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Poemas Grito de Mujer 2014 Cehegín, Murcia España

Poemas de Grito de Mujer 2014 en Cehegín Murcia, España. Coordinado por Ascención García.












Chelo de la Torre

Sinusoide


I

Soy mujer
no podía ser otra cosa
si tengo un cuerpo sinusoide,
vagina y pechos
con los que amamanté a la vida
igual que hizo mi madre;
si tengo piernas y manos
con las que me teñí el pelo de rojo,
hice esferas con las olas,
puse lazos, termómetros,
el primer trece en las urnas
y defendí mis axiomas de mujer,
mis dogmas.

II

Tengo ojos, boca,
algunos juguetes rotos,
muchas noches sin dormir
y cuentos en el bolsillo;
tengo los labios pintados
y las uñas,
con ellas escribiré
cuando se acabe la tinta.

III

Entre canas y arrugas,
miedos, risas, fiebre,
voz y letras
no podía ser otra cosa.
Soy mujer.


Ada Luz Márquez

Soy todas las mujeres



Hoy soy la mujer que me parió
hoy soy la mujer que parí
desde mis entrañas.
Hoy soy la mujer desaparecida,
la mujer indígena,
la niña con manos de mujer,
la mujer con corazón de niña.
Sin miedo, sin amnesia,
con la pena y las flores
guardadas bajo la almohada
y los años a cuestas.
Hoy soy el ancestro originario,
la leyenda viva
del amor de la Madre Tierra…
Hoy soy ella, tú, yo…
Aquí y ahora,
hasta la última de mis horas,
más allá de mis días.



Mavi Martínez Martínez

Reflexiones de un secuestro


 Nadie vendrá a rescatarla de su prisión, escondida en su celda se deshace su lengua en este agujero exento de luz, donde nadie escucha su grito afónico. Le escuece la injusticia, sus letras se escurren en el sudor que le oprime, dudaba que nacer mujer fuera un destierro en sus ilusiones, un secuestro en su destino. Se halla amarrada, bajo la amenaza del cobarde, anhelando una salida hacia su dignidad…Acorralada en una calle de sentido único, sin salida, donde emprende su huida. Le asfixia este zulo, se ahoga en las cuatro paredes donde su alidada es la esperanza. Motivada sólo por sus sueños, yace sepultada bajo la losa del miedo, la desigualdad y la violencia. ¿Quién dijo que somos iguales?. ¡Pura ironía ¡ La mezquindad de esta sociedad que esquiva la mirada, baja la cabeza , mirando de reojo…CIEGA. Los Ángeles caídos soportan la carga, alguien les cortó sus alas impidiendo alzar su vuelo… Hoy se explaya en la letra muda...la que sustenta su rebeldía, la ira acumulada en las entrañas.. Ansía salir de esa cueva, donde le desgarra la herida de la impotencia. . Quitemos hoy las cadenas de sus labios resecos que se agrietan en el mutismo…Derrotemos con ella su silencio.



Asención García (Aris)


Se asoma la tristeza
desde el atril del silencio,
lleva impregnadas duras experiencias,
un no saber qué decir,
y oscura y triste añoranza
ignoraba donde fueron
la libertad y la razón
de la mujer que un día fue.
Le cercenó la esperanza
que antaño la acompañó.
Nunca una mano encima,
pero las duras palabras
del insultante desprecio,
la rompieron en pedazos.
El gesto de desagrado,
las idas y las venidas
siempre fuera del hogar,
dejaron solo inmundicia,
sumiéndola en una nada
que la sigue acompañando
cada hora y cada día.






Yesy

Que nadie la toque

Entre sonetos y violines
os entregasteis al alba.
Ahora bajo llave
la tendrías encarcelada.
En su cuerpo aún hay heridas
y su alma lastimada.
Frases tiernas y mentiras
al oído le susurrabas.
Pataletas y palizas
cuando otro la miraba.
- Yo no he hecho nada - decía
y otro golpe la callaba.
Y es que, hasta celos sentías
cuando el viento la rozaba.
Pero aquí está su madre,
socorriéndola de tus garras,
fuerte como un roble
sin doblegarme ante nada.
Salvaré a mi querida niña
de tus soberbias bravatas!




Asunción Caballero (Mascab)

Mujer que sueña correr con lobos



No quiero ser mujer silvestre,
hace años que dejé de ser florero.
Pero aquí sigo,
atendido la lumbre y el brasero.
Preparando alimentos que otros comieron,
arreglando camas que no deshice y Coladas que no ensucié.
No quiero ser mujer silvestre,
Quiero nacer de nuevo,
con esta mente de cincuenta años
y no con aquella otra
que me mostró el mundo
desde otros agujeros.
Quiero volver a ser niña,
para decir un no, no solo a mi abuelo.
Quiero negarme a aquello que no eran mis sueños.
Quiero desaprender errores que otros,
para mi tejieron.
Me gustaría ser una adolescente llena de ésos pecados
que para mí temieron y que nunca entonces,
imaginé.
Quiero vivir a tope mis veinte años,
y fumarme las letras sabias de ésas mujeres
que me habrían mostrado como vivir la vida a sorbos,
de vinos bien cosechados.

Quiero tener treinta años, y no permitir lecturas a mis hijas
de cuentos por hombres narrados,
sobre princesas bobas y azulados príncipes que nunca,
a las mujeres nos salvaron.
No quiero ser mujer silvestre,
quiero correr desnuda por selvas, montes, páramos y desiertos,
quiero aullar cada noche sobre una colina solitaria,
para que otras mujeres jóvenes,
puedan oír la llamada que nos convoca a todas a desaprender
lo que otras mujeres bobas nos enseñaron.
Dejemos de ser mujeres silvestres
volvamos a ser como lobas, que cuidan de sus cachorros solas,
sin macho que se pavonee altivo,
nombrándose como dueño y jefe de nuestra,
para siempre, camada.


Nota de la autora: Por “Silvestre” nombro a aquellas mujeres simples, sin pensamientos formados ni opiniones propias; ése tipo de mujer “doméstica” que solo se dedica a pasar los días de manera rústica (sin cuidar su aspecto ni mimarse a ella misma), agraste (ruda, llena de dobleces, grosera) y , sin cultura social; que vive sin una vida propia, pendiente de la de los demás; sin motivaciones ni inquietudes; sin sueños por realizar…




El Ermitaño del Silencio

Me encontré con sus pasos, desde un abismo de tiempo que su temor alzó ante nosotros... Deseaba hablar, necesitaba un silencio amigo... El aroma de un café caliente fue testigo de sus palabras, tanto tiempo por mí añoradas... Me habló de un amor que no comprendo..., que ahoga y limita, que silencia la voz de los versos, que daña y lastima..., que hunde sus garras en la inocencia y el temor de la niña que aún no ha dejado (por fortuna...) de ser... No sostiene mi mirada, perdida la belleza de sus ojos en la noche de un café que aún no ha rozado sus labios... Acerco mi mano a su mano, sin que se percate, y reacciona con temor, mirándome por primera vez.... La sonrío con dulzura, mientras dibujo poemas entre los silencios que encerraron su alma en una prisión de temor y excusas, que aún defiende, como parte de un amor que sigo sin comprender...

Sostengo su dignidad maltrecha, alzando su mentón hasta mis ojos..., y sin mencionar palabra alguna..., detengo el tiempo de su reloj en un abrazo, cerrado y sincero, donde no existe palabra que defina el Amor que busca, que enmascara entre sombras y oquedades...
                                                                     
Por salvarla, la perdí..., pero ahora vuela entre rostros y miradas, su niña ya madura y adulta... No comprendió que yo no alcanzara a concebir su forma de entender el amor..., pero ahora sé que enamorada vive, lejos de mi injerencia, y me cuentan que es feliz, que tiene una vida plena, pero lejos de mí...

Me pregunto si debí actuar, mientras me debato entre seguir mirando la esfera, o dar cuerda al reloj que se paró en aquel abrazo, esbozando una sonrisa que se esconde del tiempo que fue nuestro aquella tarde, para que su anhelada felicidad no se turbe..., no por mí...



Elena González ( Irene Argos )

Se desvaneció el velo....


Se desvaneció el velo
que tapaba sus ojos
y en aquel momento
pudo ver más allá de su cuerpo
más allá de sus lamentos.

Descubrió un mundo nuevo
lleno de sueños,
instantes mágicos.

Se libró de ataduras
desechó sus amarguras
destruyó los miedos
rompiendo su armadura.

Quedando libre de demonios
diablos y satanes,
que su corazón oprimían
del embrujo de sus ojos
de temores y de llantos
de dolores y quebrantos

Y en ese instante
comprendió
que la vida comenzaba
en ese momento.




Josefa García
(83 años)

Referencia al maltrato de mujeres

Quien no sabe respetar
Se ensaña con las mujeres
Porque no tienen defensa.
Lo hacen porque no las quieren
Y se crecen, y no piensan
Que para ellas sea ofensa.
Las que están enamoradas
De eso no se dan ni cuenta,
Porque no le ven las faltas,
Y hasta los primero palos
No se lo toman en cuenta.
No saben como tratarlos,
Y todo se lo perdonan
Porque no quieren dejarlos,
Y los hombres se aprovechan
Al darse cuenta de eso.
Para ellas son maltratos
Y para ellos no es nada
Y además gozan del sexo,
Y se lo pasan en grande
Y piensan en el refrán:
“ Hazme más que más me merezco “.
            .
Y las que ya se acobardan
Ya no saben que pensar,
Por miedo a la reprimenda,
No los quieren denunciar,
Y ellos, al tomar ventajan
No las dejan respirar,
Y si alguna vez protestan
Ya pasan a lo demás.

Por eso pido al gobierno
Y a toda la autoridad
Que nos echen una mano
Que ya no podemos más.
Que todos somos humanos
Con derecho a libertad,
Y no deben olvidarse
Que otorgaron la igualdad
Y que los hombres no asumen
Que la tienen que aceptar
Y siguen su democracia
Como les conviene más.
Parece como mentira
Que en el siglo 21
Para juzgar éstas cosas
Que no haya aún juez ninguno
Que a los que son así
Los encierren para siempre
Y así puedan sus mujeres al menos vivir en paz.



** Nota de la coordinadora del Grito de Mujer en Cehegín-Murcia – España – 28.03.2014: Josefa García es una mujer de 83 años que nunca fue al colegio, aprendió sola a leer y a escribir, y ha querido unir su voz a éste Grito de Mujer.

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