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Poemas Grito de Mujer 2014 Rubí Barcelona, España

Grito de Mujer y exposición Reto de Mujer en Rubí Barcelona, España.

Coordinadora Nuria de Espinosa y Mujeres creativas del Vallés








Charo Cano “Darilea”

PALOMA HERIDA

Es paloma herida
entre sus manos de jaula,
en la prisión de sus besos
y puñales de palabras.
Sin ser puta, prostituye
entre sus manos, sus nalgas
a la venta de un amor
que maltrata sus entrañas.

Paloma herida
que lleva,
rotos sueños de esperanza,
sangre que derrama a solas

atrapada entre sus lágrimas
                                                   
                                     


Juan Alejo Estévez

Mujer

Encuentro excitante
murmullo del viento que
evoca viejos recuerdos,
eco que esparce una historia
creada para ser oída y cantada

Añoranza en esa cita
por ese amor enterrado,
marchitado, prohibido.
Decepción por no haber podido
evitarlo, por no haber sido
concebido.

Recuerdos que aún perduran
con fuerza e intensidad en
tu interior, en un oscuro rincón
aferrado a tu ser, a tu corazón.

Amor, elocuencia que transformo
tu personalidad, que poseyó tu
esencia, nublo tus ojos, construyo
un camino a tu alma para hallar eso
que en ti ansia.

Mujer que encandilaste sus pensamientos
en la almohada donde reposa y yace.
Bello amanecer que cautivas sus
sueños, que embriagas que anhelo a su
corazón despierto.

Divinidad permanente en el aire
que el respira.
Embrujo mágico, que con tus artes
lo engatusas.

Mujer, tu sonrisa apacigua
su llanto.
Mujer, tus ojos envuelven a los tuyos
de canto.
Mujer, tus boca sensual y tus labios
rojos como la más suculenta fresa,
a la suya atraes como un imán.
Mujer, tu pelo suave y sedoso, negro
como una noche sin luna, reflejan
los tesoros que en ti llevas enterrados.

Mujer, tu camino cruza con el suyo,
hermoso camino que el desea seguir
contigo.
Sueño de ensueño, juego prohibido.
Mujer, tu aroma aturde a sus sentidos,
tu dulzor los excita, extasía.
Tu fragancia los emborracha, los
separa de todos sus recuerdos.

Mujer, su corazón te sigue amando,
aunque ya no estés a su lado.
Mujer, tu eres esa manzana
fresca y jugosa, ardua en el comerla,
devorarla, saborearla.

Mujer, flor hermosa que no
marchitaras jamás,
mientras te vigile en sueños,
mientras te desee en silencio
tu belleza perdurará, a través
del tiempo.

Mujer, su amor hacia ti
en el va dejando huella.
Mujer, su corazón, se encoge,
ruge, grita, llora, por no estar
ya en tu corazón, por no dejar
su puerta entreabierta.

Mujer, tu corazón,
como un navío entre arrecifes
de un mar de desesperanza ha
zozobrado.
El suyo, lucha por no hundirse,
por pensar que algún día
resurgirás de ese fondo del mar,
y navegarás de nuevo a su lado...
...Mujer...



Ivana Pérez

Així com ets,
clara i transparent
dolça y suau
forta y contundent

La teva lluita, fou la teva causa
la teva causa és el teu camí
el teu camí dels fills serà destí.

Forta i contundent, lluita encarnissade
per una abraçade a la mort
i miranle cara a cara
mantenir el sonriure amb por.

Dolça i suau, caminant a arrossegades
senser y deixar de donar empentes
al carro que ha portat com estelade
del veritable amor que sentes.

Clara i transparent, dos vides ben plantades.
Dos fills que ha ben parit.
I com aigua de riu creixen braves
fruit del teu esforç que ha estat el destí.

Així com ets
Vanessa Belen Gil
que no parlem de records
Perque et sentim aquí.
                                       



María Plana


Gritos de Mujer


 He nacido millones y millones de veces,
yo soy quien da la vida, la que amamanta y mece
la que era ayer sumisa, tranquila e inocente,
la que no levantaba ni la voz ni la frente
 Fue así, yo era el pecado, también era la culpa,
pues era simplemente la esclava o prostituta,
siempre lo daba todo nunca recibí nada
tan soló los insultos con que me señalaban.
 Tiranizada siempre sirviendo a los placeres
del hombre y violentada cumpliendo sus deberes,
y trabajando el campo, la casa y los cuidados
del señor, del enfermo, de los necesitados
 Yo traje al mundo vidas, ellos trajeron muerte
creyéndose más sabios y más inteligentes,
con nombre y con derechos, con remuneraciones
yo solo era un apodo, sí, en todas las naciones.
 Llegué a gritar muy fuerte, pero gritaba sola
llegaron más mujeres, por fin gritamos todas,
así empezó este grito que suena por nosotras,
por todas las que han muerto, por todas las que aún lloran.
 Mujer tú eres la fuerza, mujer tú eres la vida,
que el miedo no impida gritar por tu justicia,
lucha, grita con todas, por todas nuestra hijas,
por un mundo para ellas sin violencia machista.




José Triviño


Esposo Amante

Déjame que te bese esta noche,
antes que me llegue la muerte

Déjame quererte siempre,
hasta el último suspiro de mi vida.

Déjame ser el hombre que soy,
ese hombre que no quiere perderte.

Déjame llevarte como una princesa,
y que todo el mundo,
vea lo hermosa que eres.
Déjame cuidarte y respetarte,
déjame ser lo que quiero ser,
tu esposo y amante
 
                                       


Sandra García
 

A ti mujer

A ti mujer que luchas para tu libertad.
A ti mujer que trabajas desde el alba
hasta el amanecer.

A ti mujer que cuidas siempre de los tuyos.
A ti mujer que siempre eres la última en
mimarte, para mimar a los demás.
 
A ti mujer que de tu vientre eres la luz de
la vida.
 
A ti mujer que nunca eres capaz de afligirte
en contra de las adversidad
 
A ti mujer que eres capaz de levantar montañas
y llevarlas al cielo si hace falta.
 
A ti mujer por ser divinidad, por ser amazonas, por
ser madre, por ser cuidadora.
A ti mujer por ser tú, a ti mujer por ser esa mujer.

                                                      


Manoly Naranjo

A Federico García Lorca

En las fuentes de las lágrimas ante un viejo
olivar, fusilaron a Federico en fría madrugada
camino de alfacar.
 
Sin nombre, ni cruz..., en una fosa común
con golpes de fusil y tres tiros en su cabeza
se derrama la sangre de un poeta.
 
La noche se vistió de luto
la luna..., la luna no quiere salir,
los luceros no brillan
no tienen fuerzas para surgir,

 el cielo llora lágrimas
de estrellas, lágrimas de estrellas por ti.

 Las rosas su aroma perdieron
fragancia ya no tiene el jazmín
y el cielo formo un manto
un manto de estrellas para ti.

 Tu tierra granada aun sigue derramando
lágrimas por ti,
sin juicio ni dictamen, caminando entre fusiles
a las afueras de granada la tierra
que tanto tu amabas.

                                                                          


Isabel Sánchez Valle


¡Aquí estoy yo!

Hoy pintaste la sonrisa
La que tu verdugo borró
Te calzaste los tacones
y saliste a decir: ¡Aquí estoy yo!
 
Se acabaron los desprecios
Naciste piedra preciosa
Solo tú determinas tu valor
Brilla tu esencia y tu honor
 
Muchos años caminando a oscuras
Silencios eternos, callando dudas
Hoy recobraste la voz
Gritaste al mundo: ¡Aquí estoy yo!

 Tu lucha desatará pasiones
Laberinto de emociones
La fuerza se vistió con gracia
Mujer divina, alabo tu confianza
 


                                                                 
Tessa Mas

Amigo, amigo mío


Interminables meses de espera y hoy por fin vuelvo,
he retornado a las viejas ilusiones
que no hace mucho compartí,
al principio fue duro los sentimientos
más de una vez traicionaron mis deseos.
 
Pronto me di cuenta que el tiempo no pasa en vano
y yo tonta de mi, intente participar
pero mi espacio aunque vació, se ocupo.
Hoy paseo en solitario, las lágrimas concluyeron.
 
Ya no busco amistad, me levante de nuevo,
huyo del cinismo, los comentarios maliciosos.
Guardo en el alma aquel tiempo cuando yo fui deseo,
me he sentado en el balcón, he leído tus versos.
 
Y hasta en eso te equivocas, yo solo pretendo
ser protagonista de mi vida, no sé decir adiós.
Hoy, mañana te veré cabizbajo, buscando un sentido
porque de todos los presentes tú fuiste juez, no amigo.
 
Hoy aunque mi presencia incomode sonrió,
pero prefiero guardar silencio que ser parte del olvido,
pasare por delante de tu sombra, mis pasos vividos
cerca de tus sentimientos, hoy se sienten liberados.
 
Camino libre, sola y libre, camino en busca de mis sueños
amigo, yo un día te aprecie con toda el alma,
pero preferiste ser juez
y juzgar mi alma, lo siento, ya que en el fondo te quise amigo.
                                                    


                                                                          
Judith Ortiz
 

Sin balas ni cañones

Aplasto el estropajo con jabón y lejía, y el agua que corre, corre, corre, el chorro
que choca contra la puta cuchara vuelta hacia arriba, y el agua explota como una
bomba por la cocina, el cristal, el suelo, la encimera, en mi vestido; explota el
agua en mi cara ya mojada hace rato. Los macarrones también en agua
hirviendo, no es dieta mediterránea, es la dieta dela caridad, del pobre que
regresa cada día del infierno y por más que regrese nunca se va. Se queda,
permanece en esta guerra sin balas ni cañones. Y quería poner sal en el agua,
con las manos húmedas, todavía enjabonadas, y cojo las cerillas y enciendo la
llama de encima de la sal. No miento, es el pobre, impotente, y la sal su bomba,
casera, inútil. Y dicen que no hay ninguna guerra aquí, en televisión, pero
mienten. Es la guerra de la miseria, la silenciosa, en sus campos de batalla la
sangre es el hambre, sus balas, el miedo. No puedes comprarlas, no hay tanques,
no hay negocio. Hay casas vacías, dormitorios silenciosos y arañas y bichos, y
señoras que venden lo suyo, sea ropa o cuerpo, su historia o su canto. Y aquí, en
este rincón de mi vida, la herrumbre ha vuelto, el espíritu desconchado y
despojado, las sombras. No, no he estado en trincheras ni refugios antiaéreos,
he estado en campos de miseria, y no es un invento, en mis recuerdos están y
ahora vuelven. Es mentira el estado del bienestar, es una jodida patraña. Y
aplasto el estropajo, aplasto el corazón y escupo en el suelo, con asco, y me cago
en todo, y vuelve mi cara de niña ante Scarlett O'Hara, si, otra patraña
sentimentalista, pero de pequeña entendí demasiado bien su grito en la
semioscuridad, en la pantalla. No hay balas, no hay cañones, hay aviones
enormes en el cielo, y mi casa debajo. Y solo tengo agua.
                                                    

                                                                                                               

Juanjo Skämez


Rosas Negras

Rosa que naciste de la tristeza
en el alma de un amor que muere.
Rosa que enfermaste de soledad
al ver a una virgen sangrar.

Y ella se desangra al llorar,
viendo a esta rosa negra
nacer a la salida del sol,
al iniciarse el día, al acabarse su amor.

Y la tarde le traerá de nuevo tormentas,
y hoy nuestra rosa ya no sobrevivirá.
Soló le salvará una virgen
que le tienda su manto.

Rosas que vivís sin espinas ya
como vírgenes que temen enamorarse otra vez.
Rosas que morís, marchitas,
con los pétalos ennegrecidos de dolor.

No lloréis más al oír su nombre,
pues ninguna virgen llora eternamente
por una rosa que ha dejado de sangrar.
                                                                                                                             




Julián Melero

Mujer maltratada. 

Con una lágrima en su mejilla
Se acerca cauta mi amiga
y me dice:
Me llaman mujer maltratada
y así me siento
Víctima de un cobarde que me dice te quiero
me humilla
me adora
me pega
Implora mi perdón
después me da un palizón

Ojos morados
costillas rotas
humillación
temblor
pavor
así me siento yo.

Cobardía de hombre
que hace valer su hombría con una inmensa paliza
es mi día a día, mi agonía

Si me quedo me pega
si le dejo me muero
¿Qué opción me queda?
Mis niños me dicen:

Mamá te quiero
él, ven que te arreo
y yo
callo y muero 



Nuria Espinosa Junior, Recita una poesía de Vicente Martín de Salamanca.

Apenas el aire, vibrar hace siquiera,
en boca del cielo, campanilla.
 
Que es la pertenencia, donde el aire respiras,
sesga, un paladar en multitud?
 
El silencio de leyenda, nace de lo escogido,
sin repetir patrón ya fenecido...
 
Acentuarse, es desinhibirse,
sin sobresaltarse.
 
Amor y Psique, imposible no caer en brazos,
al beso único, presentan los labios del alado,
Ella, al gesto del rostro,
Sobre mil interpretaciones siento,
declina en trance.




Poema Colectivo

Dentro y fuera de casa, trabajas sin descansar
y en cada nueva jornada vuelves a comenzar
y así transcurre tu vida con tesón y voluntad

Nuria de Espinosa

Vas siguiendo el camino con entrega y valor
no descansas en la noche nunca acaba tu ilusión.

Isabel Garrido

Sintiéndote sola y perdida
sin nadie que te anime a cambiar
sin nadie que te despoje de tu sentimiento de soledad

Encarnación Martín Pérez

Más dando tanto de ti no olvides, mujer, jamás
que el corazón se entristece porqué le falta la paz,
Pues tu vida es tu vida ¡Es vida de los demás!

Conchi Morales

Estoy dentro y estoy fuera, pero siempre estoy en el mismo lugar
subo y bajo, me levanto y me siento, me acuesto y me vuelvo a levantar
¿Dónde estoy? Que ya ni me veo y mi cuerpo no empiezo a notar

José Triviño

Cierro los ojos y al abrirlo
el grito de la esperanza se confunde con la felicidad
la lágrima de salada convertida hasta la saciedad

Julián Melero

Valentía y arrojo, constancia, eres mujer, mujer altiva y lozana,
trabajando de sol a sol, con la cabeza bien alta, aceituna,
trigo, algodón, todo por tus manos encallecidas pasan.

Juan Alejo Estévez

Nací mujer y me honra/Ser la vida el grial
mujer que tiene derechos/Además de procrear

Xary Cano

Y el invierno y el verano … marcharan/
entre nieves y calores, escalofríos y sudores/
familia hasta el infinito amamantaras.

Ivana Pérez

Hoy alzo mi voz clamando lógica y coherencia/
por este absurdo lema que contemplo desde la impotencia/
¿Cuándo quitaremos entre sexos esta estúpida competencia?

Juanjo Skämez Poeta

Tengo derecho a mi vaso de agua, a mi copa de estrellas/
a mis hijos y no hijos, a este cuerpo/
Derecho a mi manojo de furias y esperanzas...

Marlene Denis

Mujer tu eres la historia de todas las mujeres
que no nombra la historia, ni nombra la memoria,
mujer tu eres nosotras, nosotras, somos todas.

María Plana Nova

Corre vuela salta de la cocina a la carrera, del dormitorio
a la escuela, Besa ríe perdona, anda de puntillas, sola,
cose y apedaza los días, embasta los silencios
y la mirada; belladona, la montaña es muy alta.

Judith Ortiz

Verdugo de los días que acechas tras la puerta,
no hay sumisión en mis pasos ni silencio en mi voz
porque vuelo tan alto que pierdo de vista las cadenas

Anna Benítez del Cano

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