Poemas Grito de Mujer 2014 Chile Talagante
Poemas Festival Internacional de Poesía Grito de Mujer 2014 en Chile Talagante. Coordinado por Silvia Osorio.
Silvia Osorio.
Talagante
En el abismo de la soledad terrestre
VIII
Tal vez el
olvido
Es una herida
que siempre sangra
Y se esparce en
el cansado corazón de la escritura
El amor jamás
tuvo su imperio
En mi pobre alma
Y de este modo
el desequilibrio
Podría seguir
enlutando el vuelo de la abeja
O desterrar la
alegría de los pétalos del ababol
Porque así de
profundo es el rencor
Y perdonar no es
posible
Estoy sola
recordando que mi padre
Empuñaba la
vieja pistola
Mientras tus
gritos desgajaban la noche
Caían de un
vuelo las hojas del árbol
Y la brisa fría
seguía galopando
Se escondió el
sol porque tú y yo
Habitábamos los
márgenes del silencio tardío
Y así fueron
cortados también los vínculos
En el pequeño
reino de la solitaria criatura
XIV
Fue una
hora madre
Que busqué con
extrañeza el rocío
De tus ojos
Que amargo tu
cuello
Y tu rostro
revestido de padecimiento
No fue en los
tiernos pastizales
Que tú y mi
padre acuchillaron
Mi espalda
Esto sucedió
mientras yo iba
Cambiando de
piel
Y de ojos
Y así llevé y
llevaste
La lumbre
extinta del sol
Y en la tarde
desprovista de palomas
Me acurruque en
el hueco
Gobernado por la
melancolía
Y aunque no me
iluminaba ninguna estrella
Canté una suave
canción de cuna
XVII
El tiempo que aun aleteaba con truenos
Y espadas
En el corazón de la escritura
El padre que multiplicaba las palabras
Furiosas
Llevaba en sus ojos de insomnio
La inexorable amargura
Del viajero que gastaba sus zapatos
Continuamente
Y derramaba el otoño
En las calles de Talagante
Sus oídos
No escuchaban que mi boca de humo
Lo increpaba llorando
No se daba cuenta que mis pies
De cervatillo huían de sus lanzas frías
Y que mi corazón de campana
Se internaba en lo profundo del bosque
Y que un día se fue la luz
Encerrada en el ataúd
Junto a la madre
infinita
Mónica
Montero
*
No canten canciones
ni ordenen la mesa,
no digan "hola, amor"
ni " adiós, cariño".
Que la saliva amarga que engendró
puede derrumbar.
La tierra oscila en tinieblas,
no se aleja mi duelo,
se nutre en la pestilencia,
muero en los ramos
deshojando soles,
maldiciendo el mar,
llena la boca de gusanos.
En esta hora de llanto,
no se atreva la flor a emanar
ni se asome la luna.
Que esta oscuridad que duele
es mi dueña
y antes de ella
yo estaba sola.
No canten canciones
ni ordenen la mesa,
no digan "hola, amor"
ni " adiós, cariño".
Que la saliva amarga que engendró
puede derrumbar.
La tierra oscila en tinieblas,
no se aleja mi duelo,
se nutre en la pestilencia,
muero en los ramos
deshojando soles,
maldiciendo el mar,
llena la boca de gusanos.
En esta hora de llanto,
no se atreva la flor a emanar
ni se asome la luna.
Que esta oscuridad que duele
es mi dueña
y antes de ella
yo estaba sola.
Imaginario
Tres en la cama
se entrecruzan las manos
sin verse los rostros.
Se muerden, se lamen, se frotan.
Hay tres en la cama y ninguno sobra.
Me queda grande la fe,
las mantas sueltas,
la peste roja.
Hay tres gusanos a la sombra.
Un vómito triste me despierta,
es de vestirse de negro
vender los lirios,
salir gritando a las esquinas.
Yo recuerdo a un hombre
que se fue con otra.
*
Cómo el limonero y su aroma
Llévote adherido a la boca
por los siglos,
por el miedo y la muerte.
Llévote en los bolsillos y el ombligo.
Encadenado a los miedos
Asido a la mudez que me cuelga
LLévote
al fondo de mi secreto
y nada más se llena de mi sol.
Llévote en las rodillas,
En los rincones
Llévote
Llévote y te dejo
en el minuto que me faltes.
Llévome a otro conmigo.
Nosotros
A veces se es tan viejo.
Puede un suspiro perforar los huesos
y te atora la vida con todo su espacio
la historia y los cuentos.
Nada hay aquí.
Todos muertos y nosotros viviendo.
El hombre acostumbra
a conquistar caridad
y navega al compás del luto
y los deudos.
Loa creyentes del sol
poseídos por el dolor
de ver sin ojos.
Hemos de abandonar la barca,
correr hacia el viento,
calcinar los huesos
antes de que estalle la sombra
y se adueñe de nuestras lenguas
la claridad
De este oscuro cementerio.
Anita Montrosis
Mi
último cuerpo
I
Te he
bautizado como la novia
de los muertos
porque aún no te he podido pulir
tampoco deseo ordenar la casa
Sabes que rechazo sacudir las paredes
y barrer las hojas
prefiero imaginarte invernal
como cuando desvalijabas la ternura
para abrigar el agujero de los niños
e inventabas carcajadas
desde la escalera hasta la cocina
Yo jugaba a ser tu hija ¿lo recuerdas?
pero nunca aprendí a cocinar
no quise
II
Tus herederos siempre preguntan
¿Por qué no he desarmado la cama?
Les digo que no quiero desfigurar la matriz
no me interesa mistificar los papeles
Detesto el juego horizontal
y ese leve olor a higuera
que continúa danzando en el patio
No se dan cuenta que no puedo escribir
y aunque nadie conciba
es rústico desglosar la escritura
y entretener las cavidades de esta casa
donde seduce asesinar el secreteo de la noche
No sé, pero prefiero amoldar el cuerpo
aunque duela
y así detenerte en estas voces
III
Ahora tus hijos duermen
se dejan acurrucar por la frialdad nocturna
los veo como soles muertos
que pasan por mi calle y no saludan
ellos hablan de la puerta giratoria
yo de los delirios poéticos
sólo para que sientan tu tumba
y no deseen volver a acomodar sus escrituras
No insistas en salvar una ciudad
donde la lluvia se ha olvidado de nombrarte
se dejan acurrucar por la frialdad nocturna
los veo como soles muertos
que pasan por mi calle y no saludan
ellos hablan de la puerta giratoria
yo de los delirios poéticos
sólo para que sientan tu tumba
y no deseen volver a acomodar sus escrituras
No insistas en salvar una ciudad
donde la lluvia se ha olvidado de nombrarte
Atena
Rodó
I
Antes que nos
devore
Permíteme acercarme a tu espalda
Llenarte de calosfríos crecientes
Ser andariega en tu cintura
Emborracharme de tu pelvis ansiosa
Devorar cada comisura zigzagueante
Acrecentar mis deseos lujuriosos entre tus pliegues
Carcajearme de las miradas de escrutinio
Al abrazarte la cintura posando mi mano
en tu pierna
Danzar entre tu cuello palpitante
Llenar de lunas tus mejillas
Mancillar cada trozo de tu boca
Fundirnos en una nube de fuego
Derretirnos con la pasión desbordada
Ser tu casquivana y hambrienta serpiente
Voraz incendio que consuma tu
sensualidad
El apetito del ansia concupiscente
La rebelión de los montes y valles de tu
piel
La incansable agonía de tu respiración
Vámonos, te rapto al cuarto contiguo
Y ahí hemos de ser desatadas las hembras
noctámbulas
Al acecho de murmuraciones vouyeristas
Entre sudores de la carne
Ábrete presa del deseo
Sé mi discípula devota entre mis
rodillas
Succióname toda lascivia que brota de mi
sexo salvaje
Embrutéceme con tu lengua dentro de mi carne
Hazme enloquecer en gemidos de muerte
Deja que fluyan mis dedos en tu locura
Acepta gustosa este cáliz que gotea
purificado
Bebe hasta la última gota del fulminante
orgasmo
No pares, no pares
Hasta que cada uno de mis desbordes
Llegue hasta el grueso de tu garganta
Y se enraíce enteramente en nuestras
almas.
I
Ansia
Vengo siguiendo la lumbre
Que antecede al terciopelo de tu
garganta
Que me circunda y me arroba
Vengo siguiendo la estampa
De tu sonrisa
De tu cadencia
De tu inquieta e inigualable premura
Al alzar en vilo mis adentros
Y contorsionarte en el aire
Cual trapecio indomable
Vengo de tus redes
Vendo de ese viaje
A esa tierra
Que temblorosamente se abre
Soy a ti
Con cada pasión delirante de esta tarde
I
Conjuro
Abraza mi alma en espuma oceánica
Mi sueño acuna en un beso ardoroso
Me inunda, me invade en lava volcánica
Su piel… en mí un relámpago furioso
Cruza mi desierto … me besa
Me aprisiona, captura
Me vuelvo su presa
En mí se esparce su figura
Me arrebata … frenesí latente
La recorro… mía entre los surcos
Posee mi caverna caliente
Tiembla en cada espacio
El terruño mancillado
Entra en mí despacio
Su ser enloquecido
Me entrego a su deseo
Me rasgo el corazón
Me entrega con anhelo
Su inmensa devoción
Amor
te digo amor
En cada gemido
En cada fluido
En cada humedad
Te digo compañera
A quien quiero dar mi libertad
Has cubierto y habitado
Esta geografía, estos valles
He habitado y labrado tu tierra
Tus llanuras, tus calles
He deshojado geranios en tu primavera
Has sido tormenta en mi vendaval
Alas en mis anhelos imposibles
Mi quimera angelical
Palpitar irrevocable
Me he fundido en tus oleajes
Para hacerme en tus venas
Caminar entre bellos parajes
Enlazada de tus caderas
Fanny
Campos Espinoza
"Hystera..."
Mi
casa no es un castillo
"...le
fascinaban las tinieblas del laberinto que tan bien se acordaban a su terrible
erotismo de piedra, de nieve y de murallas."
Alejandra
Pizarnik
En Santiago no hay castillos medievales
En Latinoamérica nunca hubo ese tipo de
castillos
y mi cabeza
resulta ser el único laberinto
Mi erotismo no es de piedra y quisiera
derribar estos muros
pero mi vestido se congela
frente a
tus líquidos
porque el rojo sabe más rojo sobre la
nieve.
Judith/Artemisia
"...
con un pañuelo en la garganta y boca para que no pudiera gritar metió las dos
rodillas entre mis piernas y apuntando con su miembro a mi naturaleza comenzó a
empujar y lo metió dentro. Le arañé la cara, le tiré de los pelos y antes de
que pusiera dentro de mí el miembro, se lo agarré y le arranqué un trozo de
carne." Artemisia Gentileschi
Con el vestido que más te gusta
me dispongo
a tomar tu cabeza
empapado parecerá ceñirse
todavía más al cuerpo
antes vertida en una copa
probaré tu sangre
brindaremos por la justicia
porque tú ya lo sabías
a tipos crueles como Vlad
o el mismo Holofernes
Tassi
y todos los reyes
se les corta la cabeza
Tiene algo de romántico
¿no les parece?
Agradéceme
estilizar tu muerte
hombres como tú
no merecen menos.
Conversación
a los pies de un árbol
La sed que ruega leche
me seca la garganta
Nunca tuve madre
Nunca seré pecho lácteo
te digo
en plena vía pública
te muestro
una colección de dagas
clavadas en mis senos
No dejaré que sigas siendo
noche en el pezón
fracaso de lo santo en las tetas
escultura escupible de cualquier dios
me dices
mientras
una a una
las cuchillas
van cayendo.
Rosa María Jorquera
Rojas
Carbón del bueno
Sobre
letras de carbón
van
hilados
su
familia y la tierra
corrija
mi lápiz nervioso
sino
tengo buen freno
sino
tengo esa remembranza
por
su abuelo
sólo
quiero dejarle mi cariño
ese
que me brindo mi paire
el
mismo sentido por usted
sobre
brazos de su chocho
el
minero con el trabajador agrícola,
son
el fiel oro negro,
el
surco de camino rudo
esperado
por el buen viñedo
son
los chatos mas buenos.
Venga
a mi hombro huérfano
para
que sepa lo que siento
este
día de frío invierno
un
cariño de Tata ha perdido
hasta
después que el sol se acuesta
él sembraba el carbón y la papa
ese
será por siempre
su
más grande tesoro.
Sólo
le diré una confidencia...
y
es que me lagrimea la garganta
porque
no tuve jamás
uno
como el suyo
digo
que le envidio eso
de
sentirse arrullada por abuelo
nunca
conocí sus afectos
como
usted recordará el propio
cuando
alzo sus brazos
por
primera vez en los suyos.
Hoy
no está a su lado
aun
así al viento sur recite
para
decirle a los cuatro vientos
que
mastica a cada centímetro
el
dolor pario de su muerte.
Carceleros
Está
percudida tu navaja de vida miserable
o
que se equivoca tu sombría de quererlo así
puesta
sobre las yagas de madre delirio creciente.
Ya
no cava nadie tu tumba en rastrojos
no
presiona la lengua dulzor de cisne
ya
no quiere más treguas ni rangos
soñó
que le atrapaba el gesto indecoroso
se
vio acida por sones de mentira
igual
al colibrí del pájaro privador de milagro
cuando
sintió el húmedo soñado en su verde.
Creyó
verse sobre la muerte anticipada
por
no abrir el círculo de afable escribana
ahora
va por las calles
perezosa
de adrede por parirse lágrima.
Le
ha preguntado al silencio porfiadizo:
Quién
me ha de correr para mi muerte
qué camino ciego de reservado apalea
tanto
este piélago canoso y loco
quiere
apegarse a la hierba , cual
calavera
irrisorio de prosa en su andén,
recuerda que un pario dijo
si
quieres cabalgarme ahora
no
hay perpetuo problema en eso
pero
jamás seré tu corcel
recuerda
el jabalí herido
que
el frío estaba pariéndose
sobre
ellos esa vez.
Decidido
Como
este pedazo de surcos inertes
Que
va al revés del mundo hipócrita
Como aquí me fuerza a la furia y agobio
Vuelco
mi rebeldía a cerebros de cemento
Vuelco
en tu transparencia ligera todo
Mis
apretados sueños de alegría paralizada
Vomito
en sus rostros ajenos de pasión
Vomito
el podrido reparo aprehensivo.
¡Es mejor!
Porque si
aprende códigos estables
O sigue huellas de pasados funestos
Se
volverá eco de sus marchitas belfas
Se
convertirá en mutante de caprichos
Presa
de condiciones podridas
Se
queda en nube mecida de ruegos
Prefiere
comer el suelo de almíbar elegido
Decide
abrir sus eternos laberintos
De
miedos… de pacatos ¡basta!
El
salmón no apreciado
Eres
y serás el animal de chispeante anhelo.
Carla
Retamal Ramírez
Tintas imborrables
Y
perdernos todo y decirnos todo Y recluir el enojo en la voz altanera Y cortar
el teléfono tach 5.3 Y hablar como hace veinte años Y recuerda que tenemos veintitrés
y veinticinco Y que nadie sabe y se hacen los locos Y que no me importa bailar
por cámara y someterte a mis noches infértiles -las más fértiles del mes- y a
mi cólera y mis frases en función de lágrimas caídas en mi ropa interior Y la
primera vez que vimos el fondo y el fondo de ti sumergidos en las yemas y en la
punta del lápiz partido en dos Y recuerda que son doscientos ochenta y nueve
los lápices de grafito y pasta en nuestra colección guardada bajo el faldón
junto a la misiva tercera y la cajita de cartón forrada en papel lustre Y
recuerda también que te hablé del Amor de Lhon y de la séptima voz de tu placer
Y de tus ojos tristes repartidos en comillas indelebles Y de refugios
miserables llenos de cantos y cárceles enrejadas y flores plásticas como el
jardín infantil que se roba a mi hermano a las ocho de la mañana porque las
universitarias no somos hermanas ni madres Hay quinientos mil kilómetros de mar
según mis llantos Y estoy siendo toda de sal de sueños y pesadillas diarias que
enternecen las noches solitarias de tanto pensar No me escribas de nuevo amor
No quiero recordar la tinta azul del lápiz que compraste en el negocio de la
esquina a cien pesos Esa tinta celeste a las cuatro de la mañana en la hoja de
roneo cuadriculada de tu escuelita del sur Y no borres las fotos de los
terminales que literalmente almacenan los términos de la comodidad y de tantos besos nacidos en la cúspide del tema
veinte de mi mp4 Y no adivines y no vuelvas y no alcances y no me sueltes y no
persigas y no resucites
Cajita de cartón
Y
saber que aún te quedan cosas por recoger en esta casa Y saber que aún tus ojos
me partirán en dos -como los lápices que me devolviste-Y todo se me viene de
golpe a la memoria como si estuviésemos bailando de nuevo Como si el recuerdo
se hiciera en ti Y fueras tú mi memoria Y me recorrieras como ella Y me
aplastaras como ella Y entro a la cocina y lo mismo Y cierro el refrigerador Y
me giro para no ver tus notas Despegaré tus notas Lo haré Pero hoy día no
Despegaré tus notas Lo haré Pero mañana no Romperé la cajita de cartón donde
guardo tus cartas Destrozaré tus notas Pero hoy día no Pero mañana tampoco
Dejaré que la memoria me agote Queme más que mi garganta Queme la casa Queme el
comedor Que ardan todas las notas Que se vuelvan cenizas Que mi memoria levante
sus cenizas y no pueda volverlas a leer Que el viento se lleve esta casa donde
debo volver a mirarte como miro a un niño sin madre que llora en la calle Que
el fuego se lleve todo mejor Que no haya puentes ni quebradas ni cerros donde
botar las cenizas Que todo quede seco y muera de sed Que no exista cama donde
llorar Porque eres tú de golpe en mi memoria y te transformas en mí Y haces
cosas que no quiero Dices cosas que no quiero Y escribes cosas que no quiero
Cartas en círculo
Como
miro a un niño que llora en la calle Como miro a un niño pequeño y solo en la
calle -vendiendo rosas de papel a cien
pesos- Y nadie le compra Y nadie lo mira Así te miraré desde ahora Entonces
mejor no te miraré Entonces no enviaré ninguna respuesta Entonces mi casa se
queda intacta y desaparecen tus notas Desaparece el olor a incienso Desaparece
la cama Nadie te mirará como yo Nadie te escribirá poemas Nadie leerá tus
cartas amarillas Tus cartas en círculo Tus cartas negras Nadie tomará tu mano y
la besará -porque desde ahí salen tus palabras- Nadie besará tus cartas y olerá
las tintas Nadie creerá en ti No te volveré a mirar si prefieres Te responderé
si prefieres Pero mejor no Cortaré tus cartas y las volveré a pegar a mi modo
Las articularé a mi modo Las quemaré lo juro Las quemaré con carbón Con
carboncillo como ese que usaste la última vez Pegaré tus cartas y haré una
pelota Y jugaré con ella Y las tiraré al balcón de al lado Y nadie te mirará
desde ese balcón Y nadie jugará con esa pelota.
Semblanzas
_______________________________
Silvia Osorio. Talagante
Chile. Ha publicado Aunque se apaguen los faros de
neutrones (Editorial Libros de la elipse, 1997), Baladro (Editorial
Libros de la elipse, 2000), Odas de los amantes al otro lado de la
densa bruma (Editorial Libros de la elipse, 2002) El estigma del
poeta(Editorial Bordes,2013),En el abismo de la soledad terrestre(Editorial
Varonas de cartón,2013) Las pupilas del insomnio (Editorial Bordes,2013).
Participó de las antologías Sitio público. Antología de poetas y
narradores (Mago editores, 2005), Verano encantado (Centro
de estudios de Madrid, España, 2006), Letras de Talagante (Editorial
La garza morena, 2009). Audioteca de Poesía Contemporánea de Argentina y Chile,
2011. Antología de 15
escritores( Ala de Avispa Editores, México, 2011).Ha obtenido el Primer premio
Concurso de poesía Talagante (2007), y la Beca de creación literaria Fondart
(2008), con la que produjo el libro infantil Zoelegía, inédito.
Actualmente es Presidenta de la Mesa de Escritores de Talagante.
Mónica
Montero
San Bernardo,
1966. Poeta, cuentista Chilena y directora de la Revista
literaria La otra costilla. En 1991 participó en el "Segundo Encuentro
Iberoamericano de escritores jóvenes" evento que vino a confirmar su
vocación de poeta. Participa activamente para la revista "Safo" y es
incluida en distintas revistas literarias Santiaguinas. En 1994 aparece
incluida en antología "22 Voces de la novísima poesía Chilena".
Prologada por la poeta Teresa Calderón. En 1999 es incluida en antología
"Genetrix". En el 2009 publica
“Varona”, su primer libro en solitario y el 20014 “A corta distancia”, libro de cuentos.
Anita Montrosis
Chile.
(Valdivia 1969). Columnista periódico Datos Sur. Ha publicado Tacones bajo la
luna, 2007. Ganadora del 2° y 3° lugar en cuento y poesía premio municipal de
San Bernardo versión 2008, 2009, 2010 y 2011. Ha participado como jurado en los
juegos florales de tortuguitas Buenos Aires, 2010. Ha sido invitada al II
encuentro de “Lima No es Muda” (2009) y al V encuentro de poesía Barranca Lima
2011. Mantiene inéditos los libros de poesía “Mi último cuerpo” , “Paredes
lejanas” y la Historia del Festival Nacional del folclore de San Bernardo.
Actualmente prepara el libro “Reseñas Literarias Contemporáneas” Ha publicado “Tacones
bajo la luna”(Editorial Puerto alegre, 2007) “Mi último cuerpo”(Gráfica Lom
2013) “Austral” (Editorial 2014
Atena
Rodó
Valparaíso, 1978:
Escritora chilena, crítico literaria feminista, activista lesbo- feminista y
Profesora de Literatura. Ha sido premiada en concursos poéticos, publicada el
año 2000 y 2009 e invitada a diversos Congresos Literarios y recitales,
manifestando un enfoque feminista-lésbico que la ha situado dentro del contexto
de las voces disidentes actuales. Ha publicado “Tribadas” Editorial Emergencia
Narrativa 2014.
Fanny
Campos Espinoza
(Santiago, 1980): Es Bachiller en
Ciencias Sociales y Humanidades, de la Universidad Católica de Chile. Estudió
Derecho en la Universidad de Chile. Ha publicado en diversas antologías, Poesía
en Botella (2000); Temporadas (2001); Caleidoscopio ( 2002) ; (ediciones
Balmaceda 1215) ; Inclinación al Deseo y al Caos, junto a Carolina Castro, y
Marcela Saldaño. (Balmaceda 1215 Ediciones, Chile 2002), gracias al Premio
Mustakies para jóvenes talentos. Desencanto Personal. Reescritura de Canto
General de Pablo Neruda. Antología. Selección Javier Bello. Prólogo Soledad
Fariña y Raúl Zurita. (Editorial Cuarto Propio, 2004); Mujeres al Desnudo
Antología. (Editorial Génesis, 2005).; y Con Rimel. Selección y edición Gladys
González (Editorial La calabaza del Diablo, Santiago de Chile 2006)
Rosa María Jorquera
Rojas
Rosa María
Jorquera Rojas, poeta chilena. Oriunda
de la comuna La Pintana. Reside desde el
año 1994 en comuna San Bernardo. El año 2006 parte su camino en anonimato en la poesía. El año 2011, ingresa
a Curso de Literatura en Casa de
Cultura de San Bernardo. Desde ese
espacio ha orientado su camino hacia la
Poesía. A partir de ese tiempo, cabe señalar sus publicaciones en dicho género
literario. Su Libro, VIVENCIAS Y
DELIRIOS (2011), Colección “Literatura II”, Ediciones Casa de la Cultura de San
Bernardo. Ha publicado en Revista Literaria “La Otra Costilla” (2011 y 2012)
Ediciones N°1 y N°2. Ha sido publicada en Antología de
Escritores de San Bernardo “Bachata” (2013).
En Mayo 2014, publica en
Antología “Escritoras de San Bernardo – Antología General”, Ediciones Casa de
la Cultura, San Bernardo. En la actualidad,
trabaja en su próximo libro.
Carla
Retamal Ramírez
Chile (1987).
Poeta. Licenciada en Literatura de la Universidad Diego Portales. Ha
participado en encuentros literarios: Poesía en el Valle de Colchagua, Santa Cruz; del Primer Encuentro
Internacional de Escritores de Artistas del
Acero, Concepción; de Grito de mujer, Talagante; de Seminario Nueva
Poesía Chilena, Santiago; de Chillán Poesía, Chillán; Su obra se encuentra en
diferentes antologías: Irreverencia, 2006; Letras contra el muro, 2007; Poetas
de la blasfemia y otras herejías, 2008; Carnada, 2009, Ed. Universidad de
Talca; Al Fin del Mundo, 2011, Ed. Mago; Señoritas en Riesgo, 2013, Ed. Moda y
Pueblo y; Cinco poetas de Latinoamérica, 2014 Ed. Letras Urbanas (Argentina); como
también en diversas revistas literarias. Ha sido invitada a lecturas nacionales
e internacionales. En 2007, la Universidad de Talca le otorga el I° lugar de
poesía, concurso Cuelga tu Poema. Actualmente vive en Santiago, donde estudia
Pedagogía en Lengua Castellana, y es parte del equipo editorial del Periódico
Carajo.
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