Poemas Grito de Mujer 2012 Cali-Colombia
2o. Festival internacional Grito de mujer
en Cali Colombia,
sábado 31 de marzo de 2012
HOMBRES
De María Fernanda Ceballos
"Hombres al fin y al cabo.
Todos pertenecientes
a una endémica generación arcaica,
que da asco."
Solía reírme de
él.
De su presunción.
Su ímpetu desgarbado.
Su sobrecogedor orgullo
–varonil– decía él,
–guillotina de un rencor
acumulado para sí–,
pensaba yo.
Pueril.
De panfletario acento
y discurso chabacano.
Todo lo que en él habitaba
era potencia de desuso
y asco.
"Hombre" al fin y al cabo
–exclamaba–,
esa clase que se confina
a una sola palabra
que da pena
y espanto.
El camino es largo –piensa–
y se hace intransitable como un tango.
Un instante significa una victoria
una entrañable gloria,
cuando se vence el temor
a ser odiado.
Yo merodeaba sus
acentos,
su talento para la parodia y la mentira.
Todo en él palidecía
cuando se trataba del amor
y lo entrañable de las caricias.
Languidecían ante mí
sus mustios besos,
amarme era mentira
para sus adentros.
Sin embargo
un hedor de perdón
siempre le sobrecogía.
Podía jurar que todo le
indultaba,
todo le absolvía.
Pero me mordía la mano
mientras la suya yo lamía.
Me desgarraban
sus más profundos vituperios.
–Contra mí, contra mí sólo pequé–,
y en procesiones dolorosas
mi alma recobraba
algo de su aliento.
Y entonces –hombre–
te condeno a mi abecedario.
A las palabras que escribo,
a lo que tanto
amo.
A lo que duele
pero que de tanto,
por el placer que produce
te me has vuelto resabio...
ULISES EN ÉXTASIS
De Martha Cecilia Ortiz Quijano
¡ Calipso soy !
Mi canto de
sirena
te enamora
mi isla te abeaza
y ¿ Yo ? te beso.
La furia de los mares
te trae a la playa de mi cuerpo
a la deriva navegas
por la gruta de mis riscos.
¡ Ven a mí !
amado Ulises, ven a mí,
quiero que hagas conmigo
lo impúdico,
y sobre el lienzo
de mi silueta
escribas
lo impublicable,
( siento ese ligero temblor
que corre mis huesos )
Pronúnciame
frases que no repetirias.
Bésame.
Sumérgete en mis aguas
fuente dadora de vida.
Amárrate.
Fúndete con mi cielo
hasta el éxtasis!
Y...
yo
dejaré que bebas mi ambrosía
el néctar que fluye de mi vientre.
Cómo desapareció el desamor
Ana María Gómez Vélez
I.
La caracola que recogió en la playa
sirvió para que la hechicera de la tribu
hiciera un collar
y anudara el silencio a su costado.
II.
Y de repente todo volvió a su sitio.
Los jarrones antes hechos añicos en el piso,
ahora estaban enteros.
Igual su corazón,
el amor estaba intacto.
El desamor había dejado de existir.
III.
Ella era una mariposa
y murió al posarse
sobre la
flor del color del sol.
A la mañana siguiente
apareció la flor-mariposa:
Era un pájaro tan pequeño como un dedo meñique
y tan liviano como un copo de algodón.
Besó la flor deshojada
y todo empezó de nuevo.
Sigamos adelante con esta Grito de Mujer porque la poesía es nuestra voz más poderosa y potente.
ResponderEliminarAna María Gómez Vélez
Coordinadora del festival Grito de Mujer
Cali Colombia