares mías
sino
de ustedes también.
ROMPECABEZAS
Cada pieza
finalmente en su lugar
la imagen
completa me penetra,
secuestra mis
recuerdos
mis lágrimas
mi sueño
El mundo no
ha parado
Aun así
estoy flotando
Con pesos
pegados
En todo el cuerpo
Quiero
gritar
-No es
verdad, -
Sin embargo
Sólo logro
decir
-No-
No hay nada
No hay
respuesta
No hay
preguntas
No hay dudas
No hay duda
Con las uñas
intento
arrancar el rompecabezas
intento romper
este silencio
intento
romper esta exclamación
Con el puño
con todo
Rompo
Arranco
roto
arrancado
parado
Mi mundo
estoy
flotando
cada pieza encajada
en su lugar
Veo la
Imagen
y todavía no
puedo decir
nada más que
-No-
Autora:
Ingrid Garasa, España
1
Tengo
sed,
siento
la sed de toda mi humanidad,
vivo
la sed con toda la debilidad de esta carnalidad crucificada.
Llega
cierto final,
el
amor en el desierto sólo es un anhelo descreído y ateo.
Cada
grano de arena un lamer la esponja con vinagre
entre
torturas y risas crueles.
Tengo
sed, digo
en
esta crucifixión tan mía
se
acrecentará mi pasión: la salvación / el desapego / la aceptación,
mi
pecho: la sangre entre tus pies y mi vientre.
Se
oyen mis propios intentos de asir aves carroñeras:
ser
amada entre gritos y besos.
Luego
vendría tu “te quiero”, luego mi “te quiero”
luego
el mordisco en el pezón ahora escéptico.
En la
cruz dibujada veo tu pequeño y dulce gesto:
Me
regalas tu saliva del beso,
yo te
regalo el mordisco del “ya demasiado tarde”.
2
Levántate
mujer, recorre la tierra a lo largo y ancho de ella,
que tú
la poseas y la entiendas.
Y no
sé,
y no
entiendo,
y si
el rojo de mis labios y el rojo de mis uñas
fueran
tú y tu pueblo y tu valle y tu casa y tu hija
y mi
amor hacia todo aquello que dices que te pertenece?
Nunca
hubo mandato entre nosotros.
(Incluso
en lecho pudimos permanecer sin verbo
accionando
tan solo el amor en el alma).
Yo
mandé a esta tierra mía decirle que escuches mi mano zurda
escribir
sobre frutos.
¡Abundancia
de abundancia en cada semilla abierta
por mi
ojo sin escrúpulo!
Rojo,
el
rojo, rojo, rojo, rojo, rojo, el rojo en el camino,
sin
calvarios ni llantos.
¡Levántate
ahora tú, hombre!
Camina
sobre el agua pantanosa de mi octubre,
manda
decir a la tierra que me amas.
Yo voy
a
creerte.
Autor:
Ricardo Walter Moreno, Argentina
GRITO
DE MUJER
Grito
de mujer, un grito que dice basta.
Un
grito que dice aquí estoy.
Un
grito que clama y reclama.
Un
grito para no olvidar a aquellas
que
por la violencia hoy están ausentes
y
para que todos tengan presente:
este
grito dice ni una más.
Pero
detrás de ese grito,
nace
un susurro,
un
susurro de música y poesía,
de
protagonismo e ideas nuevas,
un
grito de arquitectas y obreras,
constructoras
de un mundo más justo y mejor.
Un
grito que dice yo puedo y debo,
un
grito que dice vengo a ocupar mi lugar
y
aquí me quedo.
Y
yo que escuché los ecos de ese grito,
me
estremezco de emoción
y
sólo puedo decirte gracias y bienvenida,
déjame
acompañarte
y
ser parte de tu viaje,
mujer
poeta y guerrera,
y
quiero decirte bella rosa justiciera,
que
por derecho
el
mundo y la historia te pertenecen
y
yo quiero ser parte de ese,
“tu
mundo”
y
quiero también,
que
sigas siendo mi musa,
para
convertirme en letras,
humildes
letras,
con
las que mi pluma,
pueda
simplemente ayudar
a
seguir escribiendo tu historia,
esa
historia con ribetes de leyenda,
la
cual hoy renace
con
más fuerza que nunca,
desde
este grito de mujer.
Autor:
Alex Madueño Naranjo, España
A
LA SOMBRA DEL VIEJO PINO
yo,
que soy la llama
que
arde por su corteza
la
resina que lloran sus ramas
ardo
también,
junto a él
yo,
que soy el llanto
el
eco evolutivo
la
palabra NO
el
revés de la mano
el
relevo
decido
romper
con esa cadena
demasiados
siglos
de
perversión y de aguantar demasiado
sin
mirar atrás
yo,
elijo ser la palabra:
mujer,
maricón, no sirves para nada…
y
empatizar con las lágrimas
que
tantos siglos y mejillas
han
surcado
para
venir aquí, a aprender
del
camino que en silencio
tantas
mujeres han recorrido
a
reconocer mis privilegios
y
ser también defensa
aliado,
silencio
la
palabra SÍ
yo
que vengo del todo
prefiero
redimirme
ser
siglo entre los siglos
milenio
y
aplaudir
llorar
con mis defectos de hombre
pero
ser hombre también…
aliado…
humano…
siglo
XXI al fin
repito,
yo
vine, como todos
a
aprender
DÉJAME
déjame
ser
un
grito de mujer
y
unirme a ese roto coro de almas en lucha
déjame
ser
un
grito de mujer
tan
alto
que
se escuche por todos los rincones de la historia
déjame
ser un grito de mujer
que
tantos siglos, a ahogado el silencio
déjame
ser un grito de rebeldía
y
alzar el canto conjunto de la humanidad
déjame
ser bandera
déjame
ser voz
déjame
ser madre, hermana, abuela, tía
déjame
ser
ese grito
el
que despierte de una vez por todas
las
conciencias aún dormidas
Autora:
Pura Salceda, España
LAMENTO
cae
la noche sobre la boca del almendro
sus
fauces hambrientas descubren sus cartas
ya
no hay voz que reclame tus ojos
y
no hay lamento
ya
no hay lamento
cae
la noche sobre la boca del almendro
y
un frío hilo de vida se escapa
huye
de los futuros recuerdos
fantasma
eterno en sus manos
y
no hay lamento
los
cuervos rodean tus ramas
y
tu alma serena en lo oscuro
ciegos
ya los amores y los hijos venideros
pasto
son de las llamas de la ira
y
no hay lamento
una
nada infinita nos reclama
pide
a gritos lunas nuevas
fragmenta
latidos inconexos
pasos
no andados
y
no hay lamento
ya
no hay lamento en la boca del almendro.
SUS
NOMBRES
nombres
dame
sus nombres
dame
sus huellas borradas
dame
el fruto de su vientre
números
son ya sus nombres
números
como cristales en la garganta
como
ladridos en la piel
jarrones
ya sin flores
flores
ya sin sombra
nombres
como coronas
lápidas
con nombres
un
número petrificado
un
pájaro seco
nombres
dame
sus nombres
dame
sus manos cortadas
innumeradas
una
a una
rostro
a rostro
sangre
única de mi misma sangre.
Autora:
Constanza Flores, Argentina
MUÑECAS
Bettina
me tiraba del pelo
en
la lucha por ganar
nos
arañábamos la cara
peleábamos
sin ropa
y
sin miedo
con
dientes de leche
nos
mordíamos
los
brazos
cuando
los vestidos no cabían
en
el juego
la
batalla era de verdad
pero
nos fuimos domesticando
entre
retos y penitencia
entre
misas y consejos
para
hacernos niñas buenas
frotamos
lo primario
contra
animales domésticos
compañeros
de nuestra niñez
y
aprendimos a abrazar a los perros
con
nuestros brazos cortos
frenamos
la lengua
con
cucharas de metal
y
nos educamos en comernos las uñas
antes
de contestar
todavía
mordemos
la
soga que saltamos
todavía
llevamos leche
en
los dientes afilados
pero
nos quedaron los ojos fijos
como
muñecas
que
solo dicen “mamá”
SANGRE
Sentadas
a la mesa
la
bendecimos con las manos unidas
mamá
me pregunta cómo fue mi día en la escuela
la
miro
solo
puedo despegar los labios para soltar un “bien”
seco
y vacío
ella
me cree
y
yo bajo la mirada al plato
¿cómo
hablarle a mamá
si
llevo un silencio solidificado
como
una roca en la garganta
y
desaprendí la tarea de decir la verdad?
quisiera
contarle que manché con sangre
el
uniforme de la escuela
decirle
que hace unos meses
un
chico más grande me tocó
y
tuve miedo
necesito
confesarle a mamá
que
convertirme en mujer se me hace violento
que
las miradas de los hombres me atemorizan
decirle
que necesitaré una armadura
porque
en la calle me siento amenazada
quisiera
preguntarle a mamá
por
qué a medida que este cuerpo crece y sangra
mi
Yo se hace más pequeño
y
parece desaparecer
Autora:
Natalia Fernández Díaz Cabal, España
MUERTE
CIVIL
La
lluvia hambrienta
se
niega a su papel secundario.
Y
vosotros seguís
considerando
la flor en el desierto
una
excrecencia y no el milagro
que
nos permite echar fuego
a
la esperanza.
En
la yema de mi dedo índice
donde
el azúcar y los fluidos
desconciertan
al paladar
suceden
historias simultáneas
-táctil
es la presa que trato
de recuperar entre el dolor
y los muslos
partidos-.
Algunas
historias transcurrieron
hace
tiempo.
Y
yo las veo con la lente de aumento
de
las lágrimas y del vino.
Del abanico se desprende
un coágulo
un resto menstrual
que la niña olvida
cuando la adultez
la ha forzado a ejercer el
cinismo
en horas libres.
Despojada
de quien soy,
impedido
el esfuerzo
de
que mi consciencia
me
abisme en algo
que
no sea el gris que presagia el abismo...
apaciguo
mi viejo abecedario
mientras
otros
inventan
el lenguaje
de
las concertinas.
Toda muerte civil
tiene responsables
que no aparecen
en las necrológicas.
VOY
A VOMITAR LA VIDA...
Acérqueme
esa palangana.
Voy
a vomitar la vida:
unos
coágulos color café,
la
infancia meticulosa,
la
patada en la boca del
estómago
de la verdad,
el
útero poliquístico arrebatado
por
los bisturíes en celo.
Voy
a vomitar la vida
para
detener o predecir
sus
vendavales.
Porque
ya agoté los recursos
para
quedarme atónita.
Porque
he visto el universo y la luz
manchados
de vómito.
Vomito
la vida.
Y
la gelatina del lenguaje
se
abre como un cielo bíblico
hasta
que llueve sobre el desahucio puntual.
Partido
en dos,
el
tórax habla idiomas de cemento...
...que
ni yo entiendo desde la penumbra
donde
deslizan un informe
-ellos
lo llaman así; yo, infamia-.
Vomito
cosmos que algún
ojo
ciego o virgen se atrevió a soñar.
(Acérqueme
esa palangana...
para
vomitar la vida o la muerte...)
En
lo que queda de mi anatomía, desfilan noches temblorosas
a
las que las heridas no arredran.
Autora:
Hilary Otto, Inglaterra
ATADA
A LA TIERRA
Atada
a la tierra
observo
como los otros
vuelan,
subiendo ligeros
al
cielo a flotar.
Miran
abajo
con
ojos de clavos
y
cuelgan allí, esperando.
La
sangre me baja.
Pesa
el cuerpo: me tumbo.
Me
revuelco en el barro
hasta
cubrirme de todo.
Fangosa,
sucia
huelo
de la vida
pero
nunca la saboreo.
PANDORA
CON LENTEJUELAS
Debe
escaparse de la misma pecera
en
un acto repetido (desde Pandora,
que
fue la primera que tuvo la idea)
frente
las caras de girasol
que
quieren ver una lucha mojada
burbujas
subiendo desde su boca
muda
de pez.
Tiene
menos de dos minutos
para
encontrar la trampa de la caja
abrir
la tapa y emerger, goteando
miseria
desde sus muslos.
El
público chilla, ella se queda
grabada,
una sirena con cabello
serpentino.
La
música también se repite.
Aretha,
conmovedora, pide
respeto
(solo un poquito)
en
el fondo,
sumergido
debajo
de
gritos y pitos.
Plasmada
contra el cristal,
una
huella de palma.
Dos.
La tapa vuelca
y
una mujer asciende,
empapada
en una ola de destrucción,
flequillo
de perlas pegado a su frente,
con
leotardo de color carne,
y
delante de su concha diabólica
el
público, por fin lleva la canción
a las profundidades.
Autora:
Sonia García, México
ERA
LA TIERRA
Tenía
la boca abierta.
La
cabeza de la serpiente era el planeta.
Yo
era la serpiente.
Por
mi lengua caminaba toda la humanidad.
Sentía
angustia. Miles, millones de personas de todas las épocas pasaban sobre mí.
Por
mi lengua caminaban generaciones y generaciones, razas, épocas y tiempos.
Por
mi lengua corrían carros, carretas, animales, caballos, coches, aviones, barcos
y naves espaciales. A cada orilla de mi lengua aparecían estatuas de bronce,
figuras de papel, miles de palabras, sentimientos, odios, placeres, manzanas,
peras, naranjas y limas.
Cuántos
sabores sobre mi lengua.
Entraban
y salían de mí por encima del músculo húmedo y seco ya del tanto ir y venir del
mundo.
Al
fondo de la garganta se abría un arco, una puerta de entrada a donde llegaban
todos. Más allá, mi faringe era un puente, el paso fronterizo hacia una ciudad
antigua.
Pero
la puerta no se abría, se quedaba cerrada para siempre.
La
lengua era circular, por allí la gente pasaba y paseaba a sus anchas. Algunos
cogidos del brazo, reían y cantaban. Otros se insultaban, algunos lloraban, los
más sufrían.
Me
sentía una puta a tiempo completo.
MI
GRITO ES UN AULLIDO
Mi
grito es un aullido
de
loba
y
un poema
que
se escucha a lo lejos.
Como
el dolor de ser
el llanto
el nacimiento
la orfandad
el miedo.
Amoroso
deseo
del
todo espero.
La soledad que curte
La soledad que suena
La soledad que escapa
por
ventanas alegres
y
noches presurosas
de
lejanos ayeres
Silenciosa
la
muerte
que
llega
tan de prisa
Como
si hiciera falta
Autora:
Diana Reza, México
MIL
RAZONES EN MI CUERPO O EN EL TUYO
En cada golpe se escupe una
palabra
Un color/un ápice de lo que eres En cada violación la superposición del
ser Se eleva, entonces el mundo paralelo, onírico Quedará calcinado Si no fuere
por eso la muerte, Por las formas forzosamente involuntarias Regresarías a
casa/a tu ser/a tu centro
DIANA REZA/ALEJANDRA VARGAS
ACTO
I
Dudaste
tanto en pregonar
la mañana
como
si tu cabello ralo
supiera
la caída
Aun
así…
perseguiste los tonos
traslúcidos
del día
Nada
parecía darte
las respuestas
nada
enmudecía tu presencia
en las calles
“Mariquita”
te decía tu madre
cuando
sus ojos crisantemos
avisaban tantas llamas
en el camino
aquel
callejón
repugnaba cada paso
cada
luz
una
calleja sin piedad
le
conocían
¿por
qué entraste en la escocida penumbra Mariquita?
¿porqué
con tanta infinidad y artificio tu sollozo no dio para más?
Ni
tanta palabra ni movimiento alguno
pudo
bajarte las enaguas
todo
tu universo
tus
sueños tu boca
hicieron
un manto sanguinario
un
plasma en el asfalto
Acto
II
Poco
faltaba morir
y
dejar que mi existencia
no
tuviera nombre
Acordonar
la
plegaria de mi madre
su
roce
su
escote
sobre
mis párpados caídos
de
infante
sus
llantos
los
insomnios
mitigando
su dolor
entre
mis sábanas
maldiciendo
su miembro y el mío
la
ausencia burbujeante
de
mi padre
QUE INMENSA IGNORANCIA NOS RECUBRE
MONEDITA DE ORO
QUE
EL PESO DE LA CULPA ES POCA
Y EL DESEO SANGUINARIO
CARNAL
SEDIENTO
NOCTÁMBULO
LO
ES
TODO
Aún
con el estómago pegado
Al
espinazo
Se
siente el
HAMBRE
COMO EL PERRO FALDERO
CIRCUNDANDO POR LAS CALLES
Acto
III
Si
hubiera sabido que a esto venía
a
dejarme abrir las piernas
como la res
A
que otro se encaramara
sin
piedad
sin
siquiera percibir
que
el cuerpo que ultrajaba
no
le daría más que
parcas
monedas…
Porque
si bien
no
he sido la
sobreviviente
sino
un puñado de carne
viajando
clandestinamente
en
el mercado negro…
Si
bien no he sido
el
arrepentimiento de su hombría
qué
pude esperar en los últimos minutos de mi vida
Tiempo
Ilusión
Vida
misma
de
todo aquel que acompañó
mi
errante magnetismo
en
las entrañas
Pido clemencia
para todo aquel que calló
soberanos del ladrillo
anhelantes de la impunidad
Autora:
Laura Freijo, España
CASANDRA
Soy
la que ve.
Más
allá de lo obvio.
Lo
obvio en sí.
La
cosa y su representación.
Su
símbolo y la señal.
Todas
las posibilidades.
La
única realidad.
Lo
que es y lo que será.
Sus
otras consecuencias
y
dimensiones.
Sigo
siempre la visión
que
se manifiesta.
A
su llegada,
la
profecía,
penetra
en mí
como
la enseñanza
en
el sabio.
La
carne se abre,
recibe.
La
sangre lee
y
discurre.
La
mirada sueña
la
imagen y ya todo
lo
sabe
para
ignorarlo.
Ese
es mi don.
Ese
es mi reto.
Saber
para ignorar.
Silencio
que se funde
en
el futuro.
Con
el tiempo
he
aprendido
que
solo la llegada
de
lo inevitable
puede
generar
conciencia.
Por
eso callo,
por
eso y por los ángeles
de
los diferentes
que
abren sus almas
sin
rencor.
FELIZ
NOCHE DE REYES, REINAS
No
estoy cuando me llaman
y
estoy cuando no me llaman.
Las
modas me fascinan
antes
de que nazcan
y
me cansan cuando se instalan.
Me
produce verdadero estrés
imaginar
que no puedo dormir
por
el peso de mis sueños
y
ya no salgo a correr,
no
vaya a ser que a alguien
le
dé por seguirme;
detesto
los proselitismos,
incluso
cuando se trata de footing.
De
tanto en tanto escribo
-por
dentro y por fuera
para
relajarme,
aunque
la mayoría de las veces
-lo
confieso sin ambages
lo
hago para comunicarme
con
mis otras identidades
y
con quienes tienen a bien
leerme
para compartir
afinidades,
discrepancias
y
otras ignorancias.
Hace
tiempo que no me enamoro
y
tampoco lo echo de menos,
¿cómo
echar de menos tanto
trastorno?
Ando
algo espantada ante la tortura
de
la palabra que detecto a mi alrededor,
el
otro día unos jóvenes
hacían
hogueras con diccionarios
y
libros de historia
para
encender sus cigarrillos.
Quizás
es que me hago mayor
y
al tener problemas en las rodillas
empiezo
a tener dificultades
con
el periscopio de mi mirada,
pero
a mí me parece que algo
no
va bien.
Algo
profundo.
Algo
como de alma.
¿Alma
colectiva?
¿O
será el inconsciente colectivo
el
que desafina?
No
sé.
Suponiendo
que todos los seres humanos
queremos
el bien para todos los seres humanos
-como
principio fundamental ético
y
de supervivencia de la especie
creo
que fallamos estrepitosamente
en
la aplicación de la bondad.
O
quizás es que la superpoblación
mundial
es insostenible
y
los poderes fácticos andan preparando
un
pequeño apocalipsis.
Un
apocalipsis manejable.
Pero
teniendo en cuenta
el
origen etimológico
de
la palabra en sí
poco
pueden hacer las élites
para
revelarnos algo que no sea
la
obviedad de su jerarquía.
Claro
que ya lo dijo el sabio,
el
dolor es el megáfono que Dios
utiliza
para despertar a un mundo
de
sordos.
Por
lo demás, se diría que hoy
es
un día precioso,
brilla
el sol de invierno en Barcelona
y
aprovecho para saludaros
muy
atentamente
y
desearos
-como
habréis deducido
el
verbo desear no es uno de mis preferidos
pero
de alguna manera tengo que decirlo
una
feliz y mágica noche de reyes y reinas
tanto
para vuestra descendencia
como
para los niños y niñas bonitos
que
todavía albergáis
en
vuestros adentros
Autora:
Ana Laura López, México
QUIERO
UN RINCÓN PARA MÍ
(Fragmento
de la creación unipersonal “Más allá de mi rincón”)
Quiero
un rincón para mí, donde pueda ocupar todo el espacio que me pertenece.
Quiero
un lugar en mi espalda donde no sienta los nudos por los músculos esforzados.
Necesito
un rincón en mi cara donde cuelguen las mejillas, se restire la boca, se
cierren los ojos y pueda dormir.
Necesito
un rincón, aunque sea pequeñito, pero con aire natural de algún árbol que lleve
a una nube, y de ahí mi pequeño espacio que es mío, donde quepa yo y mis
anhelos, también los de alguien más, mi compañero y viajero. Que sepa
acomodarse, callarse, cantar y no le dé pena gritar el cuerpo, aunque nadie
escuche.
Que
en ese resguardo el silencio pueda entrar, que golpe el cuerpo y mueva mi
cabello que se convierte en ramas como mi columna.
Que
en aquél resguardo me de oxígeno para vivir, amar, brincar, y poder estar
conmigo misma.
MIS
ANTIGUOS DIOSES HAN CAÍDO COMO BOLOS
(Fragmento
de la creación unipersonal “Una flecha en mi cabeza”: En busca de Juana de
Arco)
Mis
antiguos dioses han caído como bolos,
estoy
en el umbral de mis demonios un paraíso inacabado- sonrío- hay uvas mejores que
te llevan al pecado - sonrío- ya no soy yo, me pinto los labios me saco un
pezón - lo pienso- una copa de vino me llevará a otra parte de mí, dos, tres o
más, no importa, quiero ser, quiero estar y no puedo.
Mis
ojos atraviesan las paredes me sacan de aquí, niños gritando y llorando, yo
parada en la puerta - sonrío- el sonido interminable de la angustia me marca,
me absorbe, las puertas se cierran los sonidos se ahogan y no desaparecen -
sonrío- acción automática para no morir en el intento de apartarme -estoy
perdida -lo pienso -estoy perdida - lo pienso - estoy perdida -lo siento- estoy
en blanco sin azul que me de tranquilidad, estoy con las voces calladas que
gritan por el culo del deseo y los niños llorando.
Hay
un eco
Todo
se mueve.
Hay
un vacío
Todo
se cae.
Hay
un silencio
Todo
desaparece.
Mis
antiguos dioses han caído como bolos.
Yo
soy mi propia heredera.
Autora:
Kathrin Schadt, Alemania
SUEÑOS
DE LAS SEÑORITAS EN LOS SUELOS MARINOS (3)
¿cuando
ella se va a dónde? se va a donde quiere
devenir
la gran amante del país quiere ser cada chica
dijo
mamá blanca como la leche es su piel un valor tesoro
donde
solo un estudiante de medicina debería anclar
y
no el anzuelo de un sucio marinero fregador de tablones
con
las manos gordas y moradas y pinchadas las muchachas
de
los cuatro vientos: dejadlo que se largue él
dijo
mama izad velas vastas contra sus miradas
huyendo
hacia vuestros puertos donde gira nuestro mundo
en
círculos estrechos y sus pequeñas vueltas nunca en alta mar
los
cabellos al viento la hija todavía derrochaba su mochila
llena
de viajes sobre hombros y en brazos negros
como
tinta un marinero en cada mano
alejarse
de la tierra firme fue el sueño de la madre
hasta
que también para ella el telón
un
buen día dijo
mamá
caerá
SUEÑOS
DE LAS SEÑORITAS EN LOS SUELOS MARINOS (5)
¿cuando
ella se va a dónde? se va a donde quiere
a
donde cerrar la clajeta nunca en la vida la llevaría
dijo
mamá serrando siempre la lengua de la hija
y
la propia boca con razón a la sombra
de
temblorosos abanicos en sofocantes mediodías
cuando
la ciudad recluía sus sombras en patios traseros
soportaban
el silencio que engañó a sus habitantes
sobre
el disgusto detrás de la boca tapada brotaban las palabras
retenidas
fluidamente a través de los dedos de la hija
incómodos
aludes como después de chaparrones
revolvían
charcos largo tiempo dormidos por arriba
y
abajo todo lo malo de este mundo dijo mamá
pero
el cosmos todavía tiene en cuenta el orden de sus vueltas
dijo
mamá y una chica tiene que sentarse ocultando sus manos
bajo
un cojín y el dedo este dedo tiene que callar ahora
nunca
más gesticular berrear maldecir a los cielos
el
sistema que vivimos está esculpido en la piedra
dijo
mamá una inscripción para su tumba
si
la chica queda incapaz de tragarse la protesta
hacia
atrás a su fuente pero las palabras clandestinas
caminan
por rincones buscando hendiduras
donde
el polvo levanta nubes futuristas que traerán la lluvia
porque
humillarse en silencio colectivo
siempre
fue el sueño de la madre hasta que también para ella el telón
un
buen día dijo
mamá
caerá
Autora:
Marlene Denis, Cuba-España
QUE
NO TE LLAMEN PRINCESA
No
permitas que te pongan etiquetas.
Eres
más que un simple detalle de cortesía.
Que
no te llamen princesa.
Que
te digan guitarra
amazona
hemisferio.
Que
te digan calle
ola
espacio sideral.
Que
te digan grito
ácido
sulfúrico
alto
voltaje…
pero
que no te ridiculicen
llamándote
princesa en estos tiempos
donde
eres ráfaga y canto
a
punto de conquistar las estrellas.
LAS
LILAS VUELAN EN DÍAS AMARGOS
Tengo
los pulmones en lila
y
grito con toda la ferocidad
que el amor me
dispensa.
Grito
con las cuchilladas del asesino en mi garganta
desde
la voz del silencio
desde
los jardines violentados en la sombra
donde
deambulan los demonios y mi sangre.
Grito
porque no puede ser de otro modo
al
cielo que lacera mis migrañas
y da paso a las
coartadas del infame.
Grito
porque no puede ser de otro modo
al
aire que oxigena los delirios
y da paso para
que dance la navaja.
Grito
porque no puede ser de otro modo
al
fuego que destruye la evidencia
y da paso a la
presunción de inocencia.
Grito
porque no puede ser de otro modo
a la
tierra que acalla las voces del reclamo
y da paso a la
injusticia del crimen.
Grito
porque no puede ser de otro modo
a mi
oreja donde gritan las magulladuras del verso
para
que recuerde que en un femicidio nos matan a todas
y dé paso al clamor de las aves.
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