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Poemas Grito de Mujer 2014 Ecuador, Loja

Poema Festival Grito de Mujer en Loja, Ecuador. Coordinado por Paulina Jaramillo.













Paulina Jaramillo Valdivieso

La mujer y sus viñedos


Todo viaje tiene su comienzo
Toda estrella una historia en su luz
Toda esperanza su amanecer
Toda caricia su ternura
Y toda mujer su lucidez/

Los árboles danzan con su libertad de aire
y la pulpa diminuta del sol da de comer a los insectos
mientras nace el fuego que ha de beber el día
con sus enjambres de estrellas...

¡Lento! ¡Grave!
Camina el mundo con sus alas vegetales
¡Y una flor! La única con semilla de oro
se ha quedado en la fragilidad blanquísima
de algún pájaro lunar!

En los filamentos del horizonte…
donde las estrellas descansan de su tarea nocturna,
el sol ha bebido del arroyo dormido
y se ha desprendido de la tierra.

El aletear de las libélulas
lo ha deshidratado sobre las semillas.
Retorna a la quietud de su origen junto a las hormigas
y la hierba reverdece
mientras escucha el cantar de los saltamontes.
Danzan las mariposas, las abejas y el polen
en un delicado romance con el aire
y en su arrullo de estambres
perpetúan la vida...

...las raíces se fueron sujetando a los rayos del sol
se nutrieron de poesía, y ahora son pájaros
que cantan desde sus prolongaciones…

El río se deslizó con sigilo
escuchó caer la pluma de un águila
UN ÁGUILA que bebía la sabiduría de sus aguas
         y de su ebullición
             ¡NACÍ!

Los huertos han tenido tiempo
de florecer desde las hojas del viñedo.
¡El viento aletea...!
Pregona la carcajada de las flores y los frutos.
La mujer y su hombre con sus alfileres de lluvia
han exiliado su desnudez.
Mientras resucitan los rayos de Júpiter,
el sol con su aroma ha andado
en la ligereza de sus cuerpos.

...el embrión danza en el seno materno,
en el punto central entre el agua y el fuego
y en el vino que emana de la raíz.
Emerge con su ebullición humana,
se le ha dado el árbol,
su sombra es ruidosa en el latir de sus pasos.
Ahí, rezan sus versos corriendo tras el viento
en el retrato voluptuoso del horizonte

Los muros han caído y se levanta la ternura
de los oscuros mundos,
renace en el nacimiento del amor.

Los viñedos destilaron versos…
La poesía, frágil como una libélula,
inmensa como su vuelo
lleva ventisca en su aire silencioso.
¡Seduce a la palabra!
Nos besa, nos enternece,
nos crece como un huracán en espiral.
Se encarna, nos vierte y vuela en universos.
Nos eleva a 0Km/segundo
¡Brota nuestro ascenso!
¡Brota nuestra luz!
Se mezcla con el polvo, con el eco,
con el palpitar de las aceras,
con los lápices y papeles
que arremangan el resplandor de la luna
en los maullidos de los gatos y las guitarras.

¡Ah, LA POESÍA!
Se asoma en las soledades de las ventanas
nos desnuda, hace el amor en nuestras costillas.
Y al tiempo…
¡Bellamente dispuesta a ser parida!
¡A ser brotada!
Se retuerce en los dolores de su alumbramiento,
en la comisura de un papel
con sus rasgos desgarbados,
acaricia la tesitura de los mares,
…y los tiempos
               … y los sentidos
... a Penélope a la orilla de la espera,
sin trenes ni relojes.
Tejiendo al amor y al olvido
esperando que alguien brinde a su salud
o que una libélula la transparente en su espacio.

Lío su corazón con su historia de versos
con la palabra sujetándose a la hoja de la vid.
En su limbo bebió la luna y sus sudores, y sus uvas...
Quedó embriagada en su noche
colgando de un hilo
                ¡Tan delicado!
Como el destino de una lágrima
en un rostro desierto.

A lo largo del mundo llevaba sobre sí
la lluvia de los inviernos pasados
y el Trilce de Vallejo en su mojada vestimenta.
Llevaba en el bolsillo de su exilio las palabras arrugadas,
discretamente empuñadas por sus manos de tierra:
y llevaba el maíz, y la caracola, y el tiempo, y las uvas…
Bajó la luna pasajera en un barco de esperanza
y la mujer con su origen sobrevivió
en la humedad de un beso.

Es sábado...
el chasquido de los bares
despierta la marea de los colibríes
que picotean el lloviznar de los párpados…
porque el vino -dicen-
saca lo que ella se calla.
Y en las angostas callejas
un agreste aroma ha sacado a pasear las penas
¡Y lloran!
Lloran sobre la cruz quebrada de un beso,
sobre la fuente vegetal que con sus tempestades
vierte un rebaño de estrellas.

Residió la tierra que había pisado con desgana,
con una tristeza propia, con una ilusión lejana
y con su cuerpo, embriagado de batallas
libradas dentro del alma.

¡Qué darían por vivir una noche larga!
De esas que nacen en la pirámide de la almohada
y se extinguen en la desembocadura de la piel.
Una noche donde el conjuro de sus labios
enrede sus lenguas en la hoguera del relámpago
Y se queje el cuerpo por las magulladuras del amor.
Una noche con estribillos melancólicos,
con los espasmos desenterrados de su sangre
                  levantando polvareda.
Con las águilas que adueñadas de su vuelo
trasmuten la locura en mansa lluvia de ternura.
Una noche donde se embriague el pecho
con la preñez de la luna. Una noche larga…
hasta que los gusanos sollocen
en los agujeros de las lágrimas.
¡Y mueran de amor a gritos con su canto!

¡Tal vez un tango le venía bien...!
Así es como el hombre recuerda sus viñedos,
el hijo recuerda a su padre... y un día..
el nieto recordará al abuelo.
Tal vez un tango le venía bien
para exorcizar los agujeros del pecho
para sacar al amor de un viejo sombrero
o un as de meteoros de la manga.
¡Tal vez un tango le venía bien!
para descifrar el cuadrado del vino y el tiempo
en vez de fantasear con un conejo
que no viene bien a nadie.
Tal vez un tango le venía bien
para sujetarse en su cintura como un racimo de uvas
¡Entrecruzar sus piernas!
¡Embriagarse en la alquimia de sus formas
                     …a Ella,
¡Tal vez un tango le venía bien!
              ¡PARA SER UVA!

Abrazó la constancia de ciertos olvidos
¡Sus raíces derramaban las galaxias!
          ¡Tocaron a su puerta...!
El tiempo entró silencioso a la casa;
de la soledad a la compañía ella escuchó su tango...
aquel que viene sujeto a la cintura,
aquel que rompe las aspas de los molinos para trinar
                   ¡TRINAR  la sangre!
                ¡Como trina UN PÁJARO

Comentarios

  1. Hermoso tu poema Paulina, nos has representado muy bien a las mujeres ecuatorianas en este libro de Poemas "Grito de Mujer", felicitaciones por esa poesía bellamente escrita, entrañable, dulce, llena de recovecos del sentimiento humano y sobre todo femenino.

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