Poemas Grito de Mujer 2016 Molina de Segura-Murcia España
Poemas
Grito de Mujer 2016 Molina de Segura-Murcia España
Coordinado
por Irel Faustina Bermenjo
Irel
Faustina Bermejo
Las Flores Del Desierto
“Todas las flores del desierto
están cerca de la luz” (Autor
desconocido)
¡Oh,
cuántas tristes noches en desvelo!
¡Oh,
cuantas sombras se ciñeron
en
el mundo de las quimeras
como
viejos fantasmas!
¡Cuántos
espectros atrapados
en
mi sangre y en mis huesos!
Se
terminó el infierno,
me
alejé de tus muros
y
de las frías sábanas
de
tu sombrío lecho.
El
mañana mira para otro lado,
se
transforma en una mariposa.
Como
las raras flores
de
las zonas inhóspitas,
se
reabrieron mis ojos.
Hoy
soy una flor blanca del desierto
con las pestañas colmadas de estrellas,
la
sonrisa endulzada en rocío
y
las alas desplegadas al viento.
La luz, por fin, me había liberado de tu infierno.
Lucidez
Por
fin la locura me ha otorgado
un
instante de lucidez.
Mis
manos labraron tu piel de fuego,
prendida
en relámpagos, embriagada
por
tedio, soledades y la huella
silenciosa
del tiempo.
Un
velo luctuoso se aferra
a la desnudez de mi alma cercada
por
pesadas cadenas.
Frené
tu ira, vertiendo
mi
sangre a la copa de tu veneno.
El
crisantemo adorna el silencio
y
perfuma la estancia
triste
del desamparo.
Mis
manos, inocentes hasta entonces,
estrangularon tu garganta
Fue
tu último escarnio; y la palabra
trémula
renunció a su aliento.
Por
fin la locura otorgó
un
instante de lucidez mirando
tus
ojos llenos de odio y de espanto.
Hoy
las sombras, en una encrucijada,
se
reclinan sobre la hiedra.
Mis
manos depositan
en
tu tumba el rocío
de
la mañana.
Turbulencias
Oscureció
de repente; la tierra
despertó
con la lluvia y con el viento.
Las
espigas se pusieron de pie.
Honré
a los ancestros frente a montañas
vestidas
de nubes. Las turbulencias
del
aire agitaban tu pelo azul,
al
fin del estío. Amé el terruño
pobre
con sus viejos almendros.
Mi
raíz, llena de barro, me ataba
a
la tierra y oré por ti, madre,
con
mi voz pueril venida de lejos.
******************************
Rosa De Soto
Belleza
Inocente
Puede
que un día
de mi desconfió
la
imperfección,
pero
ya empieza
a
no ser mi yugo la belleza.
¿Sabes
quién soy?
Me
llamaron rosa,
y
como tú, soy efímera.
Sin
embargo me miras
como
quien mira al sol
cuando
hace daño
y
es más fácil
mirarle
a la cara
al
llegar el ocaso,
para
despedirse de él
aun
sabiendo
que
nunca se va.
No
quiso el atardecer ser
de
sus naranjas culpable,
de
sus rojos y amarillos.
Ni
de sus azules el amanecer,
de
sus rosas y violetas.
Tampoco
lo son las flores
si
despliegan su perfección
antes
de presentar rendición
frente
a la muerte.
Ni
es el alma responsable
por
parecer invisible.
Aunque
si se requiere,
busco
un sacerdote
y
le pido confesión
se
rezan tres ave maría
unos
padre nuestros
y
tras un acto de contrición,
si
tanto lo necesitas, se pide
el
más sincero perdón.
No
ves cuan necesaria
es
a veces la belleza.
Pregunta
a la naturaleza,
aunque
imagino tu respuesta,
bella
y a la vez cruel.
Impongámosle
sentencia pues,
y si así te compensa,
le
arrancamos el alma,
su
importante utilidad
más
allá de su apariencia
y
la dejamos reducida
a
una decorativa baratija,
a
un objeto obsoleto y caduco,
un
producto de consumo
que
se pueda desechar.
Pero
te prevengo de que . . .
Siempre
hay una belleza que mata,
una
belleza que muere.
Cuando
el sol se despide,
los
colores del valle perecen
y
cuando vuelve a amanecer
son
las estrellas las que mueren.
Entre
Zorras Anda El Juego
Puedes
llamarme zorra, no me importa,
¿beata?
No, no he recorrido ese senda.
Busqué
vida inteligente en un hombre
y
de momento no la encontré.
No
soy la que para la conquista viste lencería fina,
a
la que le resulte fácil ser solo una putita.
Si,
por favor, llámame zorra, no me importa,
al
menos es una animal con astucia,
lo
que no se puede esperar de una vulgar puta,
de
hecho una puta no es una especie animal.
No
cariño, tampoco seré solo un cebo
enganchada
al anzuelo con el cual cazarte,
ni
me gusta, ni como cerdo.
Mar De
Fondo
Grito
de mujer
Horchata en las venas…,
no
hay sangre:
hay
horchata en las venas,
horchata
que se derrama en el mundo
con
tanta facilidad…
Venta
de armas,
violaciones
y guerras…
Y,
cuando grita una mujer,
tiembla
la tierra, llora la tierra…
Maldita la suerte de sobrevivir,
inmersos
entre el absurdo y la miseria,
que
el odio, la rabia, la intolerancia
venden
nuestros ojos,
que
el dolor quede sepultado entre escombros,
que
el dolor quede sepultado entre escombros…,
¡Maldito Adán que culpó a Eva con la manzana,
la
envidia de Caín,
que
dio muerte a su propio hermano,
malditos
los falsos paraísos,
maldita
nuestra raza,
malditos
los humanos
que
asesinan esperanzas,
malditos
los humanos
que
asesinan esperanzas!
¡Ay!, ¿y ahora qué voy a hacer
sin
familia, sin hogar ni comida ni sueños
ni
espacio en el que poder enterrar mis recuerdos?
El
insomnio me dice,
me
cuenta que están todos muertos,
el
insomnio me habla,
me
cuenta que están todos muertos,
el
insomnio repite constante
que
están todos muertos,
el
insomnio repite, repite,
repite
constante
que
están todos muertos,
el
insomnio me grita insensible
que
mi hijo está muerto,
que
mi hijo está muerto…,
El
insomnio susurra bajito
que
mi hijo está muerto…
¡Maldito Adán que culpó a Eva con la manzana,
la
envidia de Caín,
que
dio muerte a su propio hermano,
malditos
los falsos paraísos,
maldita
nuestra raza,
malditos
los humanos
que
asesinan esperanzas..!
El insomnio susurra bajito
que
mi hijo está muerto…
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