Poemas Grito de Mujer 2016- Cruz del Eje- Córdoba, Argentina.
La primera piedra
Cambiar el sentido de una frase puede connotar también un cambio de
paradigma aunque hay pensamientos universales que arraigan profundamente en el
corazón del hombre.
Cuando digo la primera piedra puedo referirme a la piedra del que
condena y destruye pero también, la piedra que construye cimientos sólidos que
estructuran una nueva visión.
La primera piedra fue puesta hace seis años por un grupo de valientes
mujeres para lograr concientizar sobre la violencia que se ejerce sobre las
mujeres y como toda buena obra, el éxito coronó el esfuerzo pues de a poco nos
fuimos sumando poetas que hicimos causa común de la defensa de los derechos de las mujeres y
el primer derecho es a la vida.
El arte y especialmente la poesía han acompañado el llamamiento y hoy
es un grito que se escucha en más de cuarenta países.
Los poetas hacen eco del llamado y las producciones surgen como
“surgidas de entre esas piedras” que muchas veces han sido elementos para matar
pero hoy se convierten en voces de reclamo por cuidar y empoderar a las
mujeres.
Vaya un profundo agradecimiento a todos los artistas que gritan para
crear conciencia de ni una menos y que con su desprendimiento y
generosidad nos regalan lo mejor de sí,
el arte que dignifica, conmueve y concientiza que tanto hombres como mujeres
debemos construir un mundo de Luz y Paz.
Lic. María Teresa Tilves-
Coordinadora.
Silvia
Beatriz Cechi
Mar
del Plata.
Reina sin corona
Habitante de una jaula trenzada de tiempo.
Custodiada entre barrotes
sostenidos en el óxido de la prórroga.
Oprimes el llanto
sesgado en el cuenco de tu garganta.
Peregrina de la desesperanza,
rodada por las rutas de los siglos.
Sumisión y desamparo definen tu tiempo.
Escucho el mutismo del clamor
ahogado en tu pecho
a fuerza de latidos aterrados.
Tus miedos se ocultan entre ollas humeantes,
y espumas de jabón, entre aguas de hielo
que curten tus manos.
Manos que curan, acarician,
tejen y destejen los desiertos,
mientras forjas la sospecha
del destino impuesto.
Mujer de jaula y altares.
Digna y corrompida.
Llegó la noticia. ¿Sabes?
La anunciaron los vientos, los pájaros azules
y el eco de tu silencio ancestral.
Esposaron las manos de aquel hombre;
amordazaron su boca irrefrenable
como su cuerpo.
Ya no te sorprenderá su brusquedad aplastante
en medio de tu sueño.
Beberás de tu fuente.
Ahora tú decides.
Han crecido tus alas y te elevas
a la incesante búsqueda de ti,
con el ímpetu del coraje emanado de tus entrañas,
lava de volcán, lanzada al infinito.
Arnaldo
Gaspar Fernández Cuello
Cruz
del Eje- Córdoba-
Muchas
menos Soraya
Y despojada fue de su vestido
Y rotos
fueron cual harapos
Quedando a la
vista sus miserias
Ella y él
sabían cómo era todo
Lo único malo
era estar a su lado.
Soraya
no descansa
Soraya hay
todos los días
Soraya ellas
Soraya
aquellas
Que no una
piedra, pero si un grito
O un insulto
matan a diario
Soraya
aquella que fue violada
Soraya
aquella, desfigurada
Soraya
muchas.
Muchas menos
Soraya.
Elma Suelo
Cruz del Eje
Piedras manchadas
¿Cuál fue la primera mano impoluta
que arrojó la letal piedra primera
a la primera mujer inmolada?
¿Quién levantó, irreprochable,
su mano impía en rito ancestral?
¿Dónde está el sitio del femicidio?
¿Dónde, la placa que lo recuerda?
Borraron huellas,
callaron gritos,
ahogaron llantos.
Si asesinatos crueles quedan impunes…
si miradas cómplices perdonan los crímenes…
si el tiempo sicario encubre verdugos…
seguirán las mártires en siglo veintiuno,
muertes sin justicia, vacíos lamentos,
estela en el agua y quejas al viento.
No quiero otras flores del desierto,
no quiero rojas manchas en cemento,
no quiero inocentes víctimas,
no quiero falsos accidentes
ni absueltos victimarios.
¡No quiero!
¡No!
Roxana Verónica Kaek-
Serrezuela
VOZ DE MUJER
Mi
voz es mi ser
mi
voz es lo que soy.
La
callé mucho tiempo
por
costumbre,
por
temor.
Yo
era nada, era nadie,
el
silencio era mi voz.
Callar
porque no sabía,
callar
porque no debía,
callar
porque un muro,
doloroso
muro,
lo
impedía.
Ahora
soy la palabra,
tengo
la potencia de mi voz
la
potencia de existir
la
potencia de ser quien soy...
Que
no calle más
mi
espíritu,
la
liberación de mi interior.
Lo
que siento, lo que pienso... lo que soy,
se
transformará en palabra viva.
Aquí estoy!!!
Marité Tilves
Cruz del Eje
Lapidación
Eis qui sine peccato est vestrum primus in illam lapidem mittat
Jesús
de Nazaret
Tiraron la piedra, no pudieron ver
la inocencia sana de mujer aquella
Soraya llamada, protegida de
Altas
en campos de estrellas, en
Mesopotamia.
Tiraron la piedra, no valió de nada
el ruego constante por mentira cruel
Y fuiste la víctima hasta de
mujeres
sabiendo no impía, lapidan también.
Tiraron la piedra, el mundo se espanta
siguen redoblando los gritos de aquellas
que entienden tu lucha, tu gemir,
tus lágrimas
en tierras hostiles que el dolor arrasa.
Tiraron la piedra costumbres vencidas
de cultura añeja debían cumplir
usada por hombre maligno e
indecente
mientras sin consciencia cesó tu latir.
Tiraron la piedra y no se cuestionan
que tarde o temprano el orbe reacciona.
Aguas del desierto
Perla saharaui, niña
en acogida
verde en el Siroco
que sabe arrasar
ansias desveladas en
pos de dos patrias
que grandes naciones
no quieren mirar.
Mujer amalgama de amplias culturas
con lenguas
hermanas en fraternidad.
No dejan que tú
despejes tus dudas
y en los campamentos te quieren dejar
¿No entienden acaso
el gran sacrificio?
¿No quieren, no
pueden, amar sin mandar?
Y tú mientras tanto
reclamas a gritos
lo que el mundo
entero se niega a escuchar.
¡Vida de inmigrantes,
latido partido!
¡Raíces que claman
siempre a regresar!
Exilio infringido,
caducas promesas
reclamo de apoyo y
solidaridad.
¿No entienden la
lluvia de esos ojos tiernos
ni tu palidez que es casi mortal?
¿No cuentan tus horas
de insomnio y desdicha,
tus grandes esfuerzos para respirar?
Mujer de una tierra
plena de esperanza
el camino andado
tiene que signar
a todas las niñas,
agua en el Sahara
y a la lucha en pie
por la libertad.
Mercedes
Noriega
Deán Funes
Alma
Cuando yo me haya ido quién
hablará de ti, mi compañera.
Quién dirá tu nombre sin saberlo,
quién del huerto recogerá los
frutos maduros,
quién tomará tu mano para
acompañar tus silencios,
quién le hará muecas al espejo
para reírnos juntas.
¡Pobre alma mía!
¿Dónde andarás errabunda?¿En qué
jardines olorosos?
¿Qué soles entibiarán tus días? ¿Y
los míos?
Acaso vuelva a buscarte desde un
espacio sin tiempo.
Volveré en alas del viento, con
perfume de flores,
de tierra mojada, de lluvia en
primavera.
Acaso regrese desde el dolor, el
llanto y el gemido.
¿Volveré alma mía? ¿Volveré para
empezar de nuevo?
No lo sé. Sólo Dios sabe de tan
hondo misterio.
Andrés Utello
San Marcos Sierras
Lomas verdes
Por
la cumbre
salió
el sol.
Yo
regresaba
y
en mis manos se notaba
que
era domingo.
Lomas
verdes,
ondulaciones
que giran
hacia
el fondo de tu cuerpo,
el
perfume de tu cuerpo
entre
la misteriosa
soledad
del monte.
Yo
regresaba.
Aunque
a veces es verdad
que
uno no se fue nunca,
que
no hay forma de quitarnos
el
río de la boca.
Lomas
verdes
ondulaciones
que regresan
hacia
el fondo de tu cuerpo.
Paula Pucheta
Deán Funes
Mujer
pájaro
Mujer pájaro, libre, poderosa,
rebelde según tu propia palabra,
percibí tus alas al rozarme y
me entregué a la dulce sensación…
volé contigo, tomadas de la mano.
No hablábamos, no era necesario…
tu voz me habitaba frágil y dormida.
No sé si te soñaba o te veía,
pero la alegría de encontrarte
así,
como antes, como siempre…
imponía altura a mi vuelo.
Sonreías y me tocabas el pelo…
Una estrella, un instante de distracción
y el dolor de que no fuera cierto,
como antes, como ahora…
El todo y la nada misma.
Busqué tus alas, tu voz, tu mano…
Cerré muy, muy fuerte mis ojos
pero igual ya había vuelto.
No te soñé ni te ví…
Yo te siento así, intensa, eterna,
porque te llevo conmigo,
adentro.
Valeria
Pucheta
– Deán Funes
In nomine
Insondables senderos
no importa la elección
pobre corazón de fuego
en armadura de latón.
Solo la carcajada vacía
hace eco en mi interior
¿Fatum? la lógica
indica que es un error
y vuelve una y otra vez
el miedo instintivo a sentir
eso que llaman amor.
Primero la tragedia,
luego la decepción.
In nomine: fortaleza,
pesada corona para
un cerebro sin razón
que reeduca una y mil veces
los finos hilos,
tensos como acero,
en toda su extensión.
Armadura, armadura
solo unos golpes más
acompañame,
ya casi oxidada,
ya casi rota o apenas reparada.
No dejes que muera
el corazón de fuego
que una vida vive en mí.
Natalia Campus
Cruz del
Eje
Es hora
de rescatar sueños que descansan bajo la sombra
Injusticia social al
servicio de aquellas a las que deshonran
Víctimas de la muerte
que las abraza eternamente
Presas del silencio,
buscando en la mirada quién les dé aliento.
Mujeres destinadas a
un final indeseado, culpables sin querer de ideales equivocados
¿Cómo pueden pensar
ellos que Dios permite tan atroces hechos?
Si una vez Jesús
perdonando a una mujer puso a prueba de
arrojar Primeramente aquella piedra
a quien libre de
pecado en ese momento estuviera.
¡Es hora de alzar voces, alzar voces y gritar!
Buscando una luz de
esperanza en medio de tanta oscuridad
Dejemos de lado la
ignorancia que nos quita la libertad
Venciendo siempre
unidas la batalla que robó la paz
Sueños inalcanzables
ya no descansen bajo la sombra
Deben irradiar luz y
luchar de nuevo por la honra
¡Vamos mujeres
valientes, estamos unidas todas!
En busca de la
justicia que aún hoy se demora.
Es hora
de luchar, de unir nuestros corazones
Para acabar con la
furia de aquellos que devoran
Guerreras valientes
que de sus vientres mana la vida
Deseo incansablemente
que la paz llegue a sus vidas.
Norma Bustos
Santiago del Estero-
Córdoba Capital-
Tu velo y mi pañuelo
Llevas un poco de
todas
Llevas sonido, llevas
misterio
Llevas la voz que se
calló.
En este lado del
mundo
Algunas te conocemos
Tus lágrimas hemos
sentido.
Aquí un pañuelo
saluda tu velo humedecido
Agita la magia de lo
que puedo ser
La noche sintiente de
estrellas únicas.
Veo tus ojos
profundos, brillantes
Tus pies anclados en
la tierra
Inhalas su poder
queriendo hacerte una.
Alguien se quedó
quieto en este sueño
Alguien no quiso avanzar
Hombre despierta ¿tan
ciego estás?
Ya nadie muere de
verdad
Esta mujer nueva renace una y otra vez
Con la fuerza de
todas, sabiduría.
Estarán aquí y allá
tu velo y mi pañuelo
Unidos para ser una
danza de hermanas
Con círculos de cielo
te abrazo.
Daniel Alicio
La
Cumbre
Pétalos para
Soraya
Ángeles de barro
presencian tu destino,
cobardes sin gloría,
caricias ingratas de
hombres sin camino.
Lágrimas del mundo
recuerdan tus días,
apóstoles miserables,
dueños sin derechos
de tus alegrías.
Dos pechos
enfrentaron lo detestable
pedradas de maldad.
Pediste a tu Dios que
les hable.
Regocijo en la
crueldad,
y sonrisas de marfil
apagaron tus ojos en la oscuridad.
Entregaste estoica el
otro perfil,
juzgaron tu alma,
cual útero febril.
Reposaste la espera
en calma.
Tu
reivindicación, famosa.
Para ellos el olvido
como arma.
Tu memoria sigue honrosa,
maldición eterna para
ellos,
y para ti los aromas
de la rosa.
Isabel Nieto Grando
Condena
A Soraya Manutchehri
Camino a su sentencia
ya enunciada
El miedo y la
impotencia la detienen.
Calumnias infundadas
y el dedo acusador
selló la muerte.
La juventud, ardía
por sus venas
con ansias de vivir
pintando sueños.
Ultrajes inhumanos,
las heridas
Confunden la razón,
apaga el tiempo.
Pies descalzos,
camina silenciosa
sus lágrimas por áspero sendero.
Honda la soledad que
la circunda.
Soraya guarda, gritos
muy a dentro.
Porqué tanto dolor
tanta barbarie,
mística muerte,
aducen como ofrenda.
Ella cierra los ojos
al perdonarle
al ser que arroje la
primera piedra.
Evocando otro Dios
desconocido
el pueblo enardecido
alza las manos.
Estrujando el
martirio
su figura misteriosa
en desamparo.
Hay tantas mujeres
maltratadas
que caen como ceibo
mutilado.
Y vulneran su alma arrodillada.
Ser mujer, su único
pecado.
No más piedras,
cerrojos y cadenas
no más culpa,
mentiras despiadadas.
Soraya ya inmoló con
su inocencia
tantas injurias que
los miedos callan.
En que ruta del
cielo te quedaste
con tu voz reprimida
por el llanto.
En un alto pedestal
brilla tu nombre
Soraya. De la nube
hasta el barranco.
Donde brota luminosa la vertiente,
Por cada piedra,
florece un lirio blanco.
Isabel Nieto Grando
Villa Dolores
Impotencia
Nací mujer, mi grito suelto al viento.
Que nada justifique,
que sean maltratadas.
El hombre que
detenga, ese impulso salvaje
que valore la vida,
con límpida mirada.
Mi voz es la palabra,
clamor en poesía.
Hoy la quiero
ruidosa, con sones de campanas
por todas las mujeres
que la apabulla el miedo
Y silencian sus
quejas, herida, humillada.
Hay seres que
pretenden, proseguir el martirio
encarcela el amor, si
no es correspondido.
Ejercen el poder con
seres vulnerables
Irracional se vuelven
y obran por instinto
Que mueran los
rencores en todos los sentidos.
Y que jamás fenezcan,
esas mujeres niñas
Nunca será pecado,
defender los derechos
valorando el respeto
que nutre la familia.
Un ser maravilloso,
es el que da la vida.
No caben los olvidos,
anidamos su vientre.
Su paso por el mundo
juntando las espinas
porque nadie la
iguala, a todo es diferente.
Mujer, miremos lejos
con mística esperanza
es divino milagro, la
esencia femenina.
Somos prolongación
raíces y semillas.
por eso suelto al
viento mi rezo en poesía.
Voy a gritar
despacio, tragándome las lágrimas
Son muchas las
mujeres que mueren a destiempo
Tal vez se logre un
día borrar las cicatrices,
y cese la violencia que enluta el universo.
Domingo
"moni" Nicola (Drago)
Charbonier
El hombre
El hombre pocas veces
Comprende
que sos del hombre
su amalgama perfecta,..
que sos del hombre
los pasos
que lo rigen,
que sos la
fuerza
el temple
y la dulzura...
mujer...
el hombre pocas veces
Comprende
que sos del hombre
su origen
y de sus logros,
la altura.
Raúl Alberto
Villalba
Frías- Santiago del Estero
(Cruz del
Eje)
LOS BLUES...
Con la vista
sin apartarse
de ella,
la mente
atraviesa
la espuma verde
y llega hasta
el sueño de traición...
Los blues
conducen
al alma hasta
el límite de
la nostalgia...
No hay nada
que se pueda
cambiar
en el tablero,
es una mala jugada
que cuesta
la partida...
La savia discurre
inútilmente
ante la falta
de amor,
sentimiento aferrado
al tiempo
y materializado
por él
mismo...
Con las ventanas
sucias de años
no se puede
ver más allá
de un leve sol
que apenas asoma
tímidamente por
entre la poca claridad
que queda...
Es posible que
el alma
llore en
la oscuridad,
arrastrando
los escasos
vestigios de
luz...
Corazón lapidado
por odio irracional...
Y los blues
le cantan a
la noche...
Martha Graciela Fajardo
La
Rioja
(Cruz del Eje)
MUJER Y HORROR
(Homenaje a Soraya Manutchehri)
Historias de infamias
Se entraman entre
luces y sombras.
porque oriente y
occidente
se entreveran en un
claroscuro
de justicia ciega.
¡El derecho a la vida
está primero!
¡Acaso…no oyes al
llanto,
al horror, gritando!
¡Cuánto dolor!
¡cuánta porfía!
Bellas mariposas
frenaron su vuelo,
lirios blancos
preludiaron su agonía….
Hay muchos Ghorban
Ali,
ciegos de pasión y de
codicia,
llenos de ambición y
de despecho
que lastiman los
cuencos fértiles que abrigan vida,
lo apedrean, lo
lapidan, lo hacen trizas….
Allá horadan la
tierra para enterrarlas vivas,
Aquí, las castigan,
las violan y en un basurero o una alcantarilla
las olvidan.
Hoy Soraya se yergue,
está
viva en cada Mujer que se dignifica….
Amanda Tomalino
San Marcos Sierras
Ella en mis huesos
Llovió toda la noche
y al amanecer
subí al monte con mi madre.
Ella me enseñó la singular medida del silencio,
El olor insolado de la chilca,
la voluntad de los pájaros.
Vi junio en el
menguante de las piedras,
las hebras del coraje, la serpiente y el sueño.
Vi el rostro
cotidiano y ocre
de esta leve serranía
del norte.
Mi madre hundió su
mano
en el aroma vivo de
mis huesos
bajé a torrentes por
sus ojos,
terriblemente sola,
con todo el mar
adentro.
Susana Lobo- Córdoba
Siento un pájaro en mi volverse
hondura
y que la vida bárbara y obscura
raspa un cuchillo azul contra mi cuello.
Osvaldo Guevara
No es suficiente el
querer
ni el esfuerzo del
manantial
en la agonía del
lago.
No alcanza el
tremolar del canto
a ser himno ante la
soledad.
No es bastante
desmadejar el grito
de la primera luz
para olvidar las
llamas.
Este tiempo
no habita en la casa
de la vida
no hay colmenas ni
telares
no hay misericordia
en el ojo del abismo.
Han caído los puentes
que conducen a la
raíz del sol.
Todo es fracaso
tejido en nuestros
rostros
todo contacto
huracán que desgarra
los brazos del árbol
y la noche
permanece agazapada
bordando llagas en
las sábanas del día.
Natalia Quilis
(Cruz del Eje)
Soraya
Tienes la frente
señalada de sangre
y de distancias
la inquisición te
persigue y acorrala
sólo por ser honrada
eres víctima de
infinidad y de martirios
de quienes son presa
del delirio
tus opresores
susurran por los pasillos
urden, calumnian,
alzan cuchillos
vituperio que condena
con hipócrita suplicio
cadenas, dolor,
sacrificio…
condena descarada
sostenida en mentiras
y falsedad enmarañada
avidez que escudriña
comercio contigo han
hecho, dotes…
despojo cruel en gran
despecho
te convertiste en
negocio
fuiste también un
desecho
cuantas piedras
golpearon tu pecho
pero te lastimó más
el desprecio de tus
hijos, ¡con qué derecho!
¡Cómo pudieron!
tras la historia
contigo de todo han hecho
eres reencarnación:
Juana, en la hoguera;
Sor Juana Inés, en el claustro;
Alfonsina, en el
desamor; Teresa, en el amor;
María, en el dolor;
Magdalena, en la pasión;
otras muchas, en la
infibulación
las esclavas de color
en violación
las madres del dolor
en desaparición
humillación,
desesperación…
y tantas otras y
tantas más.
Y entonces
sigues tú, a ti te toca hoy
para expiar las
culpas del demonio enceguecedor.
A ti hoy mi duelo va,
a ti hoy es mi dolor…
Soraya reverencio hoy tu puro corazón
doblando mis rodillas
hoy ante tu valor.
Lo que reconozco
como:
un inmenso e
interminable
“Honor”
Ricardo
Quintana
Deán Funes
Madres Del Dolor
A Sebastiana Mamaní, madre de 70 años
del paraje Vera Cruz, Jujuy, que caminó más de
100 Km., para reclamar
justicia por su hija
violada y muerta.
A las Candelaria,
a las Felisa, y a las Pascualitas…
A todas las que allá,
en la soledad de La Puna,
andan destejiendo
el tiempo en las huellas
ariscas del viento.
A todas
ellas,
Sobrevivientes
de los afectos ultrajados,
que andan
tiñendo los silencios,
envueltas en las alas
del castizo aguayo.
A todas ellas,
y a las otras,
a las que vi
con las espaldas
doblegadas
y el vientre henchido,
subiendo y bajando
en el desamparo
de la intemperie yerta.
A todas ellas,
niñas madres,
adolescentes madres,
mujeres de mi patria
que desandan el dolor,
en su interminable éxodo
al olvido.
A todas ellas,
herederas desposeídas
del esplendor
Del Tahuantinsuyo,
que van por la vida
acosadas por el destino
mineral y presentido.
A todas ellas,
vayan los sonidos
de mi corazón,
y la sal de mi sangre.
María Luisa Peveraro.
Córdoba (Cruz del Eje)
SOY
Mujer doncella
Mujer hechicera
Mujer madre
Mujer hermana
Mujer compañera
Mujer lucha
Mujer caricia
Mujer creación
Mujer luna…
Soy mujer
A veces con dolor
A veces el amor
Invade y llega el fruto
A veces la violencia
Destroza mata
Y sigo caminando
Sola…
Sin embargo al lado
Están ellos los hijos
Hermanos padres amigos
Es decir el hombre
El hombre que comparte
El círculo
La vida
Esa soy
Mujer
Mujer luna
Mujer
Mujer negra
roja blanca azul
Mujer círculo
Mujer cíclica
Soy
Luisa María Ahumada
Córdoba
Cruz del Eje
Es una mujer
No es un concepto
No es una moda
Es una persona
No es un objeto
No es una cosa
Es una mujer
Tantas veces
castigada por la historia
Una trama que se
repite en el tiempo
Pensar su rol en la
sociedad es respetarla
Y el respeto no es un
gesto de solidaridad
Es su derecho y un
deber de todo el resto
Es una mujer que
grita su libertad, la reclama
Es una mujer
Y punto.
Ignacio Vergani.-
San Marcos Sierras.
Un rezo
Desnuda
reza un milagro,
un
desmayo, un sueño,
un
alivio.
Por
debajo de su rosa corre la miel
como
río que hace olvidar el escalofrío.
Mujer
¿pretendes llamar a dios
Para
que nos vea y nos prive de
la
intimidad que la oscuridad ofrece?
¿Quieres
que tu cabello encienda
la
hoguera del trópico íntimo con rezos?
Deja
de unir tus palmas blancas
como
la luna y rinde tu cuerpo
al
más claro alba que nace allá.
¿Deseas
transformar la
sangre
mía en vino para tus gustos?
pues
hazlo desnuda y libre
mientras
dure el sueño.
Desata
tus lazos blancos
y
florece todos los días,
cual
tallo se ve luminosa
debajo
de los pétalos.
Cenital
y única, ve al cielo
y
si quieres llévame o
déjame…
me da igual
si
antes veo un ángel conmigo
en
tierra.
Luciana
Moyano Romero
Cruz del Eje
Valía La Pena
Que ardería
en llamas,
tú me dijiste,
que no podría estar en paz,
que no tendría disculpas
si me atrevía…
y yo sin querer reaccionar,
me atreví a escalar
murallas impenetrables,
a cortar flores que hacen mal,
a bailar en plena tormenta
y a no dejarme alcanzar.
Si hoy me preguntan:
-¿Estás arrepentida?
Perdida la mirada, suelo volar.
Y esbozando una leve sonrisa,
sin remordimientos contesto:
-Valía la pena… nada más.
Camila Vázquez Garriga
Santa Isabel
Aliento de Vida
El sol está especialmente abrasador esta mañana, como si el cielo
supiese que no volveré a abrir los ojos y quisiese darme un último abrazo
reconfortante.
Todo mi cuerpo esta frio por la tierra que me cubre, escucho las voces
lejanas de los hombres que harán una supuesta justicia conmigo. Es triste, que
tu pueblo te traicione sin ni siquiera dudarlo por el simple hecho de ser
mujer.
No quiero mirarlos, a ninguno de ellos, no deseo gastar mis últimos
momentos viendo algo desagradable y desesperanzador. Sobre todo cuando la
inmensidad que nos cubre es tan bella que me atrae a contemplarla y tal vez,
olvidar un poco esta realidad cruda.
Las primeras piedras son las más dolorosas, lo físico se entumece y
luego deja se sentirse, pero… algo interior se quiebra y no puede volver a
recomponerse.
Empiezo a cantar por lo bajo, recitando perdones y agradecimientos a mi
Dios, suplicándole que me reciba pronto para que esta agonía culmine. Mas risas
y desdenes, pareciera como si la sangre que me cubre aumentara su regocijo.
Unos cuantos golpes más y caigo rendida en la tierra que fue mi hogar.
Todavía no sé por qué terminé así, poco importa en realidad el por qué.
Me pesa el cuerpo y a la vez comienzo a sentirme más liviana, las
últimas lágrimas caen y mi aliento de vida se desvanece.
¿Alguna vez seremos mejores que
esto?
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