Poemas Grito de Mujer 2017 New Jersey
Julio Zelaya
La Niña De Mis Ojos.
Yo le canto a la vida, a la naturaleza
Le canto a mi tierra, le canto al amor
Hoy le voy a cantar a mi tierna niña
Aquella que siempre será, la niña de mis ojos.
Recuerdo con emoción su primer llanto de mujer
Al verla tan pequeñita al nacer, la sentí frágil
Conforme pasaba el tiempo me di cuenta que no era así
Al erguirse al caminar en primeros pasos, percibí su fortaleza.
Sus primeras palabras, su primer ¡Papá!
Me llenaron de emoción con una lagrimilla
Hasta ahora las llevo en mi mente
Como si fuera ayer, aún las tengo presente.
Recuerdo con cariño sus primeras navidades
Sus primeros juguetes, su muñeca preferida
Para mí, ella era mi más querida muñeca
La más bella de todas sin ninguna comparación
Recuerdo con embeleso su primer día de clases
Su primer uniforme y sus cuadernos
Era la primera vez que se alejaba de casa
Pero entendí que de esa forma a defenderse aprendería.
El tiempo pasó raudo y pronto fue promoción
Por su inteligencia y dedicación ostentó orgulloso diploma
Ya era toda una mujercita llena de hermosura y talento
Para mis adentros me decía: ¡La ganará el intelecto!
Recuerdo sus quince primaveras y el vals con el que danzamos
Dejaba de ser la niña y abandonaba muñecas
Ya era toda una señorita y le coloqué sus primeros tacos
Y con ellos camina hasta ahora, sin tambalear, superando obstáculos.
Luego vino la universidad y su preparación para la vida
Como yo fui intelectual, decía que era su ejemplo
Estudió con bastante esmero y puso toda su atención
Hoy es toda una profesional para nuestro orgullo familiar.
Mis amigos me decían que el hijo es para la Patria
Y con cierto desdén, que la hija es para el prójimo
Con bastante temor, pronto la entregué en matrimonio
Mi niña se convertía en señora y pronto madre sería.
Me hizo estrenar nuevo título, hoy me llaman abuelo
Y yo me siento orgulloso pues alcancé ver a mis nietos
Ellos serán la continuación de mi vida, como lo fue mi niña
Pero esa niña siempre será, la niña de mis ojos.
María Rodríguez
.
Abismo
En la inmensidad del abismo,
retome el vuelo hacia mi mismo
Encontré espejos en el vacío,
que hablaban de mi,
de mis ancestros, mi cuna,
mi infancia y mis anhelos.
Unos brillantes e inquietos,
otros oscuros y tiesos,
El enjambre de colores
me detuvo por un momento,
en el instante justo,
de llegar al suelo.
Donde me esperaba,
la verdad.
Había llegado a mi,
en el intento,
envuelta por fin,
en la paz de mi silencio.
Adriana Hernández
Mujer…
He amado, he amamantado,
He llegado a la Vida con nombre de mujer
Y por ello en mi pecho
Una doble ilusión hubo de florecer,
Ya como vigor vivificante,
Ya como paloma en vuelo
Con alas de libertad.
Libé savias vigorosas de floración
En el ánfora prístina de la existencia
Y sobre sendas de hondo placer,
A paso firme, a paso firme
Comenzó el futuro;
Mudando el arrullo de las nanas
Por melodías de ardorosos anhelos.
Brotó fértil, fecunda primavera:
Transición rítmica, veloz:
Danza festiva y sensual.
El paisaje rezumando imponentes montañas
En el tierno arrojo
Que es la cuna de mi pecho.
Y el corazón, ebrio, indetenible,
Palpitando dos veces en su unísono.
Esta plenitud de saberse mujer,
-Aroma indeleble desde el recuerdo-
De saber toda la libertad alada
De su encumbrado vuelo.
Ramiro Serna
Mujer que inspiras sueños de libertad...
Es el grito en tu mirada aplauso de dignidad...
Sendero trazado por huellas descalzas...como símbolo de humildad.... no humillación...ni rendición... bandera rosa erguida...sangre y leche en cada parto...alquimia de bondad...
¡¡Elevada transformación!!!....
Mujer que inspiras sueños de libertad...
Son tus hijas y tus nietas... horizonte bello para la humanidad en evolución ...
Hoy...yo varón respetuoso de tu vuelo...entono una canción...himno elevado a los cielos donde brillas con mil fuegos...estrella sin perdición... claridad del camino para quienes anhelamos un mundo mejor....
Pedro Hernández
Madrugada.
Se enterneció, sus dos grandes catedrales,
bailando al ritmo de la danza vertical.
Como desbocado corcel, se apresuró,
enredado, entre sabanas ardientes...
Del mundo, no se asombró, ni se afligió,
cuando saltó a su lado, perfumada.
Sin el tiempo, ni la espera, ni la premura
de la mañana apresurada con su luz...
Es acaso la complicidad que vio en sus ojos,
con el susurro compungido, tierno y frugal,
lo que lo invitó a su guerra despiadada?
O por la indomable bravura de su ser, herida,
a la espera de la estocada final, ya sumida,
en el fuego de la pasión, ya atormentada.
Dejar
Déjalo que te cante
que hable de su ausencia
que extrañe tus ojos y tu boca,
y que la guitarra y su canto,
ausculte el llanto que lo ahoga
Que desnude tu cuerpo con la noche,
te mire al tacto tras el deseo,
de buscarte en la penumbra
Déjalo que corra con su suerte
Y que llegue con su luz, y te alumbre,
el camino de la muerte, y se burle
Que el azar oculto de la alquimia,
emprenda el sendero que lo aguarda
Y que al mirar hacia otro lado, se condene
Y si te hiere, que se espinen sus manos;
que tiemblen sus labios, al pronunciar tu nombre.
Déjalo que te cante, aún así no pueda cantar,
cuando las letras bañen las notas;
te despierten a media noche.
Y te desvelen.
Déjalo, déjalo que te cante y te sueñe,
Y que al soñar, no despierte...
María Méndez.
No Juzgues.
Que harías si de pronto te pierdes
en un camino que no conoces
y deambulando llegas a un río
caudaloso, pedregoso
que te atrae y te arrastra
con violencia con vehemencia
Apenas sales
de este tormentoso episodio
y te encuentras nuevamente en tierra seca
pero donde ahora hay
perros furiosos
y otras bestias
Hay un árbol
que con dificultad lo escalas
y te sientes por momentos seguro
...el árbol te ofrece
sombra para descansar
paz para reflexionar
decisión para emendar tus errores
alimento para saciar tu necesidad de subsistir...
De repente te percatas
que este árbol bondadoso
no es otra cosa mas que
un refugio pero no para ti
sino para las avispas
que con saña se avalanchan sobre ti
porque sintieron le invadías
no sintieron tu necesidad
solo juzgaron tu error
de estar en el lugar que les pertenece
pretendiéndote dueño de su espacio
Dime que harías
te lanzarías al suelo a que los perros te devoren
te dejarías aniquilar por las ponzoñosas avispas
te lanzarías de nuevo al río para ser destrozado por su fuerza y su corriente
dime que harías
quizás me darías idea
de hacia donde podría yo permitir
me lleve la vida misma
La Niña De Mis Ojos.
Yo le canto a la vida, a la naturaleza
Le canto a mi tierra, le canto al amor
Hoy le voy a cantar a mi tierna niña
Aquella que siempre será, la niña de mis ojos.
Recuerdo con emoción su primer llanto de mujer
Al verla tan pequeñita al nacer, la sentí frágil
Conforme pasaba el tiempo me di cuenta que no era así
Al erguirse al caminar en primeros pasos, percibí su fortaleza.
Sus primeras palabras, su primer ¡Papá!
Me llenaron de emoción con una lagrimilla
Hasta ahora las llevo en mi mente
Como si fuera ayer, aún las tengo presente.
Recuerdo con cariño sus primeras navidades
Sus primeros juguetes, su muñeca preferida
Para mí, ella era mi más querida muñeca
La más bella de todas sin ninguna comparación
Recuerdo con embeleso su primer día de clases
Su primer uniforme y sus cuadernos
Era la primera vez que se alejaba de casa
Pero entendí que de esa forma a defenderse aprendería.
El tiempo pasó raudo y pronto fue promoción
Por su inteligencia y dedicación ostentó orgulloso diploma
Ya era toda una mujercita llena de hermosura y talento
Para mis adentros me decía: ¡La ganará el intelecto!
Recuerdo sus quince primaveras y el vals con el que danzamos
Dejaba de ser la niña y abandonaba muñecas
Ya era toda una señorita y le coloqué sus primeros tacos
Y con ellos camina hasta ahora, sin tambalear, superando obstáculos.
Luego vino la universidad y su preparación para la vida
Como yo fui intelectual, decía que era su ejemplo
Estudió con bastante esmero y puso toda su atención
Hoy es toda una profesional para nuestro orgullo familiar.
Mis amigos me decían que el hijo es para la Patria
Y con cierto desdén, que la hija es para el prójimo
Con bastante temor, pronto la entregué en matrimonio
Mi niña se convertía en señora y pronto madre sería.
Me hizo estrenar nuevo título, hoy me llaman abuelo
Y yo me siento orgulloso pues alcancé ver a mis nietos
Ellos serán la continuación de mi vida, como lo fue mi niña
Pero esa niña siempre será, la niña de mis ojos.
María Rodríguez
.
Abismo
En la inmensidad del abismo,
retome el vuelo hacia mi mismo
Encontré espejos en el vacío,
que hablaban de mi,
de mis ancestros, mi cuna,
mi infancia y mis anhelos.
Unos brillantes e inquietos,
otros oscuros y tiesos,
El enjambre de colores
me detuvo por un momento,
en el instante justo,
de llegar al suelo.
Donde me esperaba,
la verdad.
Había llegado a mi,
en el intento,
envuelta por fin,
en la paz de mi silencio.
Adriana Hernández
Mujer…
He amado, he amamantado,
He llegado a la Vida con nombre de mujer
Y por ello en mi pecho
Una doble ilusión hubo de florecer,
Ya como vigor vivificante,
Ya como paloma en vuelo
Con alas de libertad.
Libé savias vigorosas de floración
En el ánfora prístina de la existencia
Y sobre sendas de hondo placer,
A paso firme, a paso firme
Comenzó el futuro;
Mudando el arrullo de las nanas
Por melodías de ardorosos anhelos.
Brotó fértil, fecunda primavera:
Transición rítmica, veloz:
Danza festiva y sensual.
El paisaje rezumando imponentes montañas
En el tierno arrojo
Que es la cuna de mi pecho.
Y el corazón, ebrio, indetenible,
Palpitando dos veces en su unísono.
Esta plenitud de saberse mujer,
-Aroma indeleble desde el recuerdo-
De saber toda la libertad alada
De su encumbrado vuelo.
Ramiro Serna
Mujer que inspiras sueños de libertad...
Es el grito en tu mirada aplauso de dignidad...
Sendero trazado por huellas descalzas...como símbolo de humildad.... no humillación...ni rendición... bandera rosa erguida...sangre y leche en cada parto...alquimia de bondad...
¡¡Elevada transformación!!!....
Mujer que inspiras sueños de libertad...
Son tus hijas y tus nietas... horizonte bello para la humanidad en evolución ...
Hoy...yo varón respetuoso de tu vuelo...entono una canción...himno elevado a los cielos donde brillas con mil fuegos...estrella sin perdición... claridad del camino para quienes anhelamos un mundo mejor....
Pedro Hernández
Madrugada.
Se enterneció, sus dos grandes catedrales,
bailando al ritmo de la danza vertical.
Como desbocado corcel, se apresuró,
enredado, entre sabanas ardientes...
Del mundo, no se asombró, ni se afligió,
cuando saltó a su lado, perfumada.
Sin el tiempo, ni la espera, ni la premura
de la mañana apresurada con su luz...
Es acaso la complicidad que vio en sus ojos,
con el susurro compungido, tierno y frugal,
lo que lo invitó a su guerra despiadada?
O por la indomable bravura de su ser, herida,
a la espera de la estocada final, ya sumida,
en el fuego de la pasión, ya atormentada.
Dejar
Déjalo que te cante
que hable de su ausencia
que extrañe tus ojos y tu boca,
y que la guitarra y su canto,
ausculte el llanto que lo ahoga
Que desnude tu cuerpo con la noche,
te mire al tacto tras el deseo,
de buscarte en la penumbra
Déjalo que corra con su suerte
Y que llegue con su luz, y te alumbre,
el camino de la muerte, y se burle
Que el azar oculto de la alquimia,
emprenda el sendero que lo aguarda
Y que al mirar hacia otro lado, se condene
Y si te hiere, que se espinen sus manos;
que tiemblen sus labios, al pronunciar tu nombre.
Déjalo que te cante, aún así no pueda cantar,
cuando las letras bañen las notas;
te despierten a media noche.
Y te desvelen.
Déjalo, déjalo que te cante y te sueñe,
Y que al soñar, no despierte...
María Méndez.
No Juzgues.
Que harías si de pronto te pierdes
en un camino que no conoces
y deambulando llegas a un río
caudaloso, pedregoso
que te atrae y te arrastra
con violencia con vehemencia
Apenas sales
de este tormentoso episodio
y te encuentras nuevamente en tierra seca
pero donde ahora hay
perros furiosos
y otras bestias
Hay un árbol
que con dificultad lo escalas
y te sientes por momentos seguro
...el árbol te ofrece
sombra para descansar
paz para reflexionar
decisión para emendar tus errores
alimento para saciar tu necesidad de subsistir...
De repente te percatas
que este árbol bondadoso
no es otra cosa mas que
un refugio pero no para ti
sino para las avispas
que con saña se avalanchan sobre ti
porque sintieron le invadías
no sintieron tu necesidad
solo juzgaron tu error
de estar en el lugar que les pertenece
pretendiéndote dueño de su espacio
Dime que harías
te lanzarías al suelo a que los perros te devoren
te dejarías aniquilar por las ponzoñosas avispas
te lanzarías de nuevo al río para ser destrozado por su fuerza y su corriente
dime que harías
quizás me darías idea
de hacia donde podría yo permitir
me lleve la vida misma
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