Poemas Grito de Mujer 2016 Ponferrada-El Bierzo
Poemas Grito de Mujer 2016 Ponferrada-El Bierzo
coordinado por Edith Fernández
Mª del Carmen
Gago Florenti.
SORAYA MANUTCHEHRI
Y las dunas
precipitaron su arena
cuando retumbó
en el horizonte
el grito callado
de un alma
que solo pedía
justicia.
Desarraigo
encadenado a la impía condición de ser mujer.
Alambradas de
incomprensión
enredándose en
la oración sin luz
de un pozo tan
bruno como su silencio.
Únicamente el
pedernal de las ideas
mantiene el
desaliento en el denso erial de la vida.
El cisne sucumbe
y su canto enmudece
en el escenario
del mundo
sin flores al
final de la representación.
Un crepúsculo
sin sol apaga el fulgor de un día
mecido por el
viento de Alláh.
Y La tierra
exuda el arrebol que perdieron las nubes
devolviéndolo al
socaire de ese libro
cuyas páginas
han sido devoradas por el tiempo.
Claudia Fuentes
Lágrimas de arena
De pies limpios,
mirada serena, impía su sangre como
lágrimas de
arena.
Soraya calma en
tus labios, rocosos y secos latiendo un
murmullo,
Canta libre tu
llanto en lo alto, partícula de Dios,
pestañas de
capullos.
Como espejo en
la oscuridad su conciencia maldita,
Sienes
desiertas, que posarlas quisiera en tiernos
pechos,
Lacónico,
pedestre, iluso e infantil.
Buitres carcomen
tu boca, gritan hoy por tus venas los
muertos.
Por la mujer que
al sol huella deja en el agua,
Y en piedra
tallada con oro y plata
el lamento
triste que vociferan las piedras,
el amargo trago
que el cántaro llena, de lágrimas de
arena.
La justicia por
tu cabello deambula,
Tejiendo nidos
en tu pecho como balas,
En tus pezones
danza, vaga en tus brazos,
Alza a la luz tu
alma,
Como flor
silvestre en el desierto de Atacama.
David Paulovich
DESTINO DEL DESIERTO
Al nacer no ves
fiestas
ni gritos de
alegría,
suerte si te
dejan crecer.
Callada y quieta
recibirás golpes
desde
la juventud a la
vejez.
¿Adónde vas
mujer
que vagas
desnuda
en el desierto?
Serás la última
a la escuela ir,
aprenderás lo
necesario para vivir,
harás todo lo
que te pidan.
Tu castidad vale
más que tu propia vida,
es el
certificado de honor de la familia,
que entregarás
sólo al desposarte.
¿Adónde vas
mujer
que vagas
desnuda
en el desierto?
Puedes mirar a
los hombres
y pensar cual te
darán.
¿Para qué el
amor
si el corazón no
decide?
No hay noches de
placer
que compensen
las penas.
Es un lecho de
amor
con silencio
obligado.
¿Adónde vas
mujer
que vagas
desnuda
en el desierto?
No te pertenecen
de grandes tus hijos,
ni después de
muertos
puedes ir al
frente con tu dolor.
Tu mundo es el
hogar
donde no llega
la luz
ni el viento del
desierto.
Si te dan poder
es para quitarte
amor.
Cuando tu vida
acabe,
la arena cubrirá
tu cuerpo
y
definitivamente
también tu
recuerdo.
¿Adónde vas
mujer
que vagas
desnuda
en el desierto?
Resurgirás con
la espada
de las calientes
arenas
y con fuego en
tus ojos
exigirás tu
lugar.
Con tu frente
bien alta,
radiante y hermosa,
a tu hermana
justicia
la espada darás.
Palmera de dátil
serás del
desierto,
que junto al
oasis
por siempre
estarás.
BAGDAD, 8 DE MAYO DE 1990.
Edith
Fernández
-Quiero morirme pronto-
Quiero morirme pronto
porque no quiero veros.
Quiero morirme pronto
para no sentir el hielo,
el hielo de vuestras voces
mientras sacuden mi cuerpo
a golpes de guijarros
gigantes y sangrientos.
Quiero morirme pronto
para irme a mis adentros
esos que me acompañan
cuando me devoran los perros
a la orilla de aquel río
donde dejarán mis restos.
Solo quedaba mi pelo
mi cabello y algún hueso.
Solo quedó de mi vida
de mi triste vida, solo eso.
Me fui muriendo a pedradas
que lanzaron todos ellos,
los
que fueron obligados
y los que...
lo hicieron queriendo.
Quise morirme pronto
para negarme a los hechos.
Elizabeth López
Porque no nos falte ni una más
Porque ya sin ti, me siento yo.
Porque la luna le ha perdido el miedo a la noche
y yo a tus puños de acero.
Porque la sal de mis lágrimas hizo cicatrizar las heridas
que me causaste y el apoyo externo (de todas esas
personas de las que decidiste alejarme) me han devuelto
el reflejo de que aún estoy viva...y quiero seguir
viviendo.
Porque ya tus palabras malsonantes no dejan eco en mi
corazón ni en mi alma.
Porque ya no te escucho...Ni te veo...Ni te siento.
Porque desde hoy hay un mañana para mí que borrará
el ayer contigo.
Porque sí, porque me lo merezco.
Porque te lo mereces.
No más maquillaje ocultando moratones.
No más sonrisas postizas.
No más sueños rotos.
¡NO MÁS MIEDO!
No más tú a costa de mí.
¡NO MAS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES!
Elizabeth López
Porque no nos falte ni una más
Porque ya sin ti, me siento yo.
Porque la luna le ha perdido el miedo a la noche
y yo a tus puños de acero.
Porque la sal de mis lágrimas hizo cicatrizar las heridas
que me causaste y el apoyo externo (de todas esas
personas de las que decidiste alejarme) me han devuelto
el reflejo de que aún estoy viva...y quiero seguir
viviendo.
Porque ya tus palabras malsonantes no dejan eco en mi
corazón ni en mi alma.
Porque ya no te escucho...Ni te veo...Ni te siento.
Porque desde hoy hay un mañana para mí que borrará
el ayer contigo.
Porque sí, porque me lo merezco.
Porque te lo mereces.
No más maquillaje ocultando moratones.
No más sonrisas postizas.
No más sueños rotos.
¡NO MÁS MIEDO!
No más tú a costa de mí.
¡NO MAS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES!
Emilio Vega
DIARIO DE UNA MUJER INFORTUNADA
Mi nombre importa poco. Digamos que me
llamo
María “X”, por mencionar alguno.
El mío verdadero. El que me identifica,
lo quisiera olvidar en propio beneficio;
pues me recuerda con frecuencia que el
infierno
quiso acercarse un día para habitar mi
casa.
Y vivo por su causa desesperada y sola,
alimentando sombras sin relojes
en esta celda obscura de lágrimas
continuas,
donde la dignidad y la autoestima que me
debo
se plegaron rendidas a la ley del más
fuerte.
Y fueron sepultadas bajo un montón de
escombros
de un modo inevitable por mis propias
manos.
Aún no puedo creerme que haya aceptado el
hecho
de vivir de apariencias décadas enteras,
nublada mi razón por tanta hipocresía.
Y atrapada en la urdimbre que tejió mi
autoengaño.
2
Me casé ilusionada. Mentiría si afirmo
que nunca fui feliz. Durante algunos meses
hubo cierta eclosión de orgásmico alborozo
en el viaje común que emprenden los
amantes.
Pero duró tan sólo lo que tarda el alba
en dar vida a las cosas que una no reconoce
en mitad de la niebla que nos ciega y
confunde.
Por entonces el invierno había dejado
una escarcha cruel colgada del alero
de mi triste corazón anestesiado.
Y todo fueron ya sonrisas apagadas
y escondidas en la lumbre del silencio.
3
Vientos de guerra abierta soplaron en mi
contra,
golpeando con furia mi frente ya cansada;
dejando mi dolor a la intemperie
y alejando de paso todas mis esperanzas.
Jamás volví a sentir desde aquél día
una mano extendida ni un brote de cariño
desnudo de interés perfumando la casa.
Atrás fueron quedando los reproches,
los golpes sin motivo, las mentiras e
infamias.
Ahora tan sólo e3spero poder rehacer mi
vida
sin que llegue a cumplirse su postrer
amenaza.
4
Escribo este diario por liberarme acaso
del yugo de costumbre que, quizás por
vergüenza,
me mantuvo en el tiempo sometida y
callada.
Pero debo confesar que tengo miedo.
Que miro atrás sintiendo escalofríos.
Y que aún me sobrecoge el odio en su
mirada.
Euloxio Fernández
La vergüenza en el acero
La sangre no tiene sombra
porque está en el suelo
Mi piel cosida a aquella casa
cosida a la pared
cosida a la cama
Quise asomarme a la ventana
pero no pude
Quise abrir la puerta
pero no llegaba
Mataste la palabra
Lengua cortada
En la garganta solo arena
y las manos mutiladas
Cómo pude cerrar los ojos
mientras de mi misma me robabas?
Cómo pudieron cerrar los ojos
al ver mi casa tapiada?
Ahora el cuchillo está en la puerta
y la sangre está en la almohada
Vertiste tu veneno cruel
y robaste mi alma
Sobran las palabras
las voces que por mí
otros alzan
Se secó la sangre en la garganta
Se quedó el aullido en las entrañas
Aquí la voz ya no vale
aquí ha muerto la palabra
ya solo el grito puede sembrar alarma
Gritad
gritad por mi
las que aún estáis a tiempo
gritad con el alma
gritad por vosotras
gritad por las que callan
gritad
Hasta que la voz mude en vuestras
gargantas
Gritad
gritad todos
Espantemos a estas alimañas
Si su mirada se enturbia
Si la voz se eleva
Y la mano se alza
Vengan los justos y la justicia
a evitar que esto suceda
y que el acero que a mí me mata
haga infinita su condena
La sangre no tiene sombra
Porque está en el suelo.
Guillermo Echavarría
Sin tu estampa;
¡no existo!.
Mujer; ambiciono
oír los cantos armónicos de violines
y el secreteo de
sollozos que disimulas
¡mansos como la
brisa!
Ahí; bajo las
alas del resguardo
donde se multiplican
voces,
la inocencia de
veranos ásperos
y pródigas
lluvias de colores.
Enaltecer tus
valores y cantos -es designio-
¡Emprenden a
castigarme
los golpes de
almanaques!
y antes que el
tiempo me diluya,
rezaré porque tu
nombre;
como lábaro de
ice en los mástiles más valiosos,
y con magias
ensanchar la esperanza que escoltas
en las despensas
de tu viajar.
Mujer; ¡Tu
nombre silencioso ahondo;
porque sin tu
estampa no existo!
Jorge Rivera
Rojas
DESIERTO SIN SOMBRA
I
Soledad
desértica en el alma,
Un grito sin
voz, que agoniza;
Se marchita la
flor en la mañana,
El amor es cosa
de otro día.
II
Desde el
glorioso sol vinisteis,
Para entregar
toda tu alegría;
Más un futuro
parco y triste,
Marcaría el
final de vuestra vida.
III
Animales
hambrientos de lujuria,
Jauría de lobos
sin alfa, sin guía;
Se llenaron de
argumentos fofos,
Destruyendo la
dulzura que tenías.
IV
Egoísmo infame,
vulgar placer sexual,
Arrancaron con
odio aquella rosa;
Que habitaba en
el jardín mundial.
V
¡Lanzad la
piedad libres de pecado¡
En cierta
ocasión se logró escuchar;
Esta vez el
pecado fue más fuerte,
Para un alma
pura destrozar.
VI
Con anhelo deseo
contemplar,
El final de esta
desigualdad;
Mujeres viviendo
sin temores,
Y hombres las
sabiéndolas apreciar.
VII
Luchadoras cual
leonas,
Vencedoras de la
paz;
Mujeres son el gozo,
En esta frágil realidad.
Coro Bega, Coro
Benito
NEGRA CULPA
Surcan caminos
en el viento
Las calumnias de
su acusado
Buscando
desesperadas una razón
Por cada piedra
que golpea
La injusta
sentencia del que en un tiempo
Fuera su amante
y quizás amado.
Piedras que
rasgan el aire
Como mil
cuchillos afilando
Las lenguas sin
alma que la han traicionado
Agonizantes los
suspiros de rodillas
Invocan a la
diosa de la compasión
Y no son
escuchados.
Los murmullos
ocultos pesan
Y acosan su
presunta inocencia.
Reclamando
llantos y gritos ahogados
En su sangre de
mujer sin culpa
Mujer de sagrado
cuerpo, como el mío,
Como el tuyo,
como el nuestro.
No la mataron
las piedras, no,
Muerta su vida
La culpa se
vistió de negro.
María Ilse
TODO TIENE UN POR QUÉ
Abre los ojos,
En un día cualquiera.
Qué más da el día, la hora, el lugar
Si los sentimientos golpean mi cabeza
Un escalofrió me hace estremecer,
Sólo cuando escucho la puerta.
A veces no son los insultos, las intenciones,
la forma.
A veces, son los empujones, las miradas,
soplidos, murmullos…
Que no puedo dejar que me frustre, me
hunda…
Todo tiene un por qué,
O bien porque le amas,
O porque tienes miedo a la soledad,
O miedo al qué dirán,
O porque confías en que todo puede
cambiar,
O porque no tienes papeles o dinero para
sobrevivir,
O porque tienes miedo a huir.
Cierro los ojos,
Para no pensar,
Pero es un acto involuntario
Y no puedo desconectar.
Abro los ojos,
Para darme cuenta de mi vida,
Para no aceptar esta realidad,
Para no ser cobarde y si valiente,
Decir: ¡basta!, ¡Se acabó!, ¡es
suficiente!
Decirlo con la voz, demostrarlo con los
hechos,
Sintiendo que vale la pena
Que puedo cambiar mi vida
Porqué es mía y de nadie más.
Mery
White
Pilar Rego
NUBES DE PIEDRA
Es inútil que la
joven se arrastre
buscando la mano
que dibuje sombras
bajo su piel.
Es inútil que
vuele
persiguiendo a
la nube
de piedra que la
hirió.
En vano saltará
de hoja en hoja
preguntando por
el rostro
que se ahogó en
el aire,
que la ahogo en
el aire.
Más tenue que el
azahar en su hermosura,
no volverá a
reír su primavera.
Allá atrás, en
su nuca, verá su eternidad
que deberá
atravesar,
desde los ojos
del temor,
hasta los ojos
del maltratador.
Sólo siente
incredulidad, angustia, dolor;
sólo fuertes
pedradas sepultan su estupor.
¡Incluso su
propia familia
lapida incruenta
su figura
para “salvar” su
honor!
De nada
sirvieron las lágrimas.
De nada pedir
perdón.
¡Se han
convertido en verdugos,
se han creído la
mano de Dios!.
Arrogancia,
odio, crueldad, maldad, resquemor…
van coronando de
sangre la alegría y el amor.
¡Jamás volverá a
reír su primavera
una incipiente
vida en flor!
En una página de
tierra y miedo
lee su nombre.
Fardos, los dominios
acallaron. Habrá
murallas.
Habrá lápidas de
piedra y mármol.
Hola, excelentes poemas... ¡Viva la mujer!
ResponderEliminarUna pregunta, ¿sabe quién es el artista de la imagen de la mujer?
Espectacular... acorde con tanta belleza!
Saludos!!
Gracias por tu comentario. La foto es un protector de pantalla gratis de google. Un abrazo!
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