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Poemas Grito de Mujer 2013 Molina de Segura España

GRITO DE MUJER 2013 en
Molina De Segura España
Coordinado por Irel Faustina Bermejo.



EN HOMENAJE A MALALA
© IREL FAUSTINA BERMEJO


¿Cuántos gritos
 han de descender
 en cascada
desde nuestras gargantas
 hacia el río Swat?
¿Cuánta sangre
aún es preciso
 derramar hacia la tierra
para fecundar un valle
 sin horror ni violencia.
¿Cuántas voces
 han de alzarse
como saetas
y clavar sus llagas
en el viento?
¿Cuántos labios
 repetirán las oraciones
 para que ninguna niña,
 respetable o maldecida,
quede sin escuela?
Ninguna bala
detendrá la corriente,
 ninguna daga
 arrancará las alas
 de una mujer
 ni una mordaza
ahogará el grito.
Todas somos sagradas.
Todos somos MALALA.


CÁRCEL DE TRAPO

Recluidas en Una Cárcel de trapo,
las Mujeres de Afganistán
contactan  con El Mundo
a Través de Su celosía.
Sus ojos Miran desde el burka.
En Su Impuesto presidio,
Las Rejas empañan la mirada.
Conformadas con Su hastío
recitan el Corán,
agradecen la Esclavitud
Por La Tradición imputada.
Cualquier disconformidad
inflexiblemente sí paga.
Las Mujeres afganas
fantasmas hijo
Que circulan pecado alma,
recluidas 
en Una Cárcel de trapo.


I - LA NIÑA guerrillera
Durante mi breve estancia
en las Altas Montañas
ceñidas Por Las Nubes 
del monzón,
fui volcán estallando
Bajo la luna azulada
y los temblorosos luceros;
fui cuerda anudada
de cáñamo y esparto
a la mujer-niña
de pechos Floreciendo
Bajo el uniforme
de guerrillera.
Erosión del viento
En Mi Rostro ajado
y en Su pelo negro,
el olor de la selva.
Siento Aun el fusil
contra mi sien apretado
Y Sus ojos abiertos,
Como abalorios 
De Un ábaco
desparramados
en el Camino
de profundos Abismos,
Ya Sin Aliento.
  
II - LA NIÑA guerrillera
¡Él matado a la niña!
Nos encontramos, Cara a cara,
cerca del río Orinoco,
con Su fusil Ella,
yo con la metralla.
En la Frente yo le disparé Primero,
Después ... Otros Soldados
acribillaron Su floreciente pecho.
La sangre se derramó
Sobre La zarzaparrilla
del sendero.
¡Era tan niña la guerrillera!
Adorné con orquídeas blancas
su negra cabellera,
su pubis 
y sus pechos 
florecientes como almendras.
Besé la flor deshojada
de su boca.
Cubrí su lividez
con verdes Hojas de coca.
¡Yo no quiero ser soldado!
Arrojo al profundo río
Municiones Y Explosivos.
Partiré Lejos de ESTAS cordilleras.
¡Era tan linda la guerrillera!


III -  LA NIÑA guerrillera
Toda la Carga de Su mochila
Eran CARTAS DE AMOR.
Su Propio Enemigo
 estaba Dentro De Su Corazón
 Como La Misma selva.
El musgo, Los Helechos,
 Las Plantaciones de coca
y Los Peces del Orinoco
conocían SUS SECRETOS.
Las cartas terminaban sabor Todas:
¡Amor, hasta mañana!
Al amanecer
los ojos volvían a buscarme
 en la distancia
con Su dulce arrobamiento.
Por la noche era mi amante,
Por El Día rogaba a Dios
no cruzarse
en mi línea de fuego.
La pálida niña
no Volverá a sus sonrojos.
Había nacido guerrillera.
Su Cuerpo era hermoso,
Como destello de primavera
 con el hálito Frío
de las Montañas.
Bajo Su uniforme 
Corría Una savia nueva.
Volaron Todas SUS Cartas,
 como libélulas,
hacia las aguas caudalosas
del Orinoco.

A LA DIOSA MADRE

 Madre, ¿cómo pudieron quemar
 en la hoguera a tantas mujeres?

¡Oh, diosa nacida del mar,
vestida de blancas espumas! 
¡Oh, diosa, a tu paso maduran los frutos
y las flores  se abren incendiando los campos.
 El manto de la diosa desciende, madre,
sobre tus hombros tan blancos.
Tu corazón irradia luz
latiendo con las aves
que trinan a coro.
 Estrella eres en el firmamento.
El mar se agita en tus ojos
y  tus alas se despliegan
como  velas al viento.
¡Expandes hermosura,
abundancia, sabiduría!
Alegre como la risa 
de  los niños y las hadas,
madre, bendices la vida
en tu útero divino,
receptáculo abierto
que recoge las semillas
de  sagrados graneros.
 ¡Oh, madre amorosa,
dulce como el almíbar,
suave como un pétalo
 pródiga de amor y compasiva!
El manto de la diosa cubre tu belleza.
Impregnada de aromas
danzas sobre el rocío,
a la luz de las hogueras.
Conocedora de los secretos
de brebajes y pócimas, 
de los amuletos y las hierbas;
comulgas con los ciclos lunares,
los luceros, las estrellas…
Diosa nacida de las  aguas,
portadora de la vida;
 amante soberana
 cuyos labios contienen
el sabor del mosto
y la miel; el sabor
de la manzana prohibida.
Yo soy tu hijo, madre,
y necesito de tu abrazo,
tu ternura, tu risa loca,
cuando me siento triste.
Eres mujer y diosa.
Tú eres la primavera.
Hueles a jazmines, 
a menta, a rosas...

¡Oh, diosa nacida del mar,
vestida de blancas espumas! 


Encarna Recio Blanco

Mujer Maltratada

El miedo es la guarida
De tu corazón lacerado
El silencio en tu interior te grita
Pero no le haces caso.

Lágrimas que contenidas
Vas derramando
Entre los cinceles de tus puertas
Sin llaves y con candados.

Heridas que tienen pus
Y no te quieres curar
Para que otras no te siembren
En tu cuerpo de cristal.

La noche es tu compañera
Donde apilas tus recelos
De un mundo que te rodea
Níveo y yermo.

Tus valores encerraste
En una urna de acero
Sin importarte la suerte
Que te iba persiguiendo.

Dejaste que tu barco se encallara
En un mar fiero y revuelto
En los brazos de un león
Que devoraba tu cuerpo.

Que te mancillaba el alma
Cuando fiero te poseía
Confundiendo el amor
Con la posesión desmedida.

No disfraces más la amargura
Con esa tenue sonrisa
Cuando alguien te pregunte
Quién te hizo esas heridas.

Te olvidaste las sonrisas
Entre el relámpago y el trueno
De esa tormenta furiosa
Que arrasó todos tus sueños.

Entre nieblas aciagas y oscuras
Te perdías
Con el único estandarte
De tu cobardía.

Atrapa tu dignidad mujer
Grítale a los cuatro vientos
Que tienes fuerzas para salir
De esa jaula y de tus miedos.

Si no existieras mujer
En el mundo no habría vida
Se valiente y agarra cuanto antes
Tu Dignidad malherida.

¡No estás sola amiga mía!

Déjame que te acompañe…
Aunque sea con estas líneas
 Para que te den el valor
Que necesitas.


Mari Ángeles Ibernón Valero

Soy Mujer
        Si, yo soy
       Soy mujer.
       Si, yo soy mujer.
       Busco y encuentro...
       Entre mares abiertos.
       Soy mujer aunque broten mis tiempos,
       Aunque llague de heridas,
       aunque llueva en mi cuerpo.
       Sin razón
       Con espinas
       Con locura
       Por deseo
       Por la piel que fue limpia,
       hoy resquicios ajenos.
       Soy mujer.
       Por temblar sin remedios,
       Por luchar contra nubes
       que  oscuras me hirieron.
       Late mi corazón,
       pues mujer de los tiempos,
       que tirada entre escombros,
       su mirada va lejos.
       Soy mujer.


Soñé

  Soñé con luz que un día,
  me llevara tan adentro,
  que cruzara firmamentos,
  reflejando las estrellas
  en la soledad febril de mis ojos.

 Sueño que de alegría
 he de postrar mi guía
 entre lagos de azucenas
 algodones que fueron pena,
 hoy semillas en praderas.

Soñaré de paz en vida
donde digna mi esperanza
ante gritos liberados
alce mi voz callada
en futuros que ya claman.

Tengo el fruto de mi sueño
en las manos que un día
fueron presa...

de conciencias en olvido,
de pasiones sin testigos,
ultrajes anulados,
caminos empedrados,
ojos de tristeza,
libertad hecha presa.

Tengo el fruto de mi sueño
en la vida que hoy comienza,
vida plena, vida completa.


Cristián Mínguez
No Quiero Ser Hombre

Los hombres
no lloran,
me dijo
mi madre.


Los hombres
son fuertes
me dijo
mi padre.


Los hombres
se aguantan
me dijo
un maestro.


Los hombres
son machos
me dijo
un amigo.


Los hombres
acosan
me dijo
un político.


Los hombres
sí matan
me dijo
un guerrero.


No quiero
ser hombre
me digo
a mi mismo...


¿SÍ 0 NO?


Sí , no
No, sí
Tu o yo
Él o ella
Yo con ella
Él con él
Tú con él
Ella con ella

¿Sí?

¡No!

Ella con él
Yo  con él
Tú con ella
Tú con tú
Yo con yo.

¿Sí o no?
No... ¡no!

Tu y yo,

¡Siempre tu y yo!...
  
DORMIR CONTIGO, MUJER

Me gusta, amor,
dormir contigo
sentir esa presencia
onírica y sensual
que me acompaña
en mis incontrolados
e inevitables sueños.
Sentir como
tu mano
roza con la mía
como tus pies
entre mis piernas
se deslizan
como tu pecho
a veces desnudo
se incrusta
en las laderas
de mi espalda.
Y, cuando
instintivamente
nos abrazamos
en un impulso
dado por nuestra
fiel atracción
entonces me dejo
llevar, me sumerjo
sin condiciones,
sin temor
a sentirme herido,
en la confianza
de tu ser
en la manifestación
y entrega sublime
de tu regalado
amor...

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