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Poemas Grito de mujer Talagante-Chile 2013

A través  de Silvia Osorio, coordinadora para Talagante, Chile del Festival Internacional de Poesía“Grito de mujer” 2013













Anita Montrosis




Haré lo que dicen
lavaré el rostro en las mañanas
besaré a mis criaturas
sólo porque hay cuentos de fantasmas 
en estos versos
Observa: el cielo es un infierno
La calle desaparece
en la abertura de una boca
No quiero que mueras
has traído aire a esta ciudad
Aquí los sauces lloran golondrinas
y al abrir sus ramas abanican hambre
No puedo escribir oraciones
tampoco cruzar las piernas
y este maldito mar es una valija llena de señales
Déjame creer que hay agua en el desierto
y que en esta siesta el sol me besa eternamente




La geografía tiene la desgracia de las mariposas
en algún momento desaparecen
Es complicado volar de una montaña a otra
permanecer enredada en los bosques
y olvidar que estamos en diferentes mares
Puedo desintegrar el sonido de la calle
 y en los pájaros claudicar la rabia
Todo es hermoso hasta que empezamos a correr
debí huir antes de abrazar el llanto
El mar tiene música en sus olas
y no conocía la soledad de tus ojos
Fausto te llame en medio de la noche
¡Mira estas partituras!
No hay nubes en el cielo, pero hay bosques blancos
Tengo el suicidio entre las piernas
y no digas amor cuando aún no he muerto




Anita Montrosis


Escritora Chilena. Columnista en diversos medios nacionales. Ha publicado el libro de poesía “Tacones bajo la luna”, (Editorial Puerto Alegre 2007) y  el libro “Mi último cuerpo”, (Editorial Ágata 2013). Ganadora en poesía y cuento (Premio Municipal de Literatura de San Bernardo). Ha sido jurado en los II juegos florales de tortuguitas Buenos Aires (2010). Participó como poeta  invitada en el II encuentro de “Lima No es Muda” 2009 y en el V encuentro de poesía Barranca Lima 2011. Actualmente prepara el libro “Reseñas Literarias Contemporáneas”.





Mónica Montero


 Varona

Yo quería ser la puta
que dormía con el capitán.
Viajes todo el año
vestidos de muñeca.
Carcajear femenina,
Empinar el codo hasta el fondo.
Baile y joyas.
        Noche.
Y un baboso millonario
contando sus mentiras.
No se cumplen todos los sueños en esta vida.
                              No soy la única.
Otras iban a ser reinas
                         y sepa Dios
en qué reino reinarán.




 Varona


¿A quién se le habrá ocurrido
lo de la entrepierna?
Los niños asilados al seno,
el cuento
de un río rojo que te nace y te muere.
¿Quién me hizo milagro?
¿A quién le adeudo la infancia de muñecas,
los tejidos?
¿A quién la falda húmeda,
la boca y el escote?
¿Quién me hizo varona?
Más celosa que la luna.




Mónica Montero

Escritora y poeta, Chile 1966. Ha sido publicada en diversas antologías chilenas, su poemario “VARONA” es su primer libro en solitario, este libro fue publicado el 2009 bajo la autogestión, dirige la revista artística literaria “LA OTRA COSTILLA” desde noviembre del 2011 a la fecha, y  se desempeña como gestor cultural desde San Bernardo Chile. Está pronta a publicar “A corta distancia” su primer libro de cuentos.





Vilma Vidal R.


Iris


Cae. La bolsita de  té es  sumergida con parsimonia. Es la única  que quedaba en la caja, no quiere llevársela, pero tampoco dejarla…es la última que se toma en esta casa que sí quiere dejar y, ojala olvidar. Iris levanta la cabeza por un segundo y, se cerciora que ya ha retirado todo; sus libros, su ropa de cama, algunos cachivaches que fueran de su madre, más por recordarla, que por su utilidad. Sólo faltaba su ropa y le cabe en una maleta que dejó al lado de la puerta. Esperaba poder llevársela antes que él volviera e intentara frustrar su marcha.
Inclina nuevamente la vista hacía la taza…un último té, sin azúcar, sin canela…mira como en un trance.

Observa como lentamente el agua va cambiando de tonalidad, de incolora a café,  a medida que el té envasado va liberando sus compuestos solubles y aromáticos…recuerda…y, de manera contraria,  las imágenes comienzan en colores, para ir poco a poco tornándose grises, hasta casi perder por completo las tonalidades…cierra los ojos  y aspira con solemnidad el aroma exhalado  desde esa pequeña y última bolsita …vestigio final de  una compra de supermercado, cuando aún había ilusión de cosas que compartir.


***


Con el vapor del agua se diluyen las fotografías mentales; el amor inicial con esa mezcla de timidez e inexperiencia,  la pasión desatada con sus dosis de eternidad,   la posterior cotidianeidad y la lenta aparición de aquellos detalles que, si estaban presentes antes, no quiso ver…los celos, el machismo sin caretas…(el  agua cada vez de vuelve más oscura)…los reproches, las peleas airadas y las reconciliaciones estruendosas…qué rápido que se oscurece el agua…los gritos, los golpes, el desamparo, el sentimiento de culpa de él con sus arrepentimientos…otra vez la reconciliación, nuevos golpes y de regreso a la espiral de su vida…lástima que se acabó el azúcar piensa de pronto, interrumpiendo la sucesión de imágenes, las que prosiguen cada vez más decoloradas…la difícil decisión de decir basta,  el anuncio de abandono, las súplicas de él jurando “nunca más”…”nada más”, las negativas de ella; “las cosas no mejorarán”… “siempre será igual”…el último recurso de las amenazas…las imágenes cada vez son más difusas mientras el líquido ya no parece agua y su vida ya no semejaba la que soñaba. Ya casi no quedan imágenes, las últimas pasan como una ráfaga…”nada más”, “nunca más”…empacar su ropa, una llegada repentina, palabras que ya no recuerda y que luego se transformaron en gritos, caras deformadas, un forcejeo confuso, alguien que se descuida y da la espalda, una lámpara de fierro fundido entre unas manos crispadas.

El contenido de la bolsita se desgasta…ya todo está teñido de un color café oscuro, que no permite ver el fondo de la taza…entonces, Iris parece despertar de su trance y constata que el proceso ha terminando. Con su brusco despertar, involuntariamente agita una mano y voltea el recipiente enlozado, ese que tiene una calcomanía de dos corazones entrelazados. Cae. El pocillo libera su contenido con estruendo.  Iris lo mira sin pena, de todos modos el té sin azúcar me sabe mal, dice en voz baja…toma su maleta, sale sin prisa y sin voltear…tras ella, una mancha rojiza  emergiendo lentamente de la habitación principal  se va mezclando, como en una danza, con el té recién volcado. 



Vilma Vidal R.

Santiago de Chile 1966, escritora. Editora de la revista literaria  y ediciones “LA OTRA COSTILLA” Se relaciona con el mundo artístico literario desde la autogestión y ediciones artesanales.





Maria Loreto Argandoña Moscoso


Despertares


Palpita mi piel cien veces por segundo
cuando advierto aquel susurro
mientras besa mi cuello
mientras ríe
mientras tararea una alegre melodía
mientras hago el desayuno en la cocina

Y así de pronto, de la nada
me lanza sus verdades
que me hieren dulcemente
sus manos
sus ojos
sus palabras
se oscurecen
y cesan los latidos
y mis ojos se llueven
y él no lo resiste

Y ahora  la miel recubre su mirada
y sus dedos se deslizan por mi pelo
y ahora soy su niña
y soy su amor
y soy su puerto
regresan impetuosos los latidos
y el pan termina de  quemarse en la cocina.





Invisible


Tus labios depositaron en mi boca
su aroma a sal.
Pudo adivinar mi olfato de loba
la sed que tenías.
Bebiste en silencio dejando  tu huella
como pez en el agua.




Maria Loreto Argandoña Moscoso


Nace en Santiago de Chile, en diciembre del año 1968.Desde muy niña escribe cuentos, poesía, reflexiones.Tuvo el privilegio de asistir a los talleres literarios de Soledad Fariña Vicuña, y de Ana María Güiraldes, en los cuales,  pudo profundizar en su mundo interior y literario. Sus poemas son muy intimistas, que hablan del desamor, del amor y los sueños, la utopía de un mundo mejor. También posee una aguda ironía y humor en su propio. 
















Atena Rodó 


Desde tus manos

             
Te deslizas suavemente
Como una sábana cayendo
Tus manos deletrean
Las letras del universo
Me miras con ternura
Alcanzo a rozar tus labios
Silencio… silencio
No hay luces encendidas
Silencio…y tus labios sonríen
Me miras, me descubres
Palpas mi vientre
No hay sonidos,
Sólo el lenguaje de tu cuerpo
Abres mil capullos
Y se arquea mi cuerpo
Me entrego a tu locura
Sientes como me estremezco
Te descubres el alma
Con tus pupilas enloquezco
Tus labios en los míos
Mudos, absortos
En esos latidos furiosos
De olas que llevas dentro
Me subes en la cima
Me amas tras la luna
Nos fundimos en la bruma





En tus pupilas
Verde y azul
El océano nos invita
Las olas ríen y juegan
Te ríes con el alma llena
La tarde está plena
Miramos el firmamento
Las estrellas nos saludan
Nos rodeamos de universo
Lees mi  mente
Mis labios enmudecen
Descubres mi geografía
Mi vientre enloquece
Abrázame la vida
Que muero en tus mejillas
Siente como cantan
Las aves de tus pupilas
Posee esta brisa
Que se acurruca en tu cuerpo
Búscame los labios
Que te acarician en silencio
No necesito escucharte
Para saber lo que siento
Léeme el alma
A través de este cuerpo
Deja que te bese
En la hierba enmudecida
Deja que te ame
En esta risa enloquecida
Déjame amarte
En esta noche dormida
Para no olvidar jamás
El brillo de tus pupilas.




Atena Rodó 

(Valparaíso, 1978): Escritora chilena, crítica literaria feminista, activista lesbo- feminista y Profesora de Literatura. Ha sido premiada en concursos poéticos, publicada el año 2000 y 2009 e invitada a diversos Congresos Literarios y recitales.




Mairelys Domínguez Pichardo


Para mí


A pesar de las fallas,
te mantienes altiva.
Eres muy sensible,
pero curas las heridas.

Aprendiste a llorar,
aprendiste a sufrir.
Algún día sonreirás,
sin olvidar el vivir.

Mientras perfeccionas la mente,
tratas de analizar
tus costumbres erróneas
y tus fallas a cambiar.

Quieres ver una luz
que no puede estar muy lejos,
parece que ha muerto,
pero aún se encuentra allí.

Miras el futuro
con progreso reflexivo,
esperando que se una
a esta parte que has vivido.




Mairelys Domínguez Pichardo


De República Dominicana. Arquitecta de profesión y poeta de corazón. Vivo entre dos mundos. Mi pasión es la literatura. Escribo en mi blog Espectadora y en el 2012, decidí publicar un libro muy personal llamado Retazos. Actualmente vivo en Santiago de Chile y me sigue interesando el arte, la fotografía, las manualidades, pero sobre todo la vida.





Edith Obaid


Esto de ser mujer


Esto de ser mujer
Es como un nudo de estrellas amanecidas
A la sombra de la nebulosa.

Esto de ser mujer
Es como habitar el epicentro de la vida
alrededor de la catástrofe
Como todas las tierras de colores
Desdoblada para talar
todos los árboles
todos los hombres
todos los dioses.

Esto de ser mujer es paradojal
Como si fuera la tierra de nadie
Con el corazón de alquimia
Con los hombros desnudos
Con la boca sensual
Con las manos vacías
Como todos los días.

Esto de ser mujer es cosa seria
Como si al sólo respirar se desdoblara
Como si las miradas se rozaran
Como todo el calor que expande
Como el aire que respira
Como si nada…




Madre tierra


Voy escupiendo mis heridas por los cinco sentidos
Mojo mis hojarascas con los cristales del otoño
Canto letanías que florecen

Mi golpeteo palpita sobre el mediodía
Para increparte si me mueres
Para desclavar todas las direcciones atadas
Para rasgar vestiduras de norte a sur
Y soplar a los cuatro vientos mis féminas miradas

Soy el aire desbocado
Soy el fuego que escarcha hasta los huesos
Soy el agua fluyente y perpetua para mis retoños

Soy madre tierra  y tú me hieres!
Soy la tierra siempre
y escupo alaridos de los hijos que me rompen!!!



Edith Obaid

A pesar de su gusto por el arte, Edith Obaid estudia Matemáticas y Estadística, especialización y postítulos en Administración, Evaluación de Proyectos. En los últimos años devela su tendencia por la poesía a la que  dedica gran parte de su tiempo libre. Ha publicado poemas en 4 libros de antologías, en 2012 recibe en Argentina la distinción “Alonso Quijano” por su participación y trayectoria cultural. 




Ninfas en el huerto


Soldadas en el aire etéreo.
Danzantes,
Ánimas somos, ninfas de huerto
Hadas desnudas de esplendor
que fulguran, que destellan paz
Hechiceras con aroma de verano,
robando besos sabor albahaca,
coloreando los frutos del verano.
Naturaleza recolectada, placentera,
aroma a lavanda que marca el camino a tu puerta
piedras blancas serpenteantes
abren pasa a tu ventana, ninfas de huerto.






Catalina Urbina Maggi.



Entre-ver
Sentada en la espera
Así como en la antesala de un beso
Así como pronunciando una promesa
                                   -al  piedemonte-
¿Cuánto has recorrido ermitaño?
¡Cuánto dolor silenciado en la memoria!
Guardado en la caja de pandora,
Extraviada la llave,
Con la cerradura oxidada.
Evitando hurgar y dejar salir
                        -a los demonios del encierro-
Ya sabes “no recordar, no es reconciliarse”
Es tan sólo aguantar en la amnesia voluntaria
Para proseguir, por sanidad tal vez…
Tras la llamada, se cuelan imágenes,
Balas que esquivaron tu cuerpo
Para refugiarse irremediablemente en otro,
Los gritos, el lamento, el dolor…
El acecho del miedo…
Miedo….miedo…miedo….miedo y clandestinidad
Se acuñaron como una moneda en tu alma
Busca la clave del portal y toca el timbre,
Si la memoria te abre…yo te acompaño.
Te esperaré con el cartel de “abrazos gratis”
Para contenerte en mi  pecho.
Ayudando a sanar el alma, sin prisas…




Catalina Urbina Maggi

Poeta Chilena 1973, seudónimo KATTA URBINA; participa activamente en la asociación artística literaria la otra costilla, se desempeña como jefa de contenido en la revista artística literaria del mismo nombre. Se encuentra preparando su poemario “EL CAMINO DE LA RUEDA “pronto a publicar.

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