Poemas Grito de AMujer 2017 Berazategui Argentina
Niñas
vos no pediste nada
los otros hicieron
quisieron
atropellaron
desahuciaron
arrinconaron
violaron
y allí vos
pariéndote
sin saberlo pariéndote
de una madre tan niña
tan niña
tan sola
tan mudez
que no entendía
que su dolor
se podría transformar en belleza
y allí estás entre escombros
con llanto de vida
con frío de muerte
y sonrisa de amor
y allá está ella
tan muda
tan niña
tan etiquetada
tan sola
©Elisabet Cincotta
Berazategui-Argentina
Tan
solo yo quisiera
¿Porqué
me estás hiriendo, porqué me haces daño?
si
hasta ayer me decías lo mucho que me amabas.
Tus
manos recorrían mi cuerpo con ternura
y
hoy se convirtieron, en garras que lastiman.
Tan
solo yo quisiera saber qué es lo que hice
para
que te enfurezcas así de esta manera,
si
siempre he estado atenta a todos tus reclamos
y
dejé muchas cosas, para estar a tu lado.
Me
has dejado las marcas no solo en mi cuerpo
si
no en mi corazón que se quedó bloqueado.
Mis
ojos están llenos de lágrimas sentidas
y
el espanto se adueña de mi azarosa vida.
Ya
no tengo más fuerza para seguir luchando
mis
brazos ni siquiera me siguen protegiendo
tú
sigues con los golpes mientras estoy caída
y
me tapas la boca para evitar mi llanto.
Quisiera
comprender lo que te está pasando
qué
motivos te llevan a castigarme tanto
por
qué esta locura de pronto te envolvió
y
buscas desquitarte con furia tan atroz.
Siento
que me ahogo, que se me va la vida.
No
puedo comprender tu reacción desmedida
tan
solo yo quisiera saber por qué motivo
me
quitas sin tapujos del mundo de los vivos.
Tal
vez en otro mundo te vuelva a encontrar
te
miraré a los ojos, te sabré perdonar
y
aunque me has matado con saña, con crueldad,
yo
seguiré contigo, allí en la eternidad.
Elsa
Caballero
Docente,
poeta y escritora
Un grupo de mujeres del
Movimiento Feminista de Nicaragua y del Movimiento Amplio de Mujeres (MAM) se
plantó frente a la embajada de Guatemala en Managua para expresar su rechazo
por la muerte de 43 niñas quemadas en un albergue en ese país centroamericano y
demandar justicia. Aquí dejo mi poema en su homenaje a esas muertes sin
sentido…
Otras
manos asesinas
Otras manos asesinas,
utilizaron el fuego
segando vidas divinas
sin hacer caso a su
ruego.
Eran niñas sin familia,
en un refugio maldito
a quienes nadie auxilia
en su pesar infinito.
Cuarenta y tres se
quemaron,
después de ser
mancilladas
¿cuantas jornadas
lloraron
con sus vaginas
sangradas?
Hambre, violación y
muerte,
que ninguna merecía
tan terrible fue su
suerte
que a oscuras
permanecía.
Hoy mujeres feministas,
se rasgan las vestiduras
y también los
periodistas
hablan con palabras
duras.
¿Es que ninguno sabía,
lo que entre paredes
viejas
a las niñas sucedía
por eso no alzó sus
quejas?
Muchas otras en el mundo,
soportan las mismas
cosas
y hombres de olor
nauseabundo
buscan sus carnes de
rosas.
Arranquemos las caretas,
a esos sucios violadores
que en sociedades
secretas
parecen grandes señores.
Que se publiquen sus
nombres,
y los vecinos se enteren
de que esos malditos
hombres
no cumplen con sus
deberes.
Y mientras tanto
recemos,
por el alma de esas
niñas
¡que por otras no
lloremos
culpa de aves de rapiña!
Marga Mangione
Niña…
Salgo a caminar, miro en
derredor.
Gente que pasa
corriendo, caminando,
Triste, riendo o
simplemente sin expresión.
Trato de mirar sus
rostros y sacar mi conclusión.
¿Será Éste abogado?
¿Aquel ingeniero, el otro doctor?
De repente veo un rostro
que me llena de horror,
Es que es el asesino que
a una nena mató y violó.
Debería estar preso si
el juez lo condenó.
Entonces hago memoria y
la ira de mi se apodera.
Recordando que es el
hijo de un empresario de turno,
que a su hijo protegió.
Pagando no sé qué coima,
y el juez lo liberó.
Y no puedo borrar de mi mente y mi memoria
la cara de esa madre,
llorando y pidiendo justicia.
¿Quién me devuelve a mi niña que solo quería jugar?
Si supiera esa mamá, que
el asesino esta libre,
buscando otra niña para
poderla violar.
Marta Beatriz Mangione
Ojitos Pequeños
Ojitos pequeños de
acuosa mirada,
suave palidez de
inocencia enarbolada,
nadie te había dicho el
final del cuento
ni que tu sonrisa se
iría con el viento.
¿Dónde está el pequeño
muñeco que, otrora,
velara, paciente, tus
sueños de aurora?
¿Y dónde está la blanda
cama, calentita,
que acunara el sueño de
tu alma bendita?
¿Dónde está la vida que
siempre añoraste,
Y el gentil amor que
tanto esperaste?
¿Cuándo fue que el mundo
trastocó tus horas
y helaron tu cuerpo
manos invasoras,
callando tu boca con
besos amargos,
sumiendo a tu angustia
en un mudo letargo?
¿Dónde estaba Dios
cuando eso ocurría?
¿Dónde fue tu madre, que
el cuento sabía?
¿Por dónde tu padre
arrastró tu crianza
cortando raíces, matando
esperanza?
La hora se acerca, tu
mundo se esfuma,
virginal cadencia se va
con la bruma.
ojitos pequeños, carita
rosada,
manitas de seda, tu
infancia se acaba.
María Elena García
Giraldo
Un soplo de locura
Una mujer se arma de a
pedazos
y se reinventa, cada vez
que la vida
como fiera al acecho da
el zarpazo,
denigrando su piel,
causando heridas.
La magia no resuelve o
soluciona,
aporta sólo un soplo de
locura.
Cuestión de suerte, al
revisar cajones
encontrar la moneda
perseguida.
Una mujer se arma de a
pedazos.
Se amolda a los
vaivenes, se camufla
bajo la piel de lobo o
de cordero.
Se quiebra ante el dolor
de los que ama
y a la vez se hace
fuerza, roca, viento.
Sólo la magia que en el
alma vive
aporta junto a un soplo
de locura,
valor para aceptar los
infortunios,
risas para alegrar a
otros la vida.
Una mujer es un
rompecabezas.
Reacomoda las piezas al
momento
en que la urgencia exige
movimiento;
no quedarse a la vera
del naufragio.
Esa es la magia de gran
hechicera,
estar en todo, no
borrarse nunca.
Buscar las soluciones
aunque trunca
queden su vocación o sus
proyectos.
Una mujer es mucho más
que sexo.
Sin presumir de mártir o
de santa,
una mujer de carne y
hueso aguanta
hacer frente al dolor
con entereza.
Una mujer es casi una
proeza
que camina la tierra
desde siempre
Que ama hasta la
angustia y se resiente;
sonríe, aún cuando su
alma se destroza.
Luce cual hermoso ramo
de rosas,
sin detener su marcha,
simplemente.
María Rosa Rzepka
Porque soy una mujer
Porque soy una mujer
y frente al mundo me he
plantado,
no me dejaré humillar
porque una vez… ya me
humillaron.
No me dejaré… no… no lo
haré
enfrentaré al mundo… si es necesario…
yo soy un ser humano… y
como tal…
quiero… y debo ser respetado.
Respeto al que tengo
frente a mí…
lo respeto… sí… y muchas
veces lo admiro…
admiro … sobre todo… la
sinceridad…
el respeto por sí mismo
y por ende…
el respeto por los
demás.
Siempre luché en mi vida
por la verdad,
nunca mentí a nadie…
porque si mentía,
ella se volvía contra mí
y la mentira
tiene “patas cortas”
dice el refrán.
Luché como una leona…
sola…
para criar a mis tres
hijos…
me caí y me levanté….
Miles de veces,
pero de cada caída
adquirí experiencia y
seguí adelante… sin
mirar atrás.
Sin rencores enseñé a
mis hijos… y con dignidad…
que el ser humano se
equivoca muchas veces
y, si quieres tener paz
en el corazón,
debes aprender a
perdonar…aunque eso…a veces… te duele…
Les enseñé a perdonar al
ser
que debía cuidarlos… y
no lo hizo….
Buscó otros rumbos,
otros caminos,
pero igual les enseñé…
porque el odio
no es buen amigo.
Todo lo que soy y son
mis hijos
no fue para mí un
sacrificio… porque enseñé y aprendí,
cumplí solamente con mi
deber de madre…
porque si Dios los puso
en mi seno
fue para que yo…
sola…los cuidare.
Y así lo hice… a veces
bien… a veces mal…
Quién nace sabiendo….
todo se aprende…
como dice la canción de
Serrat:
“se hace camino al
andar”.
Y solamente para mí,
hice camino a mis hijos
y todas mis fuerzas les
di.
Hoy… en el debe de mi
vida,
tengo la luz que
necesito…
Dios me dio las fuerzas
y las agallas
y mi corazón… en paz… respira aliviado
por el deber cumplido…
por eso me planto ante
el mundo… y grito:
Soy mujer y soy
valiente… y tengo la fortaleza
que tenemos las mujeres
que pedimos…
Que haya paz! Que haya
amor! Y, por sobre todas las cosas,
que haya… ¡¡¡CONCIENCIA!!!
Olga Elizabeth
Charkchian Zeytuntsian
“Aléjate de los osos”
Niña… recibe un consejo…
“aléjate de los
osos",
no juegues con ellos.
Aunque parezcan ser
mansos,
cariñosos y “pomposos”
suelen ponerse
violentos,
agresivos y celosos.
Las niñas…
no deben andar con los
osos…
En ese mundo de bestias,
con códigos mafiosos.
Luchan entre ellos
y se ponen nerviosos,
si otro se acerca a su
panal de abeja...
le sacan los ojos.
Los osos… son animales
peligrosos,
de grandes colmillos y
afiladas garras
y siempre estarás, por
ellas "asechadas"
(con ese peligro
“latente”)
Por eso...
aunque hoy no seas
consciente
y por su porte, te
encuentres "fascinada".
¡Aléjate de los osos!
pues saldrás lastimada.
Claudio Navarro
Periodista, Poeta y
Cantautor
Florencio Varela, Buenos
Aires
Mujer…
La vida tiene nombre de Mujer…
La vida empieza con
mujer.
La que la da y se da.
Mujer que empuja y
lanza,
que llora y ama,
que ríe y lucha…
Mujer que tira del tren,
locomotora, guía que
señala
memoria constante…
Apoya al hombre,
cruza mares,
escala montes
imposibles,
desbroza junglas…
Pare hijos,
los pare de por vida,
día por día, hasta el
final…
No ceja, no afloja,
trabaja y suda,
adorna y sirve,
regala placer,
restalla heridas,
es faro, ancla, tierra
firme…
Descanso tras la lucha,
consuelo en los duelos,
tierra prometida…
Mujer: Origen…
Partida y llegada…
Fernando J. Clariana
Poeta, escritor y
artista plástico argentino radicado en los EEUU
Teatro - Entre las
sombras
Obra breve de Claudia
Mabel Lorea, actuada por la autora y su hija Marina García
-
Ciegos los ojos de mi débil
alma
mas necia mi razón que
no oye nada
y una voz inocente en lo
profundo
a mi corazón aletargado
le reclama...
-
Tengo pesadillas mamá, y me
atormentan.
Siento miedo, tengo
frío, me molestan.
Hay un monstruo, un
gigante que se acerca
y destruye entre las
sombras mi inocencia…
-
Con sollozos, esa voz, grita en
silencio
sacudiéndome de espanto
hasta los huesos
sin embargo mi reacción
se hace tardía
y la niña está
implorándome entre rezos…
-
Escúchame mamá, te estoy
diciendo
que no quiero, que no
aguanto, que me duele,
siento culpas que, sé
bien, que yo no tengo.
¡Necesito que tú sepas,
qué sucede!
-
Y de pronto, Dios que está a
nuestro lado
le dio luz a lo oscuro
de mi velo
arrancándolo de los ojos
de mi alma
lo arrojó con mucha
furia contra el suelo.
Me vestí de coraje y
entereza
alcé mi voz y su eco
llegó al cielo
justo allí, donde es
firme la justicia
pues aquí sólo encontré
seres de hielo.
Logré por fin acabar con
su tormento
aunque lucha con alguna
pesadilla,
ese monstruo, está
pagando la ignominia
y hoy ha vuelto a
sonreír, ya mi chiquilla.
¡Para siempre eres la
niña de mis sueños!
-
Siempre supe que tu amor no
fallaría.
-
¡Que jamás se desoiga a la inocencia!
-
¡No más monstruos, nunca más
las pesadillas!
Claudia Mabel Lorea
Muchísimas gracias Jael Uribe y Movimiento Poetas Internacional por darme la oportunidad de realizar el Festival en mi ciudad, Berazategui, donde siempre contamos con colaboradores y personalidades que se suman a estos Gritos contra la violencia de cualquier tipo!
ResponderEliminarAbrazos desde mi corazón
Marga Mangione