Poemas Grito de Mujer Cruz del Eje, Córdoba AR
Poemas Grito de Mujer Cruz del Eje, Córdoba AR
Santa
Isabel
Belleza
de mujer
Camila
Vazquez Garriga
Sé
de mis habilidades
Sé
de mis artimañas
Sé
de las miradas
Y
de las sonrisas regaladas.
Evoco
mi ser
Y
nuestro dulce amanecer
Por
ti, por mí, por nosotros
Por
el amor que conozco
Sumergida
en la pasión
Con
plena convicción
Estoy
consciente del poder
Que
significa ser mujer
Y
si aun dudas…
De
mi belleza tan pura
Mírame
y verás
Que
soy aun mucho más.
Me
duele la vida
María
Luisa Peveraro
Me
duele la vida
En cada hueso roto
En cada surco abierto en mi piel
Me duele la vida
En cada palabra
En cada grito
Me duele la vida que desprecia
Con sus odios sus mentiras
Sus engaños
Me duele la vida
En la injusticia del desprecio
De los que usan su fuerza
Su burla su incredulidad Ante tanta brutalidad
Me duele la vida…
Deseo la muerte…
La muerte que transforma
Que limpia que calma
La muerte que defiende la vida
Sepan señores señoras
Que no se justifica
La mala muerte
La muerte de la tortura
De los golpes
En cada hueso roto
En cada surco abierto en mi piel
Me duele la vida
En cada palabra
En cada grito
Me duele la vida que desprecia
Con sus odios sus mentiras
Sus engaños
Me duele la vida
En la injusticia del desprecio
De los que usan su fuerza
Su burla su incredulidad Ante tanta brutalidad
Me duele la vida…
Deseo la muerte…
La muerte que transforma
Que limpia que calma
La muerte que defiende la vida
Sepan señores señoras
Que no se justifica
La mala muerte
La muerte de la tortura
De los golpes
De
los gritos
Del desprecio
De la tiranía
Del silencio cómplice
Del silencio que justifica
Sepan señores señoras
Que yo no merezco todo esto
Que el que debe pedir perdón
Es el que golpea el que mata
El que esclaviza y tortura
Él debe ser juzgado y condenado
Yo soy la vida… y él es la mala muerte…
Del desprecio
De la tiranía
Del silencio cómplice
Del silencio que justifica
Sepan señores señoras
Que yo no merezco todo esto
Que el que debe pedir perdón
Es el que golpea el que mata
El que esclaviza y tortura
Él debe ser juzgado y condenado
Yo soy la vida… y él es la mala muerte…
MUJER
Elizabeth
Durán
Grito
de mujer que pare con dolor.
Grito
callado de la mujer esclavizada.
Grito
de mujer sufriendo violencia.
Mujer
tierna amamantando.
Mujer
brindando amor al hijo,
Educándolo,
guiándolo.
Mujer
devota, a los pies
De
Jesús de Nazaret te inclinas.
Mujer
de Dios. Mujer del mundo
Mujer
hecha semejante al hombre
Para
amarlo y acompañarlo,
Transitando
a la par la vida.
Mujer
trabajadora e independiente.
Mujer
liberada de muchos yugos.
Mujer
tan pensante como el hombre.
Mujer
de luchas incansables.
Mujer
de temple forjada
Al
fuego de los soles.
Mujer
noble, capaz de sacrificios.
Mujer,
llamada sexo débil,
Dejas
impronta de fortaleza
Cada
vez que te levantas
Mordiendo
el polvo de la derrota,
O
te haces eco de la mano que golpea.
Mujer,
sencillamente eres MUJER!!!
Amor
incondicional
María
Soledad Palomeque
Dulce
caricia al despertar
Calorcito
que todo lo cura,
beso
divino que siempre anhelo
en
mi caminar, lo que necesito
en
mi vida.
El
día me premia si tengo conmigo
el
oído de una amiga que nunca
falla,
que como el agua, anima
reconforta
los huesos.
Me
hace crecer, me da una respuesta.
Esa
es la viejita con su sonrisa incondicional.
Que
fueras eterna quisiera
Que
vivieras y tu alma renaciera.
Juego
a que serás inmortal
porque
ni loca me pierdo
tus
retos y consejos
¡Mamá!
María
Luisa Ahumada
Herencia
Me
has dado este viento particular que me empuja para la vida
acariciando almas desprotegidas; el aliento para andar y desandar
caminos si el final es el mejor paisaje; el espíritu para viajar por
los horizontes y navegar dándole el gusto salado al mar. Me has dado
las alas para volar, el coraje para saltar. Tanta valentía no
hubiese sido posible si vos no estabas ahí, remontándome como un
barrilete, desafiándome a encontrar un destino mejor y a esquivar
obstáculos, saltar vallas, superar límites, vencer.
Esta
sonrisa no es mía, es tuya; por lo parecido, pero también porque
vos me la provocás, vos me hacés sonreír. Mis palabras son el
resultado de tus cuentos, de las historias narradas y de las
inventadas que eran las mejores. La autonomía para pelear contra lo
invisible es el resultado de tu independencia librándose batalla en
las sombras de lo que asusta. Esta imaginación, la magia de mis
actos, no es más que una breve síntesis de la niña que vos llevás
adentro y que me enseñó que no hay otra manera mejor de vivir que
jugando con la vida como si fuésemos amigas.
Me
has dado las fuerzas para no quedarme parada en un mismo lugar,
porque siempre hay otros para explorar. Me has enseñado que la vida
es sin muertos, que hay una sola, que el pasado la forma pero no debe
habitarla, que hay tantas maneras de ser feliz como rizos de colores
en el reflejo del pelo siempre dorado de una niña que se mira en el
lago. Me has querido tirar al río, pero nunca me soltaste del hilo
invisible o casi imperceptible que nos une y no nos condena, nos
alimenta con una fuerza envidiable. Me has dado este cuerpo y la
manera de conducirlo, el alma y la forma de nutrirla, me has dado
razones y me has provocado las más bonitas sensaciones.
El
resto de lo que me den, de ahora en más, será condimento puro.
Porque vos me diste lo más importante, me diste la vida mamá.
Paula
Pucheta
Por
la ventana entreabierta
No
sólo se cuela el sol
apenas
tibio, tímido
de
este jueves gris de octubre,
se
cuela también, insospechada,
la
niña que habitaba en mí.
Cruzamos
miradas cómplices
y
con premura se nos acerca.
La
contempla, la toca tiernamente
y
sus manitos se vuelven hilos de plata.
Le
susurra tiempos de antes…
tiempos
de las dos…de todas.
Me
mira apenada, expectante,
mientras
se sienta a mi lado.
Escudriña
mis gestos…
que
son los suyos, los nuestros,
aunque
no me reconoce.
Me
interrogan sus ojos grandes
y
sin palabras me dice:
¿dónde
se fueron los años señora?
El
eco de su voz sin voz hace mella
en
mis infantiles recuerdos y
me
trae al hoy sin remedio.
Me
veo al pie de la cama,
con
pena en la piel, en la mirada,
con
un presagio sobre mis hombros.
Ya
no soy una niña, su niña, ya no…
Soy
una mujer despidiendo a otras.
En
íntima y absoluta comunión
las
lágrimas nos abrazan
y
con debida urgencia
se
apuran sus historias y la mía,
confluyen
y se completan.
Tomo
sus manos cansadas…
por
última vez…lo sé…
las
llevo hacia mi rostro húmedo,
las
beso, las aprieto con dulzura
y
asumo mi familia, la reivindico,
la
constelo y ellas…todas,
infinitas,
se vuelven estrella.
Elma
Sueldo
Niña
que florece
Sayoko
en su cuarto dibuja camellos,
arenas
distantes, ignotos paisajes.
Sayoko
en su cuarto dibuja palomas,
cielos
azules, altos campanarios.
Sayoko
en su cuarto sonríe feliz,
juega,
pinta, sueña…
Cerca,
un hongo que crece
devorando
el cielo,
la
vida desdeña…
Sayoko,
niña que florece,
no
llegó a mujer…
Motivos
absurdos, decisiones trágicas.
Fin
de los valores, mundo en implosión.
Ayer,
Hiroshima.
Hoy
Kigali, Damasco, Kabul o Bagdad.
Guerra,
sexo, ambición, poder.
Niña
desvalida de cualquier lugar,
que,
como Sayoco, no serás mujer.
Historias
Mujer
que es una y son muchas.
Capas
sobre capas térreas desde Lucy,
frágil
esqueleto, fuerte persistencia.
Inicio
de la vida.
Esclava
que vende su cuerpo o lo regala.
Desdichada
que mata a su hijo en las entrañas
Adolescente
madre se cubre solitaria.
Historia
dolorida.
Leona
que defiende a su prole ante el peligro,
curva
su espalda sumisa en la cosecha
y
dispensa callosa su caricia.
Historia
generosa.
Monjas
en clausura, Teresa en Calcuta.
La
oración nutre y alivia al mundo impío.
Jesús
renace en la sonrisa.
Historia
perdurable.
Pañuelo
blanco desafiando al tiempo,
marcha
sin tregua en busca de palabras.
Golpes,
gritos, silencio.
Historia
recobrada.
Mujer
que cobija, mujer que ilumina,
mujer
que trabaja, mujer que camina.
Sueños,
llantos, risas…
Historia
vivida.
Gladys
Seppi Fernández
MUJER
I
Por
el surco de la mujer
andan
los siglos repitiendo la especie.
Allí
derrama el hombre su lava mensajera de infinitos.
Allí
se hace el nombre nuevo,
se
entretejen las letras,
y
en sus diástoles y sístoles, el corazón
vuelve
a conjugar acordes,
a
pulsar renovadas primaveras.
Por
el surco de la mujer
el
mundo vuelve a mecerse
y
es amamantamiento,
y
tibieza,
entrega,
insomnio,
caricia
y abrazo,
y
ala y soplido.
Es
que la vida busca repetirse.
Elige
el lugar, lo labra, lo endulza,
lo
tienta hasta dar con la boca temblorosa,
centro
donde ha de henchirse la alegría de la semilla
clavada
hasta la empuñadura.
Para
la renovación de la espiga.
Para
desafiar al sol y a sus crepúsculos.
Por
el surco de la mujer
la
especie cumple su vocación
de
eterno regreso.
MUJER
II
Para
hacerte mujer
nace
la palabra amor.
Es
ella la que te ronda desde el inicio,
es
ella la que te vuelca al molde
y
te crea.
Es
ella la que convoca a las otras y en su red
cuece
el canto de sirena
para
que fieles al llamado, dejen su don,
las
otras:
las
que por nombrar semilla
se
hacen lentas,
las
que por nombrar ardor,
fraguan
las chispas,
las
que por nombrar abrazo,
se
vuelven tiernas,
las
que al volcarse a la sangre
encienden
su mercurio,
las
que por decir esperma
derraman
su lava…
Para
hacerte mujer
vienen
todas las palabras
y
te leudan y te fertilizan y te riegan,
porque
en la red que tiende tu amanecer
laten
prodigio y vida,
renacer
y camino,
tibieza
y luz.
Para
hacerte mujer,
en
la boca del laberinto que te timonea,
se
congregan las voces.
Y
es allí, allí,
donde
inician
tu
escritura.
Pertenecen
al libro " Vivir en las palabras" - poemas publicados en el
año 2009"
Graciela
Gonano
¿Sexo
débil?
¿Qué
barro las componía cuándo tener voz era heroico? Alentadas
solamente por un íntimo fulgor ellas construyeron puentes y
derribaron fortalezas. Casi nunca les fue fácil casi tanto entonces
como hoy. Mujer que osaba adelantarse un tanto era juzgada,
insultada, mal mirada, sojuzgada. Sin cejar ni amilanarse fue
heroína, militante, madre, hermana, hija, obrera y trabajadora.
Estas palabras no alcanzan... pero tal vez sirvan para recordar a
Cecilia Grierson, a Eva, a Iris Pavón, a Alicia Moreau de Justo, a
mi madre, y en ella a todas las mujeres que con su lucha atravesaron
fronteras.
Inés
Muñoz
MUJER
MUJER
MUJER...
cinco letras que forman
una
hermosa palabra y dicen mucho.
MUJER
es aquella que
sin
egoísmos
todo
lo da sin mirar a quien.
MUJER
- HIJA... que de pequeña
pide
y pide, ignorando
si,
esa mujer, su madre podrá complacerla.
MUJER
- MADRE... que trabaja
fuera
de la casa y cuando regresa
debe
continuar ayudando a sus hijos
que
la requieren y a un esposo
cansado,
que necesita que lo escuchen,
¿y
a ella quien?
MUJER
- ABUELA...que quizás la vida
la
tiene alejada de sus actividades laborales
y
ahora reparte su tiempo y su corazón
en
esas ternuras que son sus nietos.
MUJER,
si y con mayúsculas
que
hasta puede hablar con Dios,
y
este en su debilidad, le regala
la
bendición de ser MADRE.
MUJER,
por siempre MUJER, bendita MUJER...
que
tu luz siga iluminando
la
terrible oscuridad
de
almas solitarias y confundidas.
María
Almeida
Eterna
unión
Eterna
unión que satisface mi ser
Arrolladora
protección que siempre tengo
Me
regalaste un lugar en el mundo
donde
la inmensidad del cielo siento
Es
un bálsamo para el alma esa a
lma
quebrantada
que
solo busca paz en el silencio
y
crecer siempre en el "no olvido"
La
vida que me diste es mi tesoro
y
el diamante más preciado me enamora
Cuando
el llando de la "vida “me apasiona
Ese
nacer indescriptible que es mi todo
Fortaleza
inminente unión arriesgada
Amor
que la hizo crecer con sus tiempos
Sin
agujas si marcadas
Mis
raíces son mi todo y aquí me quedo plantada
El
valor de lo aprendido está guardado y usado
y
eso no se tira ni descarta
Difícil
hoy hermoso mañana
Porque
soy peleadora del destino
Porque
creí creo y creeré
que
pese a las adversidades de la vida
Dios
estará siempre conmigo
Natalia
Campus
Soberana
Mujer,
tú que anidas en tu ser sueños de esperanza
Unidos
al amor que brota de tu alma y
Junto
al suave susurro de tu voz en el silencio
Eres
quien despierta los más nobles sentimientos
Revelando
en la mirada los secretos que tu anhelas.
Hermana,
hija, madre, amiga...todo eso puedes ser
En
este mundo fugaz en que el que te hizo Dios nacer Reina,
princesa...soberana
de justicia en esta tierra Mujer,
mujer...simplemente
hermosa mujer
Obsequio
grato del cielo que todos quisieran tener
Seas
siempre bendecida en donde quieras que estés
Amando
sin medida como solo tú lo sabes hacer.
María
del Rosario García
Mujer
Pétalo
de libertad
Muérdago
al amanecer
Irrepetible,
indomable.
El
destino sede ante tus pasos
la
vida vive en tu presencia.
El
cielo abre sus puertas y te invita
celoso
de tus pasos por la tierra.
Ella
es como tú
fértil
para la simiente
fuerte
para el resto.
La
fe es tu consuelo
pero
tú eres la esencia
de
un Dios que no conoces
de
una vida que superas.
Otilia
Elizabeth Martín
Ciprés
Entre
las tumbas
revueltas
por el viento...
una
mujer
es
un ciprés verde
que
sueña con hadas.
IV
¿Puede
una mujer
redonda
y blanca
ser
palabra inspirada de
un
poeta?
Un
poeta y la palabra
pueden
todo...
hasta
un amanecer.
Natalia
Quilis
Simplemente
“Mujer”
Cuando
el sol despereza, despiertas.
La
fatiga en ti, no hace mella.
Las
tareas arduas, no te asustan.
Y
a diario inspiras, a la vida misma.
Con
tu brillo, iluminas vastos caminos.
Risas,
llantos, alegrías y tristezas,
colman
tus días extenuantes y ejemplares.
Mas
el mundo te deniega, el tiempo para errores…
La
magia de la creación, en tu forma se ampara.
Eres
género, el más fortalecido,
ya
que tú a todo te enfrentas,
con
la más potente de las fuerzas…
El
amor que todo lo puede, en ti mora
y
permite que soportes las constantes afrentas
Eres
acreedora de las más grandes alas.
Las
que se te otorgaron para planear sobre el resto
y
acariciar si es debido a todo aquel que lo demande
pues
cobijas bajo ellas lo que el verbo te mande.
Los
mejores vocablos son símbolos de tu carne:
paz,
dulzura, paciencia, tenacidad y muchos más
en
ti caben…
Celia
Inés López Miranda
Y
Fue Así Que Un Día Me Crecieron Alas
primero
, la sensación de piedra arraigada a mandatos que desde remotas
voces me envolvieron, luego , el fatal letargo de las costumbres
aceptadas por siglos y la resignación , cortina negra para el deseo
cubriéndome la carne... las noches de desvelo tras la verde ráfaga
de vientos , agitándome... veleta de pasión fija a un tejado. y mi
cuerpo... caja de resonancia guitarra huesos de nube , habitado de
todos los sueños no soñados sed de amanecer inicio de mi canto yo
palpándome la noche del exilio en el pecho con los dedos del aire
despeiné mis cabellos, y eran plumaje de colores y fue así que un
día me nacieron las alas miro aquella veleta mientras elevo el
vuelo.
Celia
Inés López Miranda
Mutilada
( Basta De Muertes De Mujeres!!!!!!!!!)
"Nada
sé de la muerte, me interesa la vida " Víctor Heredia Hoy otra
vez, se me rasgó la piel, se me bajaron las defensas me llovieron la
parálisis de la impotencia el grito mudo de los hijos los pies que
no llevan a ninguna parte las manos y los dedos que no atrapan el
alma los ojos despavoridos frente al asedio del puñal los papeles
que duermen en escritorios y que despiertan ya con tinta de sangre me
llovieron los adioses violentos la irá del desamor los golpes las
caricias pendientes los abrazos las nanas en la cuna que nunca se
verá las denuncias silenciadas el dolor bajo la almohada el enemigo
en la misma cama la comida servida puntual , a diario, al carcelero
la fuerza brutal del sexo con mortaja en la boca me llovieron el
fatal reloj de la noche interminable el dedo acusador el silencio
cómplice me llueven me inundan las vidas que no serán vividas los
sueños que no serán soñados los besos cortados la danza arrebatada
la lágrima que no se juntará a la risa me llueve tu cuerpo mutilado
y yo mujer desde el cuenco de mi cuerpo te siento en todas las que
desde los siglos y los siglos heredamos la fuerza natural que nos
preña de vida hemos sido arrasadas incendiadas pero como la lluvia
que fecunda los campos esta lluvia de llanto te hará volver en miles
de mujeres en vientres en alas y seremos tantas que solo quedará
lugar en este mundo para la maravilla.
Marité
Tilves
Seres
de Luz
En
toda mujer hay una poeta
que
siente, estremece y da luz
a
vidas propias y ajenas
a
semiente de acentos y cruz.
En
toda mujer hay una heroína
que
impulsa, repulsa y conduce
hacia
libertades no declaradas
para
sobrevolar tiranías inciertas.
En
toda mujer hay una mirada
hacia
el presente, al futuro deseado.
Sin
ellas arduo es concebir el mundo
Con
ellas es posible retener el cielo.
Alicia
Salcedo
Esquirlas
Espero
tu sombra que ingresa
marchita
jugando
al héroe desteñido,
tus
manos son armas
tu
boca que grita.
Por
qué no hablas
hombre
de muerte
pájaro
sin nido
muñeco
sin suerte.
Recuerdo
tu aroma de adonis
señero
tus
palabras seguras,
los
pasos de cristal
la
pasión de enero.
Qué
quedo del viejo ventanal
de
los besos clandestinos,
la
espera de la mañana
tu
piel de peregrino.
Me
matas en las llegadas
resucito
en tus partidas,
qué
pobre es el tiempo
cuando
hay furia en la mirada.
Como
rosa negra en funeral
de
niño.
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